ROSE (Harry Styles)

HAPPY

Llegamos al departamento que se encontraba en el centro de París. El lugar es bello, todo se complementaba entre colores blanco y rojo.

- Aquí vivirás Rosallie y yo en el departamento de frente.- me dijo Manuel mientras dejaba mi maleta a un lado de la puerta.- Nadie puede entrar o salir sin que yo o el señor Styles lo sepamos.

Camine dentro del departamento.- ¿Me vigilaras todo el tiempo?

- Si es necesario, si.- tomo una libreta de una mesa de estar.- Mañana vendrá tu maestro, el te apoyará con el idioma francés y dará continuidad a tus estudios. El refrigerador está lleno de alimentos y bebidas, el baño está lleno de cosas de belleza y el armario tiene ropa y zapatos si llegas a necesitar algo está libreta tiene números para cualquier emergencia o necesidad.- estiró su brazo con la libreta y yo la recibí.

- Bien, gracias.- le sonreí y el asintió con la cabeza serio.

- Recuerda: nadie entra y nadie sale.- cerró la puerta después de decir eso.

Me puse a husmear todo el departamento pero no encontré algo relevante. Quise matar el tiempo viendo la televisión pero me encontré con que todo estaba en francés, apreté el botón de cambiar el canal repetidas veces hasta encontrar un canal de programas en inglés. Por fin.

***

Terminaba de tomar mi café mientras veía un programa donde investigan si sus parejas les eran infieles. Escuche mi timbre, dude en abrir por lo que me había dicho Manuel; Nadie entra y nadie sale. Me decidí a ver por mirar por el picaporte, al mirar por el me encontré un hombre moreno con un traje, su pelo negro y muy apuesto. Aunque fuera apuesto no significa que deba abrirle. ¡El maestro¡ Se me olvido revisar la agenda que me entrego Manuel. Abrí rápido pero intentando no verme desesperada.

- ¡Buen día! Soy Craig David, tu maestro.- estiró su mano para saludarme.

- Soy Rosallie, un gusto.- estreche su mano.- Adelante. Tome asiento. ¿Gusta algo de beber?.- hizo una risa nasal ¿Qué es lo gracioso?

- Agua estaría bien.- asentí. No comprendo que fue lo gracioso, me mire en el reflejo de la puerta del microondas, no veía algo diferente en mi rostro, que hombre más raro. Salí de la cocina con un vaso de agua para el, quien ya tenía montado un pequeño pizarrón y hojeaba un libro.

- Aquí tiene.- puse el vaso sobre la mesa.

-Gracias.- apartó su mirada del libro.- Será conveniente que iniciemos con francés para que logres salir y lo practiques.

- Si.

No me había dado cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo, el profesor comenzó a desmontar el pizarrón.

- ¿Vivirás sola aquí?.- no me gusta que sea tan entrometido.

- No.- contesté cortante.

- Será lo mejor, te ves muy joven y hermosa.- ya me estaban poniendo incómoda sus comentarios.

- Ya es muy tarde. Le ayudaré a levantar sus cosas.- tome unos libros y hojas que había por la mesa.
Caminamos a la puerta, el despedirnos va a ser muy incómodo.

- Te veré después, Rosallie.

- Hasta luego.- abrí rápidamente la puerta para evitar un beso en la mejilla o un abrazo. El detuvo la puerta con su mano.

- Antes.- sonrió de lado.- Me rei por lo madura que sonaste al recibirme.- se acercó a mí.- me resultase tierna.

Abrí mis ojos como platos ante su rostro acercándose al mío, reaccione abriendo la puerta, sin importar su mano y empujándolo afuera. Su cuerpo choco con el de otra persona.

Harry.

-eh- hol-Buenas noches señor Styles.- Craig tartamudeo y estiró su mano.

Harry miró su mano con indiferencia y haciendo que el la retire.

-¿Y usted es?

- El profesor que contrato para la nivelación. Hace unos momentos acabamos la primera clase.

-Bien.- hizo una pausa y se movió a un lado.- Pues ya puede retirarse.- movió su palma dandole la salida.

- Gracias.- salió cabizbajo.- Hasta luego.- camino alejándose del departamento y dejándonos por fin solos.

- Hola.- dije bajo y apreté mis labios para disimular mi sonrisa.

- ¿Es aquí la residencia de la señorita Rosallie Bennet?

- Tal vez. Depende de para que la busque.

- Tengo una entrega especial para ella.- movió su mano hacia delante con un ramo de rosas.

-oh no debiste.- puse mis manos en mi pecho.

- Pero quise.- recibí el ramo. Me tomo por la cintura, acercando nuestros cuerpos para así besarnos.- Bienvenida a casa Rose.

Podemos quedarnos aquí para siempre o donde sea pero contigo porque contigo soy feliz.
¿Qué más da haberle dado la espalda al mundo por ti?