Poor Cirius

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Me desperté, me cambié, comí y me fui en mi moto a la universidad. Tan pronto como llegué, vi a mis amigas hablando con Ash en la puerta.

-Hola.- Pasé a su lado y entré. Las chicas me siguieron, y obligaron a Ash a seguirlas.

-Estábamos hablando con Ash sobre la salidita de hoy.

-¿A SÍ? ¿Y a qué llegaron?

-A que queremos ir a bailar. Sabemos que te encanta.- Mel tenía un tonito que me decía que iba a ir a bailar quisiera o no. Puse los ojos en blanco y sonreí.- Ash también invitó a unas amigas.

-Me alegro, ¿Dónde nos vemos?- Pregunté.

-En tu casa.- Me respondió Em.- Nos arreglamos y salimos juntas de ahí.- Dudaba sobre que vayan a mi casa, pero olvidé que ellas también eran brujas. Inconscientemente, me llevé una mano al cuello y noté algo frío. Cuando bajé la vista, el collar que ellas me habían regalado colgaba del mismo collar de la primera vez.

-Sí, claro.- Dije sonriendo. Me voltee a Ash.- Entonces, nos vemos.- Me sonrió y me guiñó un ojo. Vi con el rabillo del ojo que las chicas se volvían locas. Les lancé una mirada y me reí.

En una clase, teníamos que probar nuestras entonaciones y otras cosas que no entenderían. Me coloqué en el lugar que me habían asignado y comencé a hacer lo que la profesora me explicaba. Las personas que me estaban escuchando hicieron silencio tan pronto como comencé, y cuando terminé, todos aplaudieron.

-Muy buen trabajo, señorita.- Me dijo la profesora. Le dediqué un ademán de cabeza y volví a mi sitio.

Cuando llegamos al bar, estábamos tremendamente bien vestidas. Yo tenía un vestido de brillos azules con unos tacos plateados, accesorios y luces en los ojos, además de delineador y rímel. Em tenía una pollera de volados negra con un top que le ajustaba la cintura y le quedaba muy bien. Y Mel, como siempre, estaba radiante, con unos tacos y un vestido ajustado negro con lentejuelas doradas.

-Hola, chicas. Las estábamos esperando.- Dijo Ash.

-Bueno, que no se espere más.- Dije.- A bailar.

Entré seguida de todos los demás. Como siempre, bailé con cada chico que quiso, hasta que vino Ash y no dejó que nadie más me sacara.

-Y, ¿Cómo te llamas?- Dudé un segundo en decirle la verdad, pero como ya nadie me buscaba, no tenía problemas.

-Cecily.- Al parecer, Ash se sorprendió de eso.

-¿Fuiste la chica que cantó tan bien con la señora Carton? Bueno, no tendría que sorprenderme.

-No canto tan bien. Solo, hice lo que ella me dijo.- Le sonreí, volvía a ser la misma chica de antes, provocadora y sexy.- Pero basta de hablar de mí. ¿Y qué haces en el Royal College of music?

-Me gusta tocar instrumentos. Toco casi todo.- Levanté una ceja.

-Qué bueno. ¿Ya escribiste canciones?- Él asintió y se encogió de hombros. Al parecer tampoco le gustaba hablar mucho de él.

Tomamos asiento en la barra.

-No puede ser.- Vi a Mel besándose en una esquina con uno de los amigos de Ashton. Estaban bastante metidos en sus cosas y no se dieron cuenta de que había bastante gente ya que los estaba mirando. Ash, a mi lado, sonrió. Revisé el lugar con la mirada en busca de Em. Estaba sentada en unos sillones al otro lado de la pista, un chico tenía su brazo sobre los hombros de mi amiga, y estaban hablando con otra pareja que estaba sentada en el sillón frente a ellos.

-¿Te sorprende? Yo creo que pueden conseguir cosas mucho mejores. Tus amigas no son nada feas.- Me miró y yo le devolví la mirada. Le sonreí con malicia.- Vos tampoco.- Me reí de una manera que nunca antes me había reído. Por un momento había olvidado a Dan. Seguía sintiendo ese vacío, pero a veces me lo olvidaba. En ese momento lo recordé, y mi sonrisa se torció un poco.

Peleas Por SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora