Capítulo 24

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—Si te duele aprieta mi mano, ¿vale?

Había sentado a Ana apoyada en la pared para poder limpiarle bien las heridas. Asintió débilmente ya que apenas tenía fuerzas para hablar y empecé a limpiarle la sangre con mi jersey.

—Estás muy guapa. -dijo en un susurro casi inaudible.

—¿De verdad no tienes fuerzas ni para hablar y lo haces para decirme que estoy guapa sin jersey? ¿De verdad, Ana War? -reí.

Sonrió, pero su inmensa sonrisa, esa que iluminaba todo, no iluminó sus ojos. Esta vez no.

—Miriam...

—¿Sí?

—¿Por qué has aparecido en este momento? -paré de limpiar su cara de sangre y bajé la cabeza.

—Pues... Para hacerte daño, supongo, porque se ve que no sé hacer otra cosa. Si no hubiera apare...

—Si no hubieras aparecido hubiera seguido igual de mal que antes de que lo hicieras. -me cortó. -Sé que te parecerá raro, porque solo fue una noche y después volvió la oscuridad por así decirlo... Pero esa noche fue la mejor que tuve en años. Estar contigo, cantar, bailar, como si no hubiera pasado nada... Desde que te fuiste no he tenido ni un solo día de paz, excepto esa noche. Así que gracias, porque te aseguro que esto ha merecido la pena. -no llores, gilipollas, que es ella la que está mal.

—No ha merecido la pena, Ana. Te han vuelto a hacer daño por mi culpa, he vuelto a fallarte... -otra vez llorando. -no tendría que haber aparecido.

—Ya te he dicho lo que hubiera pasado si no hubieras aparecido.

—No, me refiero en tu vida. No tendría que haber aparecido en tu vida. -palideció y me di cuenta de lo que había dicho. -No, no, no me refiero a eso Ana, no me arrepiento de absolutamente nada de lo que he vivido contigo. Me refiero a que no te estaría pasando esto de no ser por mí, y no te hubiera pasado nada aquella noche.

Ana suspiró y miró al suelo, intentando evitar, supongo, que viera las lágrimas que empezaron a brotar de sus ojos.

Flashback

—¿Qué tal está tu padre?

Ana era la típica persona a la que le daba igual todo, absolutamente todo, con tal de que la gente estuviera bien. Todo el mundo, pero sobre todo la gente a la que quería. Y a quererme no le ganaba nadie. Por eso estaba arrodillada delante de mí, con un algodón y agua oxigenada, curándome las heridas de la cara que me había causado la pelea con Rubén unos minutos antes, la cual había parado porque mi padre me hizo prometerle mientras le metían en la ambulancia que no iba a hacer nada que me metiera en un lío legal. A pesar de estar tirada en el suelo, medio desnuda, y sin fuerzas apenas para hablar, en cuanto me vio la cara se levantó como pudo y fue a por el botiquín.

—No lo sé. - me encogí de hombros. - No me han dejado verle -suspiré- Le dije que no corriera, y menos con el animal ese de Rubén. Te juro que cuando cayó al suelo y ese gilipollas lo único que hizo fue burlarse de "ese viejo", yo solo pensaba en matarle con mis propias manos.- Mientras me limpiaba la última herida me acarició la mejilla.

—Él es fuerte, va a salir de esta.

Su mirada y su tono de voz eran fríos desde que entré en casa, pero... ¿qué podía esperar? Por jugar a las putas carreras de motos, había dejado que entraran en mi casa, en nuestra casa, y que le hicieran daño a la mujer que más había querido en toda mi vida. Sólo se me venía a la cabeza que mientras ese desgraciado le estaba forzando, ella probablemente estaría gritando mi nombre y esperando que llegara para salvarla, ya que una vez le prometí que mientras yo viviese, nadie le iba a hacer daño. Pero no fue así.

—¿Ha sido Héctor? -pregunté mirando al suelo. Su mirada se endureció más si cabía y se levantó dándome la espalda.- Ana...

—¿Quién es el pavo ese que te trajo?

Sabía a lo que se refería. Claro que lo sabía. Que Pablo hubiera vuelto estos últimos meses solo tenía como explicación lo de ese día; mientras él estaba conmigo consolándome por lo de mi padre, cosa que también estaría planeada, Héctor se vengaría de mí como una vez prometió haciendo daño a lo que más quería. A mi punto débil. Y todo esto, ella lo sabía. Y yo solo quería morirme por haber creído que Pablo volvía a ser Pablo, que volvía a tenerle. Y por creer eso, había jodido la relación con el amor de mi vida y había permitido que le hicieran daño.
Suspiré y miré a la puerta mientras sentía su mirada de decepción y dolor clavada en mí.

—¿Me tomas por... por gilipollas o qué?

Volví a mirarle, pero tuve que apartar la mirada antes de romperme por completo. No era justo que yo llorara. En ese momento solo tenía ella ese derecho.

—No sabía cómo explicártelo.

—¿Cuántas veces? -no apartaba su mirada de mí, mientras yo no podía ponerla sobre ella. Y entonces me empecé a romper del todo.

—Que fue una tontería. -supliqué más que dije, con la voz rota y los ojos encharcados puestos en los suyos.

—Yo creía que esto... era especial.

Solo pude romper a llorar y levantarme para abrazarle. Solo necesitaba eso. Tenerle entre mis brazos y decirle que todo iba a salir bien, que me perdonase, que no me iba a volver a separar de ella. Y sabía que ella también lo necesitaba. Pero esta vez no iba a ser tan fácil. Cada vez que conseguía acercarme a ella y abrazarle me empujaba para que me alejase, y a mí me faltaba el aire. Pero entonces me gritó algo con una mirada que se me grabó para siempre. Era una mirada de súplica. De no querer, pero necesitar.

—¡Lárgate, joder!

Me estaba suplicando que me fuera de su vida, que dejara de hacerle daño. Y comprendí que era lo mejor que podía hacer, así que le dediqué una última mirada llena de significado y me fui.

Aquel día perdí a Ana, perdí a mi Pablo, porque ese Pablo ya no era él, y perdí a mi padre.

Mi padre no salió vivo esa noche. Pero yo tampoco.

Fin del flashback

I M P O R T A N T E

Prestad atención a todos los detalles porque explican todas las incógnitas que ha habido durante la historia.

Holiii.
Lo primero, el corte del diálogo que hicieron en clase de los Javis está cogido de un vídeo que me encanta que se llama "Ana y Miriam  A hundred years  WARIAM" que lloro mucho con él.

Lo segundo, que lo siento por tardar tanto en actualizar, pero estoy en mi pueblo y no tengo ni datos ni WiFi, así que sólo puedo subir cuando voy a alguna casa con WiFi.

Lo cuarto, os va gustando?? Contadme en los comentarios.

Gracias por seguir aquí, nos leemos 🖤

Una Eterna Despedida ||•Wariam•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora