#22: «No me rendiré»
Aleit.
—¡Joder!— Saskia y yo nos sobresaltamos por el repentino grito de Margrit. Ella nos miró anonadada. ¿Qué es lo que habrá descubierto ahora en su dichosa tablet?.
—¡¿Qué?!— preguntó Saskia desesperada.
—¡Aquí dicen que descubrieron a Gretta besándose con una chica equis! Y lo peor es que ¡Hay una imagen de ello!— dijo seguramente leyendo el periódico escolar, dejándonos estupefactas.
—¡Mientes!, A ver— miré la tablet de la castaña. Y efectivamente, en la pantalla se podía visualizar a Gretta acorralando a una chica— la cual no se le veía la cara— en la pared y besándose.
—¿Gretta es lesbiana?— chilló Saskia. Le hicimos una seña de que no alzara la voz porque estamos en la cafetería en la hora de descanso, y por ningún motivo queremos que Gretta nos escuche hablando de ella.
Aunque seguramente se encuentra en este instante encerrada en el cuarto de baño sin querer dar la cara. Y no es que se tenga que avergonzar de ser lesbiana, no, pero lo que pasa es que todos creíamos que ella salía con Brad, uno de los chicos más guapos del equipo de baloncesto. Y este es otro caso, seguramente Brad está también escondido en algún lugar avergonzado, eso si él no sabía desde un principio que su novia era lesbiana y fingían su noviazgo.
—Seguramente es bisexual— Margrit se encogió de hombros.
—Solo espero que no se enamore de mí, soy muy caliente y ella fácilmente caería en la tentación— dijo Saskia con arrogancia. Margrit y yo nos soltamos a carcajadas.
Rápidamente dejamos el tema de Gretta y su sexualidad de lado y nos pusimos a hablar de cualquier tontería. Llevé mi mirada a la mesa de los populares y vi a Dierk. Hoy estaba más guapo que nunca, me encantaba como le quedaba la gorra negra que tenía puesta. Él sintió mi mirada y clavó sus iris azules como el mar en mis ojos, le sonreí y me guiñó el ojo, haciendome sonrojar.
— Tierra llamando a Aleit— volví con mis amigas.
—¿Sí?.
—Estaba diciendo que el sábado Connor organiza una fiesta en la playa, sus padres tienen una casa ahí, ¿Irás?. Sí, irás— rodé los ojos.
—¿Para qué me preguntas si vas a decidir por mí?— le pregunté a Saskia. Ella me sonrió sarcástica— de todos modos, tengo que pedirles permiso a mis padres.
—¿Permiso a los tíos para qué?— Susann apareció detrás. Me echó para un lado y se sentó a mi lado. Logré oír como Margrit soltaba un bufido.
—Para ir a una fiesta en la playa— respondí. Ella saludó a mis amigas; Saskia la saludó secamente y Margrit simplemente no lo hizo.
A ellas todavía no les caía bien Susann. Solo es cuestión de tiempo.
—¿La que organiza Connor?— asentí. Me sorprendió que Susann ya conozca a Connor, y no solo a él, sino a la mayoría del instituto. Es que hace nada que llegó.
—¡Ah, bien!. Por los tíos no te preocupes prima, yo les pediré por las dos— la miré sorprendida.
—¿Enserio?.
—Ajá— asintió— bueno me tengo que ir, mis amigas me esperan— se levantó.
—Al fin— murmuró Margrit.
—¿Decías algo?— Susann frunció el ceño. Margrit levantó la mirada y sonrió con suficiencia.
—¿No te ibas?. Adiós— agitó la mano en su dirección.
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Voy a cumplirlo ©
Novela JuvenilAleit Rosensweig, lleva enamorada desde su infancia de Maik Lutremberger; un vecino suyo cuyo hermano es Dierk Lutremberger, aquel que en poco tiempo se ganó el odio de Aleit, y el sentimiento es mutuo. O eso dice Dierk. Por circunstancias desconoci...