El parque botánico de Posa, estaba dividida por la zona del lago, los humedales y el frondoso bosque. Había pertenecido en los inicio de la ciudad, a un rico hacendado que al morir había legado en su testamento que todas sus tierras fueran de uso público. Hoy precisamente, había sido de mucha utilidad.
Emily Tate había estado de luto aquellos días, pero aunque había perdido a un buen aliado, no podía darse el lujo de perder el tiempo. Los inocentes necesitan venganza, necesitan paz. Los siguientes en ser juzgados habían cometido un delito, que en palabras de la chica de la capa roja, eran aberrantes como todos.
Fedora Minch y los otros, llegaron cuando el cuerpo de un hombre de unos treinta y tantos años ya estaba siendo llevado a la morgue. Lo habían hallado en la zona de los humedales, donde habían grandes bancos de neblina espesa. Los guardias nocturnos habían llamado a primera hora de la mañana, pues habían sido drogados y ni cuenta se habían dado de lo que había ocurrido.
Los policías habían llegado desde temprano, para revisar el parque botánico, de extremo a extremo, hasta que finalmente habían hallado huellas en la zona de los humedales. El escuadrón canino había llegado, y así habían dado con el cuerpo.
–El cadáver está descompuesto, producto de los microorganismos que viven en el humedal, lo que llevaron a que el cadáver se descomponga más rápido –comentó una chica del laboratorio de criminología.
Pero no pudieron seguir comentando, porque los perros comenzaron aullar y a ladrar como locos.
–¡Encontramos otro cuerpo! –gritó un policía.
Sí, había aparecido otro cuerpo, pero esta vez, era el de una mujer, para sorpresa de todos. Era la primera mujer que había sido documentada como asesinada por Emily Tate. Pero cuando ya la había sacado, los perros volvieron aullar y otro cuerpo apareció, un poco más allá. Otra mujer, atada de la misma forma que la primera, a una silla metálica y con las marcas de E.T. en el vientre y en el corazón. Tres cuerpos.... El último cuerpo estaba atado a algo, que estaba más al fondo del humedal.
–¿Cree qué Longhborn sabía de esto? –preguntó Linker en un susurro a Minch.
Minch habría querido decir que no, pero no estaba seguro, Benito había ayudado a recopilar información para Emily Tate, e incluso ayudó a matar. Tenía que lograr dar con ella ¿Pero cómo? ¿Cómo se había puesto en contacto Longhborn con una asesina?¿Había sido ella quien se puso en contacto?
♢♢♢
Cuando volvieron a la estación, ya habían dado con la identidad de las víctimas. Todos estaban en una de las salas, comentando el expediente, porque al final, era comprensible porqué Emily Tate los había asesinado. Los cuerpos, pertenecían a Olav Rotinam, Ro y Ría Edanap.
Olav y Ro, era una pareja desquiciada, que había sido guiada por el alcohol, las drogas y la violencia. Habían mantenido una relación inestable por años, hasta que finalmente Ro Edanap había quedado embarazada, y no le bastó con el consumo de alcohol, sino que también con pasta base. El bebé había nacido bien en peso y talla, pero había nacido con síndrome de abstinencia. Servicios sociales había luchado para que el bebé fuera sacado del lado de la madre, pero los jueces habían desestimado aquella medida, pues al final, ella había demostrado preocupación en el último tiempo.
Pero como siempre, se habían equivocado, porque ella seguía teniendo una relación con Olav Rotinam, quien tenía varias denuncias por su agresividad y por presuntos abusos sexuales. Ría Edanap era la hermana de Ro, y se movía en el mismo mundo que ellos. Varias veces habían estado los tres juntos. Una noche, los vecinos denunciaron que la música, los gritos y las risas, ya no se podían soportar, y cuando llegó la policía habían hallado un macabro crimen.
ESTÁS LEYENDO
La Bestia de la Calle
Mystery / ThrillerLa ciudad de Escaris, es una ciudad cosmopolita que nunca duerme, con una población que va en aumento. Pero las noches no son seguras, al menos no para los violadores y asesinos. El investigador Fedora Minch y su inexperto compañero, Bert Linker, bu...