Peleas Por Sangre

Tratando de recuperar el Pasado

Tratando de recuperar el Pasado

-¿Queres decir que ya te conocía?- Dan suspiró.

-Sí, desde que estás en primer año que te conozco.- Otros destellos de luz y unas piezas hicieron “clic” en mi cabeza. Era verdad, lo conocía desde hace mucho, pero no podía recordar qué había sido para mí.

Me llevó a una enorme casa, que me dijo que era donde yo vivía. Me hizo varias preguntas sobre mis recuerdos, pero no podía acordarme de todo. Él me dijo que mientras más quisiera a la persona, menos de ella iba a recordar. También me dijo que intentara no salí de mi habitación, y que iba a estar acompañada de una chica (Michaela) y mi medio hermano (William). Ambos me recibieron con una cálido abrazo y trataron de que mi estadía fuera lo más confortable posible. Pero me encerraron en mi cuarto y ni siquiera me permitieron abrir las puertas que daban el balcón. Will se dedicó a enseñarme todo lo que estaba pasando y lo que me había perdido. Durante la primera semana tuve sueños sobre mi pasado, y Micha me informó que era normal, que los iba a tener durante un tiempo. Así que poco a poco fui recuperando mi memoria, y para el martes de la segunda semana ya me acordaba de todo.

-Bueno, vamos, cámbiate.- Me dijo Will poniéndose la campera.

-¿A dónde vamos?- Le grité desde el baño mientras me ponía un vestido de noche y unos tacos altos. Me maquillé y me puse accesorios.

-A bailar.- Salí del baño y vi a Will apoyado contra la pared y los brazos cruzados. Me dedicó una sonrisa en cuanto me vio.- Estás preciosa.

-Gracias, creo que vas a causar envidias.- Me dio el brazo y yo enlacé nuestros brazos.

Cuando salimos de la habitación escuchamos gritos en la planta de abajo. Micha y Agustín estaban en las escaleras hablando. O bueno, ella le gritaba y él tenía la mirada perdida hacia la pared a su izquierda. Se lo veía realmente mal, no creí que fuera posible poner de esa manera a algún ángel rebelde. Siempre se los veía tan confiados en sí mismos, con esa sonrisa que querías borrarle de una piña, tan… no sé, pero nunca me los imaginé así. Supongo que el amor realmente te vuelve loco.

No podía dejar que eso continuara así. A pesar de que sabía que esa no era mi lucha, salí a defender a Agustín. Me coloqué al lado de Micha, y tan pronto como me vio se calmó. Le pasé un brazo por la cintura y ella escondió su cara en la curva de mi cuello, mi pelo la ayudaba a tapar como sea que se sentía.

-Me parece que fuiste un poco dura, Micha.- Micha no em respondía. Le acaricié la espalda, a pesar de que mi expresión era la misma de siempre.

-Me vuelve loca.- Agustín también había cambiado cuando me vio. Volvía a tener su sonrisa, pero sus ojos lo delataban, expresaban sincera tristeza.

-Supongo que eso es bueno.- Micha se separó de mí y le lanzó una mirada con la que lo podría haber matado.

-Estoy harta de vos. ¿Qué tengo que hacer para que vuelvas por dónde viniste?- Agustín pareció dolido. Se llevó una mano al corazón y puso una expresión sarcástica de dolor, pero yo sabía que sí le había dolido.

-Auch. Después de todo lo que pasamos…- Micha lo interrumpió.

-Y me arrepiento. Si pudiera volver atrás en el pasado y cambiarlo, lo haría.- Se dirigió a la biblioteca hecha una furia. Empezaba a pensar que ahí tenía una cama y un baño, porque pasaba más tiempo en la biblioteca que en su habitación. Lo miré de manera inquisitiva. Agustín se encogió de hombros.

-No solíamos llevarnos así. Si te digo la verdad, la extraño. Trato de enmendar todos mis errores del pasado, pero lo único que hace ella es revivirlos y restregármelos en la cara. La quiero de verdad, pero no puedo decir lo mismo de ella.- Me acerqué y le acaricié el brazo. Me sorprendió sentirlo tan fuerte, aunque no estaba segura de qué esperaba.