Le quedo mirando a mi madre en busca de alguna respuesta, pero solo esta sentada, a mi lado y aun con esa mirada de miedo en sus ojos.
-Mama...que pasa? - le digo asustada.
-Veras... -traga saliva- tú, que nunca has ayudado a un espíritu, ni nunca te a llamado la atención el hacerlo, a llegado la hora de tomar el toro por los cuernos.
-¿Que estas insinuando?- le digo levantando una ceja.
-Hija, a llegado la hora de que sepas más de tu "Don", por que si no eres capaz de ayudar a un simple espíritu, cuando tengas una aparición maligna como la de hoy... te pueden hacer mucho daño, por eso debes aprender todo sobre tu "Don" y en vez de acurrucarte y taparte los oídos, levantarte y plantarle cara a ese maldito diablo.
Proceso lo que me a dicho mi madre.
Es cierto que tengo que enfrentarme a mi "Don" y saber todo sobre el... según lo que me contó mi abuela cuando tenía unos 13 años, podía incluso percibir cómo murieron, o ver pequeños fragmentos de por qué están aquí, es decir, pequeñas visiones para saber más o menos como tengo que ayudarles para que por fin puedan ir hacia la luz, pero eso ya no lo puedo hacer, el don ha ido perdiendo facultades por no practicar y así mejorarlo.
Todo eso me parece fascinante, pero tengo miedo, de que algún espíritu como el hoy, me haga daño.
-¿Y como puedo aprender todo sobre mi "Don"? -Le preguntó a mi madre.
-Fácil, leyendo - Dice resuelta.
-¿Leyendo?
-Si, bueno no solo leyendo, se de personas que pueden enseñarte todo lo que saben sobre espiritismo, brujería, budu, exorcismos, invocaciones... y muchas cosas más.
-Es decir, todo lo que este relacionado con lo paranormal.
-Exacto, y ahora que llega el verano, vas a estar todas las vacaciones aprendiendo.
-¿No lo dirás enserio? -Le digo mientras cruzo los brazos.
-¿Me ves cara de estar bromeando? Esther, esto es una cosa muy seria.
-Losé ...
Nunca he visto a mi madre tan seria, es verdad que con este tema nunca bromeaba, pero se a pasado cinco pueblos con lo de estar todo el verano aprendiendo cosas sobre mi "Don".
Se levanta del sofá, y sale de el comedor, dejandome sola en la sala.
-Vaya mierda... -Digo en voz baja.
Me levanto también del sofá y me dirijo hacia las escaleras para ir a mi habitación, llego a la puerta, la abro con suavidad, entro y cierro.
Me tumbo en la cama boca abajo y con un cojín entre los brazos, apoyo mi cara en el y cierro los ojos para descansar un rato.
...
Noto que alguien me sacude con violencia.
Me despierto... ¿acaso me he quedado dormida? no lo se, eso parece.
Miro a mi alrededor y todo parece estar como siempre, pero... ¿quien me a sacudido con esa fuerza?
De inmediato pienso que puede haber sido Ted, alomejor lo a echo porque se aburre.
-Ted, ¿porque me has sacudido así? -Le digo mientras me levantó de la cama y me arrodilló en el suelo.
Ted no contesta, a veces no me contesta para fastidiar aun más, así que decido levantar las sabanas de mi cama para ver por debajo, pero nada... Ted no esta, mi corazón empieza a ir cada vez más rápido, lo primero que se me viene a la mente es que ese maldito espíritu haya vuelto, al instante la piel se me pone de gallina.
-Mierda ... -Digo en voz baja mientras doy pequeños pasos de un lado para otra- tranquila Esther ...
Bajo las escaleras poco a poco sin hacer ningún ruido, ya se que los espíritus me pueden ver igualmente, haga ruido o no, puede que hasta ahora me este observando, pero da igual, prefiero ser sigilosa...
Oigo unos pequeños pasos por la cocina, cojo aire hasta llenar a tope mis pulmones y lo suelto lentamente, tengo que ir a la cocina...
Apoyo mi espalda y voy arrastrándola contra la pared hasta llegar a unos centímetros de la puerta de la cocina, puedo escuchar los pequeños pasos... están correteando por la cocina y también puedo distinguir que están comiendo algo.
Decido asomarme un poco para ver de quien son las patas de las que proviene esos pasitos tan pequeños, asomo solo un ojo y la escena que veo la contemplo con horror, me tapo la boca para no gritar y vuelvo apoyarme contra la pared aun tapando mi boca con las dos manos.
No puede ser, lo que he visto no puede ser verdad, mi madre...
Una lágrima cae sobre mis mejillas, una detrás de otra.
Esos jodidos bichos se la están comiendo, no son unos bonitos y adorables bichos...
Tienen la piel grisácea, y medirán entre 20 o 30 centímetros, sus dientes parecen ser afilados como agujas y terminados en punta, y son bastante huesudos, y por lo que he podido observar, no tiene pelo...
No puedo dejar que se la coman más, así que voy aunque sea matar a unos cuantos si puedo.
Apreto los dientes con fuerza, cierro los puños y me planto delante de ellos.
-Eh! Vosotros! -Les digo gritando.
Todos eso pequeños bichos se me quedan mirando, algunos sonríen siniestramente enseñando todos sus afilados sientes llenos de sangre y restos de carne.
Calculo con rapidez que hay unos 40, no creo que pueda con ellos pero no puedo quedarme con los brazos cruzados.
Cuando ya he captado su atención, hecho a correr escaleras arriba, hago una mirada rápida hacia atrás y veo que me persiguen, hasta incluso algunos van por las paredes y el techo.
Estoy casi en mi cuarto, pero uno de ellos se lanza a mi espalda y me pega un mordisco, después otro y otro más se lanzan a mis pies y me hacen caer, noto como sus dientes se hunden en mi piel provocando que salga sangre.
A la que me doy cuenta ya tengo a todos encina de mi mordiéndome, grito con todas mis fuerzas de angustia y dolor hasta más no poder...
...
-Hija, hija despierta! - escucho la voz de mi madre mientras me da pequeños golpes en la mejilla.
Me despierto dando un salto y miro a todos lados, veo a mi madre y a mi padre mirándome preocupados.
- A sido solo una pesadilla..- Digo a media voz - ¿por que estáis a aquí?
-Has empezado a gritar y nos hemos asustado tu madre y yo- dice mi padre mientras pasa un brazo por mis hombros.
Me toco la frente y esta toda sudada, el resto de la cara y cuello también.
-Tranquilos, solo era una pesadilla, es que parecía tan real...
-Bueno, baja a cenar que ya esta la cena lista.
-¿Ya? ¿tanto he dormido?
-Pues va a ser que si, bueno hija, no tardes en bajar - dice mi madre.
- Vale, me pongo el pijama y bajo.
Cojo el pijama del armario y voy al cuarto de baño, cuando me estoy quitando los pantalones noto que me duele en la pierna derecha, un poco más arriba de la rodilla, veo que tengo una poco roja la piel, la miro más detenidamente y puedo observar con horror que es una marca de una pequeña dentadura.
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Los puedo ver.
خارق للطبيعةNunca habéis pensado, aunque solo fuese por un día, poder ver "fantasmas"? Bueno, yo los puedo ver todos los días, a todas horas y en cualquier lugar y no es muy agradable. Desde hace unas cuantas semanas no solo puedo ver "fantasmas" si no algo más...