#4: Realmente es guapo

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#4: Realmente es guapo.

Aleit.

Hoy me desperté con unas inmensas ganas de ir a clase, no entiendo el motivo. Siento que hoy es un día diferente...o simplemente me he vuelto loca.

Camino por los pasillos del instituto después de que Alois se haya alejado para ir con su grupo. Avanzo hacia mi taquilla sin siquiera mirar mi camino, solo me preocupo en buscar el periódico escolar desde mi móvil. Es algo que raras veces hago, ya dije que hoy me levanté con ánimos.

Mis piernas se paran en seco cuando choco contra alguien, esa persona suelta un quejido.

—¡Mira por donde andas!— exclama. Natasha Penz. Sus ojos azules me escanean de arriba a abajo con rabia y asco. La odio. Es la mejor amiga de Bianka, las odio a las dos, pero sobretodo a Bianka, que quiere quitarme a Maik.

—No me grites, tú también me chocaste— ni yo misma creo haber sacado eso de mi boca.

—¿Me has respondido?— su cara se vuelve más roja que mi pelo. Ok, ya estoy sintiendo miedo.

—S-sí— intento sonar segura. Aleit para.

Ella se acerca a mí lentamente, desafiante. Siento como mi estatura se empequeñece ante ella. ¡¿Dónde están mis amigas cuando las necesito?!.

—Mira niña, no sabes con quién—

—¡Eh, eh!. Cuidado con tus amenazas— ¡Oh, ya tardaban!.

Suelto un suspiro lleno de alivio. Natasha se aleja poco a poco de mí sin despegar la mirada de mis amigas, con una sonrisa ingenua en la cara.

—Vaya, se llenó el grupito. ¿Creéis que por ser tres podréis conmigo?— se cruza de brazos poniendo pose de divas.

—Puedes llamar a tus amigas si quieres, con tal, bastaría que una de nosotras os parta la cara a todas— oh, oh, ¡Cállate Saskia!. Me gusta como habla, claro, a la hora de discutir la confío, pero hablemos con la verdad, ellas nos matarían. Nunca hemos llegado a golpes con nadie, al menos yo.

Natasha suelta una carcajada—¿Tú crees? ¿Lo comprobamos?— miro a mis amigas, no sienten miedo, quieren pelear.

—Mira, no hace falta que lleguemos a eso. Tú por tu lado nosotras por el nuestro— intento tranquilizar el momento.

—Cállate— me ordena de una forma dura.

—¡Oye no la mandes a callar!— exclama Margrit. Algunos del pasillo centran su atención en nosotras.

¿Quién se cree ella para mandarme a callar?. Yo soy muy pasiva, no quiero meterme en problemas. Pero no puedo aceptar que me rebaje de esa forma.

—¿Qué pasa aquí?— Dierk hace su aparición. De repente, la leona en que se había convertido Natasha, se transforma en una gatita abandonada.

—Amor...— le acuna la cara y le besa.

¿Amor? ¿Beso? ¿Hola?.

Margrit, Saskia y yo nos miramos confusas y asombradas, todos los que se encuentran en el pasillo también miran la escena. No tenía idea de que Dierk y Natasha sean novios, este año está lleno de sorpresas.

Se separan y Dierk nos mira. Cuando está apunto de decir algo, Natasha se lo lleva consigo, todo el mundo vuelve a lo suyo.

—¡Agh! La odio. Cuántas ganas tenía de partirle la cara— gruñe Saskia.

—Y yo. Aleit, tienes que ponerte las pilas— dice Margrit. Tocan el timbre, caminamos hacia el aula.

—¿Con qué?.

Voy a cumplirlo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora