#25: "Aléjate de ella"

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#25: "Aléjate de ella"

Aleit.

La mayoría de adolescentes después de un sábado de fiesta, despiertan con una tremenda resaca o simplemente se levantan hasta la tarde del domingo. Pero o eso no sucede siempre o yo no soy una adolescente normal, porque en vez de despertarme cansada por la fiesta de ayer, me desperté con unas tremendas ojeras de no haber podido pegar ojo durante toda la noche.

¿La razón?

Estaba pensando en Dierk.

Estaba asustada. No le vi después de haber huido de Maik, y tengo miedo de que pueda haberse ido porque presenció el beso. ¿Y si es así? ¿Y si ahora mismo está enojado, muy enojado conmigo y no quiere verme ni en pintura? Que no sea eso porfavor, no le quiero perder. Y encima, le llamé varias veces y no me cogió el móvil.

Aunque la otra razón de mis ojeras es que pasé la noche llorando por esta causa. Sí, soy muy tonta por sacar conclusiones precipitadas pero ¡¿Qué puedo hacer?!, pienso mucho y se puede decir que este es mi don, crearme historias. También lloré por la rabia que me tengo a mí misma por el hecho de que en algún momento de mi vida pensé que estaba enamorada de Maik.

Puro disparate.

Miré el despertador y este marcaba las ocho y cuarto de la mañana. Me levanté de la cama y me metí al baño, con el fin de darme un baño calentito durante muchas horas. Lo necesitaba.

Después de conseguir relajarme un poco con ese baño, ingresé en mi cuarto y lo primero que hice fue coger mi móvil. Y al ver un mensaje de Dierk, mi corazón saltó de la alegría y a la vez del miedo.

"Vi varias llamadas tuyas. Estoy bien preciosa, nos vemos luego".

Sonreí como una niña al conseguir la muñeca que tanto anhelaba. Me dijo "preciosa", y una persona enojada con alguien no le habla de esta manera. Sentí las enormes ganas de mandarle un mensaje diciéndole que le quiero, pero Dierk no es tonto y sospecharía, y además, decirle por mensaje que le quiero no era la mejor idea teniendo en cuenta que sería la primera vez que se lo diga.

—Aleit despertando a las diez en un domingo. ¿Quién lo diría?— bromeó mamá mientras se llevaba la taza de café a la boca.

Si supiera que el término adecuado no sería "despertar" porque no he dormido nada....

Pero no puedo decirle a mamá que no dormí porque me obligaría a hacerlo.

—Yo también te quiero mamá.

Me senté en una silla del comedor para después servirme una taza de leche con cereales de miel. Los adoro.

¿Cómo fue la fiesta? ¿Lo pasaste bien?— preguntó mamá.

Al principio.

—Sí— no mentí del todo.

Y como una hija que conoce bien a su madre, me esperaba que notara algo raro en mí y soltara palabras como: "soy tu madre y te conozco". Pero me sorprendí cuando no dijo nada parecido y solamente se dedicó a picar un poco de cereales.

¡Estos cereales son mágicos!

—¿Sabes dónde está tu prima? No llegó hasta ahora— metí una cucharada a mi boca mirándola con el ceño fruncido.

—¿Todavía?— negó.

Wow... Susann sí ha tenido una noche movidita.

—Y al parecer Dierk tampoco, porque hace una hora vino Angie a preguntar si pasó la noche aquí.

Voy a cumplirlo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora