Capitulo 20

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Oigo voces, creo que es la voz de mi madre y la de Hugo.

Abro los ojos, me siento en la cama, miro a mi alrededor pero no hay nadie, las voces vienen de fuera de la habitación.

-Si, esta bien, no se preocupe -oigo decir a Hugo.

Me levanto de la cama y me dirijo hacia la puerta.

La abro y los dos me miran de inmediato.

-Bu-buenos días -tartamudeo.

-Buenos días -dicen al unisono.

Mi madre se acerca y me da un fuerte abrazo, me separa de ella y me da un beso en la mejilla. 

-Estas bien hija? -dice mientras me acaricia la mejilla.

-Si mamá, no te preocupes -sonrío.

-Tienes hambre? quieres desayunar? -me pregunta mi madre.

Niego con la cabeza.

-Esther, tienes que reponer fuerzas -dice Hugo poniendo su mano sobre mi hombro.

Suspiro.

-Vale, ahora bajo y desayuno algo.

Mi madre muestra una sonrisa de satisfacción.

-Bueno me voy abajo -mi madre me da un beso en la frente y se va.

Cuando ya estamos Hugo y yo solos, el se acerca más a mi y no se porque pero me quedo inmóvil mirándole a los ojos azules.

Me acaricia la mejilla y su mano desciende hasta el mentón luego me coge de la barbilla y pasa el pulgar por mi labio inferior, mi respiración se entrecorta.

-Bueno -se separa unos pasos - me tengo que ir ya a casa, me alegro que este bien -me dedica una sonrisa, pega media vuelta y lo veo desaparecer por las escaleras.

Aun estoy inmóvil en el mismo sitio, que cojones acaba de pasar? porque se a acercado tanto? porque me a acariciado así?... al recordarlo me ruborizó.

No, Esther no es momento para andar tonteando con nadie, tienes cosas mas importantes que hacer.

Voy al cuarto de baño, me lavo la cara para despejarme, inspiro hondo y bajo a desayunar.

Veo a mi padre sentado en el sofá viendo la tele, el me mira extrañado y me pregunta:

-Tu no tenias que estar en el instituto?

Abro los ojos como platos.

-Que día es hoy?

-Lunes, día 26 de mayo -dice mientras mira la pantalla de su móvil.

Mierda, no puedo faltar tanto a clase, apenas falta un mes para las vacaciones de verano.

-Donde esta mamá?-digo algo alterada.

-Se a ido a comprar -dice levantándose del sofá- estas bien?

-Si, la mama se habrá olvidado de despertarme -miento- me tengo que ir al instituto.

Subo las escaleras a toda prisa y por casi me doy la hostia del siglo, maldito escalón...

Cojo unos pantalones vaqueros cortos y una camiseta de tirantes de color azul cielo, cojo unas zapatillas y me voy al cuarto de baño.

Al salir, cojo la mochila de mi habitación y bajo otra vez a toda prisa.

-Papá, que hora es? -Grito mientras voy hacia el comedor.

-Son las 10:30 hija, vas a ir al instituto?

-Si, me voy ya -me acerco a el y le doy un beso en la mejilla- adiós.

-Adiós hija.

Ya en la calle, el sol pega fuerte, voy andando calle abajo, giro una esquina, luego otra, y decido acelerar el paso.

Paro en seco, me apoyo en una pared y pestañeo un par de veces, noto como la vista se me nubla por momentos...

No, otro desmayo no por favor.

Me siento en la acera, y me masajeo la frente con la mano.

No se cuantos minutos estoy ahí sentada, decido levantarme pero las piernas me flojean y caigo otra vez al suelo.

Alguien se acerca a mi, se agacha para ponerse a mi altura y me pregunta:

-Estas bien? -noto como me toco el hombro.

Es una mujer, alta y esbelta, de pelo rubio y por los hombros, sus ojos son marrones e intensos.

-Si -susurro- solo es una bajada de tensión.

Intento en vano levantarme otra vez pero esta vez ella me sujeta para tenerme en pie.

Aturdida, veo que saca algo de su bolso, que es ?  Una jeringuilla!, Que quiero hacer con eso? Quiero escapar pero me sujeta del brazo con fuerza.

-Dejame! -grito.

-Shh -noto como me clava la aguja de la jeringuilla en el brazo- ya esta.

Me suelta el brazo y siento como me entra un sueño impresionante, antes de caer al suelo noto como ella me coge en brazos.

...

Me despierto, mi cabeza va a estallar.

Estoy en una habitación con paredes de ladrillo y enfrente de mi hay una puerta de madera, no hay ventanas ni decoración, intento levantarme y ahí me doy cuenta que de estoy  atada de pies y manos con correas de cuero, en una silla que esta sellada al suelo.

Mi respiración se acelera,que hago aquí?  esto es un simple secuestro? No, no lo es, estoy segura.

Pienso varias veces en gritar y que entra alguien a explicarme porque estoy aquí, pero siento que no tengo fuerzas ni para gritar.

No se cuanto tiempo llevo aquí, minutos, horas... tengo mucha hambre, no he comido nada ... y entonces me doy cuenta de  que e ahí  la causa de mi desmayo.

Que estúpida soy... me repito una y otra vez.

Alguien mete la lleve por la cerradura de la puerta, y eso me saca de mis pensamientos.

Miro fijamente a la puerta, esperando a que se abra y ver quien esta detrás de ella.

Entra la misma chica que me sedo.

Me mira y en su cara se dibuja sonrisa de satisfacción, cierra la puerta con llave y se dirige hacia mi.

-Hola Esther, te preguntarás porque estas aquí.

Ni me inmuto, solo le miro fijamente y con odio.

-Veras -prosigue- alguien muy importante quiere mmm... digamos que negociar contigo.

-Y para eso me tienes que sedar y atar a una silla? -digo mirándola con asco.

Ella sonríe.

-Si, por precaución.

-Quien quiere "negociar" conmigo?

Una sonrisa diabólica se forma en su rostro.

-Ya lo veras -pega media vuelta, abre la puerta con la llave y se va.

Minutos mas tarde de irse ella, caigo en la cuenta de que el único que me quiere para "negociar" es... Satán.

Los puedo ver.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora