Capítulo 11

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Durante unos minutos, nos quedamos en silencio mirándonos fijamente. Nunca había visto unas lágrimas tan al borde de unos ojos. Y tenían que ser los suyos...
Ana bajó la cabeza y agarró el volante. Arrancó el coche y siguió en silencio un tiempo.

-Te dejo en tu casa y ya está.- sus mejillas estaban húmedas y su voz entrecortada.

-Ana, lo siento mucho, no sabía que...

-Da igual.-estaba muy cabreada... Se le notaba demasiado.

No me atreví a contestarle, no podía. Entiendo que esté mal, pero yo no sabía nada... Aún así no sé porqué he dicho que no cuando estar con ella a solas unos días es lo único que necesito. Supongo que todavía no estoy preparada para actuar como si no hubiera pasado nada después de que se fuese de mi vida cuando más la necesitaba.

-Ana...

Me ignoró.

-Ana, por favor, escúchame.

Me volvió a ignorar. Maldito nudo en la garganta.

-¡Joder, Ana!

-¿¡Qué coño quieres!? ¡Ya me has dejado muy clarito que no quieres saber nada de mí!- su tono era demasiado elevado y estaba demasiado nerviosa.

-Ana, no me grites. Yo no tengo la culpa de que Jadel no supiera valorar lo que tenía. Entiende que no puedo actuar como si nada después de que desaparecieras de mi vida cuando solo te necesitaba a ti a mi lado...

-¡Me parece perfecto!

Pegó un volantazo que casi provoca que nos choquemos de frente con una furgoneta.

-¡Dios! Ana, relájate por favor...-estaba realmente asustada.

-Estoy muy relajada, Miriam. Ahora llegamos a tu casa, te quedas allí y hasta el concierto, ¿sí? Haz lo de siempre. Vete a tu puta casa y desaparece de mi vida durante todo el tiempo que te quieras comportar como una niñata inmadura.- esto último lo dijo con un tono frío y de indiferencia mirando al frente.

Acababa de convertirse en lo que había sido mi infierno durante 7 años. En este momento era igual que él.

-No me hables así... Tú también no, por favor...-le miré siendo incapaz de contener las lágrimas. Quería a la Ana de siempre, cariñosa, atenta y protectora conmigo, la que me hacía sentir segura, no a la que tengo delante que es capaz de ir a hacerme daño con sus palabras.
Me miró cambiando por completo el gesto y dándose cuenta de su cagada.

-Dios mio, rubia...

Soltó el volante y me cogió la mano.
Pitidos.
Negro.



No me matéis xd. Os va gustando? Os gustaría que apareciera algo o alguien en especial? Me lo podríais decir en los comentarios o por direct de mi insta que es @_paulx09 . Gracias por leermeeeee

Una Eterna Despedida ||•Wariam•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora