#26: cuatro palabras.
Aleit.
¿Una de las cosas más graciosas de esta vida?: Ver a Saskia llorar.
Vale, como buena amiga que soy tendría que compadecerme de ella y acompañarle en los llantos, pero ¡Se me hace difícil!. El sonido de su llanto es como la mezcla del llanto del cerdo y del gato.
¡Y sí, los cerdos lloran!
—Saskia...— llamó Margrit, agachándose en frente del inodoro en que está sentada Saskia— Carl solo dijo que le gustaría verte con tu color natural de cabello.
—¡Pero me molesta!. ¿Acaso el rubio no me queda bien? ¿Es eso?— se levantó bruscamente y casi Margrit se cae al suelo. Salió del cubículo y se acercó al lavamanos, mirándose al espejo.
Rodé los ojos— te queda bien...
—¿Y por qué me quiere ver diferente?.
¡Agh!
—Estar con tu color natural no es estar diferente Saskia. Estoy segura que a los ojos de Carl eres verdaderamente hermosa estés como estés, aunque si te viera ahora...— señalé su cara llena de mocos y el rímel corrido, y ella casi me asesina con la mirada— en fin, no puedes enfadarte solo por eso, ¡Hasta te pones más dramática que yo!. Así que señorita, vas a lavarte esta cara de asco que llevas y vas a salir a buscar a Carl y disculparte con él.
—¿Disculparme?— hizo un puchero.
No, no, no, esas cosas no van conmigo. Bueno, sólo cuando se trata de Arthur y Dierk.
—Le montaste un gran pollo en el comedor delante de todos, tienes que disculparte— opinó Margrit, mirando su tablet— esto seguramente salió en el periódico escolar...
—No lo digas ni en broma.
~~~
Su manera de correr, de dar pase al balón, de reírse con sus compañeros de equipo...¿Me estaré convirtiendo en una acosadora?. Pero es que me encanta observar a Dierk entrenar, y además, él me pidió que le esperara para que regresemos juntos.
Sentí una intensa mirada sobre mí, así que me giré y me sorprendí en seco. Jürgen se encontraba a unos metros de mí mirándome con atención, y al instante me sonrió y se venía hacia mí.
¿Os acordáis de Jürgen?. Es el ex de Saskia, el que cortó con ella diciéndole que era "gay", pero luego el periódico escolar nos informó que le quitó la virginidad a una compañera.
¿Soy mala por querer reírme de nuevo en la cara de Saskia?.
—Hola Minion, ¿Qué tal?— me saludó Jürgen con este apodo que tanto odio.
¡Ya sé que no tengo la estatura de Kendall Jenner pero no soy tan baja!. ¿Así se siente Dierk cuando le llamo "Pitufo"?. No creo, porque él no es bajito, solo es un simple apodo que le dí de pequeños y que ni loca dejaré de usarlo.
—Hola Jürgen–Mocos–Walter— él frunció el ceño.
—Hace años que dejé de tener mocos— se quejó. Yo crucé los brazos.
—Y yo de ser enana.
Ni tú te lo crees, monada.
—¿Estás segura, Minion?— arqueó una ceja sonriendo.
—Te odio.
Jürgen soltó una carcajada y luego me estrechó en sus brazos, a lo que yo le devolví riéndome.
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Voy a cumplirlo ©
Teen FictionAleit Rosensweig, lleva enamorada desde su infancia de Maik Lutremberger; un vecino suyo cuyo hermano es Dierk Lutremberger, aquel que en poco tiempo se ganó el odio de Aleit, y el sentimiento es mutuo. O eso dice Dierk. Por circunstancias desconoci...