No hay nada mejor que un hermano

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No hay nada mejor que un hermano

-¡Te voy a matar! ¡Vení para acá!- Will empezó a nadar lejos de mí. Yo traté de alcanzarlo, pero era muy rápido y tenía buenos movimientos bajo el agua. Así que intenté otra cosa. Me subí a sus hombros para dejarlo bajo el agua un rato, pero él me tomó de las piernas y me alzó. Nos estábamos muriendo de risa y él me tiró para atrás. Salí volando y caí de espaldas al agua.

-¡Me empaparon!- Una voz nos sacó de nuestros juegos. Micha estaba sonriente con su toalla y la bikini puesta. Que, dicho sea de paso, le quedaba espectacular. Ella tenía el vientre tan chato como yo y tenía mucho busto y trasero, cosa que yo también. Atrás de ella venía Stephen, y tengo que admitir que eso de que tenía buen cuerpo era totalmente verdad, así y todo eso se quedaba corto. Estaba bien moldeado y sus músculos estaban bastante arcados, aunque no en exceso. Me dejé flotar como tabla en el agua.

-Creí que no querías distraernos.- Le dije con una sonrisa. Él sonrió.

-A tu hermano no lo voy a distraer, quedate tranquila.- Me respondió con un tono raro. Y sabía que trataba de decir que iba a ser yo quien estuviera distraída.

-Ya quisieras.- Le dije y me sumergí en el agua.

Cuando salí, Micha estaba tomando sol y Stephen tomando carrera para tirarse a la pileta. Se tiró cerca de mí y me sonrió, lo hizo para molestarme.

-Micha, ¿Me ayudas?- Preguntó Will, de vuelta con su mano extendida para que Micha lo sacara fuera de la pileta. Yo me reí.

-¿Necesita ayuda mi Will?- Preguntó en broma Stephen.- Si queres ayuda de Micha vamos mal, eh.

-Dejalo, lo dice solo para molestarte.- Micha extendió la mano… y se metió en la pileta con ojotas y todo. Nunca había visto a Micha enojada, era muy bonita. Will se dio cuenta de que metió la pata y Stephen no tardó en confirmarlo.

-¡Mejor corre! ¡Corre por tu vida!- Will salió corriendo, perseguido por Micha. No lo agarró, pero él se rindió.

A la noche, chequee mis mensajes.

¿Dónde estás?- Alec.

Me volví a poner lo que acababa de sacarme y me fui al bar corriendo.

-¿Qué haces?- Me preguntó Will que salía de su cuarto refregándose los ojos. Se unió a la carrera.

-Dejé plantado a Alec.- Will se despertó en un segundo y se cambió con magia.- Qué horrible persona que soy.- Dije más para mí.

-Hey, tranquila. No es necesario que te pongas el glamour. No saben quién sos.- Asentí y me subí a mi moto.

Aceleramos y salimos para el bar. En el camino me torturé con lo mala amiga que soy, que Alec siempre me había ayudado y yo no podía salir con él sin llegar tarde o dejarlo plantado. Estaba segura de que ya a esas alturas Alec se habría ido. Pero él siempre me sorprende. Estaba sentado en una mesa en una esquina. No había ventanas ni mucha gente cerca. Quería golpearme la cabeza contra la pared.

-Después te torturas, ahora anda y habla con él. Voy al baño.- Dijo Will y me guiñó un ojo. Cómo quería a Will. Y pensar que en un momento lo quería echar de la casa.

-Hola.- Le dije a Alec.- ¿Puedo?- Dijo señalando la silla. Alec la señaló como diciendo “por favor” y nos quedamos en un silencio incómodo.- Perdón, en serio. No quería dejarte plantado ni mucho menos. Estaba con… me olvidé. Perdón.- Me acordé de que Alec no sabía que Will era mi hermano.

-No me molesta que me hayas dejado plantado. Quiero decir… me quedo mal, un poco. Pero primero me escondes algo bastante grande y ahora esto.

-Perdón, es que estoy pasando por una situación difícil y…- Mi celular me interrumpió.

Peleas Por SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora