Esta vez, la princesa salva al príncipe

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Esta vez, la princesa salva al príncipe

Pasé tres días encerrada en la sala de entrenamiento, entrenando con Stephen. No iba a dejar que ese lobo, ni ninguna otra cosa, me tomara por sorpresa. Durante esos días, recibí mensajes de Alec todas las mañanas preguntándome si quería juntarme con él. Yo no le respondí ninguno.

Esa noche, terminé de cenar y me fui a dormir. No me di cuenta de lo cansada que estaba hasta que me dormí. Y soñé algo rarísimo. Estaba yo saliendo de la entrada de la casa y abrí la reja para salir, pero me quemaba. Cuando miré la reja, me di cuenta de que estaba en llamas, y al mirarme la mano me había quedado una raya de carne viva pero había una parte que se había quedado más quemada que las otras y parecía una palabra “NO”. El mensaje estaba claro. Tanto Rose (mi perrita) como Wishky (mi conejito) se habían quedado a dos metros de la reja y no querían avanzar. Pero aun así salí  y me esperaba alguien en la ciudad. Una manada de hombres lobo me estaban esperando en las puertas del parque y me atacaron con todo lo que tenían. Traté de hacer hechizos, pero fue inútil y lo único que pude hacer fue tratar de sujetarme de algo del suelo y gritar.

Me desperté mojada. Las puertas del balcón estaban de nuevo abiertas. Cuando las fui a cerrar, vi a un niño, el mismo del parque. Estaba muy lejos y no sé cómo hice para distinguirlo. Estaba sobre una colina, donde empieza el camino. Mi corazón se detuvo por un segundo, me asusté tanto que casi me desmayo. Cerré las cortinas inmediatamente y bajé corriendo las escaleras. Era un poco temprano y las de limpieza estaban haciendo sus quehaceres con magia. Hacían un remolino con la mugre y desaparecía. Micha no estaba por ningún lado, y en la puerta había una nota de mi papá que decía que se había ido a trabajar. Desayuné con los nervios a flor de piel. Cuando estaba a punto de levantarme, Micha entró por la puerta. Instintivamente la abracé. Y una visión vino a mí.

Micha en el parque, un montón de lobos. Ella trata de evitarlos pero la ven y salen tras ella. Micha corre y logra esconderse en un bar y salir por la puerta trasera. Se transporta al auto y el chofer pisa el acelerador y salen a pique.

-Micha.- Lo dije con muy poca voz. Estaba asustada y me sentía culpable por lo que le había pasado a Micha. No sabía por qué, pero siempre que estaba con ella, dejaba al descubierto mis sentimientos.

Micha me abrazó y me tranquilizó.

-¿Qué pasa?

-Vi lo que te pasó.- Hice una pausa.- Tuve un sueño que decía que no tengo que salir hoy de acá porque si no los hombres lobos me iban a hacer daño. Y cuando desperté un niño lobo estaba parado justo donde empieza el camino, mirándome. El mismo que dijo que me iba a pasar algo malo.- Hablé apresurada y atropelladamente.

-Tranquila. Hoy no salgas y todo va a ir bien.- Asentí.

Me pasé la mañana en mi cuarto. Me bañe me arreglé, hasta dormí un poco más. Ese día la verdad es que no hice nada interesante. Simplemente me relajé, y lo necesitaba.

A la mañana siguiente, recordé el sueño de esa noche. Los lobos estaban discutiendo y se rehusaban a esperar otra mañana más a la bruja. Esa mañana se equivocaron de bruja y las anteriores no encontraron a nadie. Así que era un alivio y podía quedarme tranquila.

¿Dónde estás? Hace mucho no nos vemos. ¿Venís al parque? ¿O me estás evadiendo?

Me había olvidado que durante esos dos días Alec me había enviado todas las mañanas un mensaje parecido.

Me cambié y después de desayunar me fui al parque. Alec estaba sentado en un banco y por un momento retrocedí en el tiempo. Volví a ese día en el que habíamos quedado a las cinco y yo llegué tarde. El mismo día en que me habían arreglado las chicas. Yo estaba mucho mejor vestida que entonces, pero recordé a Alec en la misma posición en la que estaba ahora, con los codos en las rodillas y la cabeza en las manos, mirando su reloj cada tanto. Volví a sentir que se me rompía el corazón. Me senté a su lado y le tomé la mano. Mis visiones duraban microsegundos, siempre, al igual que ésta.

Peleas Por SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora