#7: tu amiga ha venido de visita

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#7: tu amiga ha venido de visita

Aleit.

Dos semanas después.

Pongo el codo en la mesa y apoyo mi cabeza en mi mano, a la vez que remuevo la leche con la cuchara, con la pereza de introducirla en la boca. Me levanté con una pereza y un mal humor hoy que no quiero ni comer.

Y para el colmo tengo que ir a clase.

—Buenos días— saluda Alois ingresando en el comedor.

—¿Qué tienen de buenos?— murmuro. Él logra escucharlo y sonríe.

—¿Y a esa qué la pasa?.

—Se levantó sin ganas hoy— le responde papá.

—Está con la regla— dice Arthur, dejándome boquiabierta.

—¡No estoy con la regla!. ¡¿Y tú cómo sabes de eso?!— escucho la risa de mis padres y Alois.

—Dentro de poco cumplo nueve, ya soy mayor para saber esas cosas.

¿Perdón? ¿Mayor?. Yo cuando tenía nueve no...oh, bueno, ya tenía un Crush con Maik.

Ah cierto, en dos semanas es tu cumple— recuerda mamá.

—Sí. ¡Quiero celebrarlo!.

— Aleit a clase— dice Alois, levantándose de la silla. Hago lo mismo, nos despedimos y les dejamos a nuestros padres y a Arthur tratando de su fiesta de cumpleaños.

                               ...

Hago pompa con el chicle y luego lo mastico causando unos sonidos espectaculares. Esa es la razón por la que me gusta comer chicle, aparte de la dulzura.

En fiin...

Margrit, Saskia y yo nos encontramos tumbadas en el césped del colegio, decidimos saltarnos la clase de lengua. Okay, eso no es verdad, simplemente el calvo profesor nos echó por mascar chicle en la sala y formar esos sonidos que no-sé-por-qué-le molestan.

—¿Sabéis qué me dijo Carl?— cuestiona Saskia con una sonrisa bobalicona.

—¿Qué?.

—Que le gusta el color de mi pelo.

Margrit y yo nos miramos incrédulas, luego miramos de nuevo a Saskia.

—¡Pero si no es tu color natural!— aclara Margrit.

—¿Y en serio se cree que eres rubia?— intervengo. Saskia se encoge de hombros.

—Me ha dicho algo bonito, eso es lo importante. Ya cuando nos casemos y me dé pereza ponerme tinte...ya se dará cuenta— dice como si nada.

Miro a Margrit—¿Tú estás segura de que ella está bien de la cabeza?.

—Lo estoy dudando...

—En fin, ¿Por qué no has almorzado hoy con Maik?, Por cierto, ¿Dónde estabas?— pregunta Saskia mientas se quita la hormiga que subía por su brazo. Chasqueo la lengua.

—En la biblioteca. Me daba pereza ir al comedor. Además, Maik no me invitó hoy, así que no puedo coger tanta confianza e ir a sentarme así como así.

—Tiene su punto.

—El tema de Maik me aburre— masculla Margrit— hablemos del pitufo.

—No empieces Mar— advierto. Ella sonríe pícara.

Voy a cumplirlo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora