Sigo mirando por la ventana de mi habitación, esta lloviendo y mucho.
Los truenos son cada vez más fuertes y los relámpagos de vez en cuando alumbran el cielo oscuro.
Son las doce de la noche y no puedo dormir.
No es por los truenos, la lluvia y los relámpagos, es más, me gustan las tormentas.
Es por ese maldito espectro que no me deja en paz, en verdad lo conozco desde siempre y creo que fue el primer espíritu al que hable.
No sale de mi habitación, en concreto de debajo de la cama, ya se que resulta algo siniestro pero dice que así se siente más seguro.
Nunca le he preguntado porque dice eso de "me siento más seguro", prefiero no saberlo.
Su aspecto es de un hombre de 60 años, se llama Ted, en su cara tiene muchas arrugas y el pelo lo tiene blanco, viste con ropa de los años 20 o 30, me repite constantemente que es familiar mío, pero le pregunte a mi madre y no conoce ningún familiar llamado Ted.
Le dije una vez que porque estaba aquí, que si necesitaba ayuda que se la pidiera a mi madre, pero el simplemente negó con la cabeza, me señalo y dijo "tu eres la única que me puedes ayudar" y añadió "pero aun no estas preparada" cada vez que recuerdo esas palabras me recorre un escalofrío por la espalda.
Y lo más curioso de todo esto es que mi madre no lo puede ver, solo yo...
Y hoy especialmente esta siendo muy pesado, no para de pegar golpes en el suelo con una de mis zapatillas, sigue debajo de la cama, pero su brazo derecho esta fuera y en la mano tiene la zapatilla que golpea con intensidad en el suelo.
-Ted, quieres parara ya por favor - Le digo mientras me arrodillo para quitarle la zapatilla.
A veces esto de molestarme lo hace por puro aburrimiento, y le comprendo que se aburra, ser un espíritu, a la larga es aburrido.
Dejo la zapatilla encima del escritorio pero Ted la atrae hacia el como si fuera un imán.
-No me vas a dejar dormir verdad? -le digo mirando hacia la ventana.
*No*
-Por que eres así? Yo no te hecho nada! -Le digo mientras elevo la voz sin darme cuenta.
*Shh, vas a despertarlos*
-Me da igual, quiero que te estés quito y me dejes dormir, ¿entendido? -Le digo ya enfadada.
*Vale...*
-Gracias.
Veo como deja la zapatilla y esconde su mano debajo de la cama.
Voy directamente a la cama, me tumbo y me tapo con las sabanas hasta la cabeza.
Cuando estoy casi dormida oigo otra vez un:" PUM PUM PUM "
Abro los ojos como platos, giro la cabeza hacia la derecha y ahí esta otra vez, pegando zapatazos contra el suelo.
-Maldito seas Ted.
Pongo la almohada en mi cabeza para aliviar un poco el irritante sonido y cierro los ojos con fuerza e intento dormir.
...
Noto como alguien me sacude por la espalda, y me llama.
-Esther, va que ya es hora de levantarse.
Enseguida reconozco la voz dulce y serena de mi madre.
Abro los ojos y los vuelvo a cerrar varias veces, oigo como mi madre cierra la puerta de mi habitación, me levanto con lentitud, y me siento en la cama.
-Buenos días Ted - Le digo mientras me asomo debajo de la cama.
*Buenos? serán para ti*
-Siempre renegando - Le digo con una sonrisa.
Me dirijo al armario y cojo unos pantalones vaqueros ajustados negros y una sudadera morada, por último cojo unas converse blancas.
Me voy al cuarto de baño hacer mis necesidades y a cambiarme.
Me miro al espejo para cepillar mi cabello.
Tengo el pelo castaño oscuro, tan oscuro que parece negro, liso y por los codos, tengo la raya del pelo a un lado, mi piel es muy blanca y sensible, mis ojos son azul cielo y soy de estatura media, creo que mido 1'67 pero no lose seguro.
Voy a la cocina y veo a mi madre que esta preparando tostadas.
-Mama, hoy no me apetece tostadas, voy a coger un batido.
-Vale hija -me dice mientras pone mermelada a las tostadas.
-Adiós mama -Le doy un beso en la mejilla y me voy.
Ya en la calle me pongo los auriculares más que nada para evitar escuchar si algún espíritu me habla.
De camino al instituto veo un par de ello, uno estaba en un banco sentado mirando hacia el suelo, y otro estaba bagando por la calle algo aturdido.
No les miro mucho rato porque si no se dan cuenta de que puedo verles y me pueden perseguir días y días...
...
Ya he llagado al instituto y lo primero que hago es sentarme en un banco de la entrada a esperar a Silvia, mi mejor amiga y la única aparte de mi familia que sabe mi "Don".
A los pocos minutos de estar sentada noto como mi brazo izquierdo va congelándose y la parte izquierda de mi cara también.
Giro la cabeza lentamente, y por el rabillo del ojo veo una chica sentada a mi lado.
Tiene el pelo rubio y por los hombros, viste con vaqueros y una camisa azul.
Giro otra vez la cabeza para que no se de cuenta de que la puedo ver, pero... tarde.
*No te hagas la tonta, se que me puedes ver y escucharme*
Sigo como si no estuviera escuchándola.
*Mirame!*
Me grita, ahora esta delante de mi.
*Necesito que me ayudes*
La miro y solo puedo negar con la cabeza.
*Por tu bien, ayudame*
-No puedo - le digo susurrando.
*Porque?!*
Esta vez grita tan fuerte que instintivamente me tapo los oídos.
-PARA! -Le digo gritando también.
De repente la chica se calla, mira detrás de mi y desaparece.
Me doy la vuelta para ver que miraba y... sorpresa, un montón de gente me mira y están cuchicheando entre ellos.
No es la primera vez que me pasa esto de gritar a "la nada" ya algunos me dicen "la chica que habla sola", pero bueno yo simplemente paso de esa gente.
Espero unos minutos más en el banco pero Silvia no viene así que decido entrar al instituto ya.
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Los puedo ver.
ParanormalNunca habéis pensado, aunque solo fuese por un día, poder ver "fantasmas"? Bueno, yo los puedo ver todos los días, a todas horas y en cualquier lugar y no es muy agradable. Desde hace unas cuantas semanas no solo puedo ver "fantasmas" si no algo más...