Capítulo 27

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Narra Hugo.
Ya hemos salido del local, hoy vamos a dormir Tobías y yo en casa de Sofia... bueno, dormir solo yo, ya que los ángeles no duermen. Mañana hemos quedado con el demonio a primera hora, en este local, para emprender el viaje hacia el demonio que estamos buscando, no nos ha dicho a donde vamos a ir, pero algo me dice que bastante lejos, ya que nos ha dicho que nos preparemos una mochila con nuestras cosas imprescindibles, por suerte yo ya la tengo hecha.
Ya casi a las dos de la madrugada, llegamos a casa de Sofia, Tobías y yo nos despedimos de Lucas con un apretón de manos.
-Mañana a primera hora aquí -le dice Sofia a Lucas mientras le da dos besos en la mejilla.
-Si tranquila -Le dedica una sonrisa.
Entramos a su casa.
-Sigueme Hugo, te enseñare cual es tu habitación.
Giramos por un pasillo, a la derecha hay dos habitaciones, y la la izquierda dos más, abre la segunda puerta de la derecha.
-Aquí es -Dice mientras enciende la luz de la habitación.
-Gracias por dejarnos pasar la noche aquí -le digo con una sonrisa de agradecimiento.
-No hay que darlas -sonríe- que descanses -cierra la puerta.
Miro la habitación de arriba a bajo, la cama es de matrimonio, con unas sabanas azul turquesa muy bonitas, hay dos mesitas de noche, una en cada lado de la cama, de madera pintada de blanco, en frente de la cama esta el armario, es grande y también de es de madera blanca, y por ultimo, en la pared de enfrente de mi, esta la ventana, grande y con cortinas también de color turquesa.
Dejo mi mochila y dejo reposar la espada angelical en la pared, la miro con una triste sonrisa, mañana se la tendré que dar a ese demonio...
Me quito las zapatillas, pero antes de meterme en la cama, necesito darme una ducha.
Abro la puerta con cuidado, salgo al pasillo y escucho a Sofia y a Tobías conversar en el salón, me dirijo hacia ahí :
-Sofia -los dos paran de hablar para mirarme- ¿pu-puedo usar la ducha?
-Claro -sonríe- es la última puerta de la derecha.
-Gracias -Pego media vuelta y voy hacia el baño.
Ya dentro de el, cierro la puerta con pestillo y empiezo a quitarme la camiseta, me miro al espejo y marco mi abdomen, sonrió y me quito los pantalones, calzoncillos y calcetines.
Ya dentro de la ducha dejo que el agua tibia me moje de arriba abajo, respiro profundamente, apoyo mi mano en la pared de ladrillos azul claro y se me viene a la mente Esther, tengo tantas ganas de verla... espero que este bien.
No se cuanto tiempo estoy metido en la ducha, pero el baño esta lleno de vapor, salgo, me pongo una toballa al rededor de la cintura y cojo otra para sacarme el pelo.
Miro a mi al rededor.
-Joder... -maldigo.
Me he dejado el pijama en mi mochila, me rasco el pelo mojado, miro hacia la puerta, tengo que salir, además , que los ángeles están hablando en el salón.
Abro la puerta muy despacio y paso corriendo a mi habitación sujetando la toballa con la mano.
Lo primero que hago al estar adentro es cerrar la puerta, miro si hay pestillo, pero no, hago una mueca de disgusto.
Aún con la ropa sucia en la mano, me dirijo a la cama, me siento y empiezo a doblar la camiseta y en esas que ...
*Pum,pum*
Alguien toca a la puerta de la habitación.
-¿Puedo pasar?-Dice Sofia desde fuera.
Madre mía, Sofia, y yo aquí, medio desnudo.
-Un momento! -me levanto de un salto y voy hacia la mochila para buscar el pijama.
-Solo quería decirt...-Dice mientas va abriendo la puerta, pero cuando me ve se calla.
Yo dejo de buscar en la mochila y me cubro con ella el torso.
Empiezo a notar que mi cara hierve.
-No te cubras, no tengas vergüenza -suelta una risa suave, hermosa - como decía, venía para decirte si tienes ropa sucia para lavar.
Parpadeo un par de veces y reacciono:
-Si, es esa que esta encima de la cama -le señalo la ropa, aún cubriéndome con la mochila.
Ella se acerca y coge la ropa sucia.
Ya cuando va a salir por la puerta, antes de cerrar me dice adiós con la mano, yo le devuelvo el gesto.
Nada más oír la puerta cerrar, respiro hondo, aliviado...
Vuelvo a buscar el pijama y lo dejo encima de la cama, me quito la toballa y me lo pongo.
Ya en la cama no tardo mucho en caer en un sueño profundo.
Narra Esther.
Esta noche es especialmente fría, solo tengo una manta para cubrirme, estoy muerta de frío y tiemblo como un chihuahua, son las 3 de la madrugada y no consigo pegar ojo.
Cuando ya estoy apunto de dormirme, noto un escalofrío por la espalda, no puedo ver nada porque la habitación esta a oscuras y no puedo encender la luz porque a las 12 de la noche cortan la electricidad de esta planta.
Pero no me hace falta la luz para saber que es un espíritu, unos días atrás, en esta situación tendría miedo, miedo del espíritu o de lo que me podría pasar, pero ahora ya no, me estoy adaptando a este Don.
Respiro hondo y pregunto:
-¿Quien eres? y ¿que quieres?-mientras, me incorporo sobre la cama.
-Soy yo, el espirito de hace unas horas, vengo para ver que tal estas -su voz suena suave, maternal, me recuerda a mi madre... en esas no puedo evitar que se me llenen los ojos de lágrimas.
-Estoy bien -intento disimular mis ganas de llorar - aunque tengo un poco de frío -le digo ya calmada.
-Pobrecita, estarás muerta de frío -noto como se acerca a mi.
-No has venido solo para ver como estoy ¿verdad?
-No -hace una pequeña pausa - mañana, va a venir un demonio a darte el desayuno, al que le toca, es principiante, no ha estado nunca en esta planta, va a venir solo... y ahí es momento de...
-Espera, hay cámaras, me están vigila...
-Sssh, dejame continuar -me interrumpe - te he traído un cuchillo, necesito que te hagas un corte en la palma de la mano cuando el demonio venga a darte
el desayuno, luego, le enseñas el corte y le dices que necesitas ayuda, eso si, guardate el cuchillo, bueno prosigo, cuando vallas por los pasillos, hay un punto donde las cámaras no alcanzan a gravar... es ahí cuando tienes que enviarlo a la otra dimensión.
-Pero yo no se donde esta el punto donde las cámaras no llegan a gravar.
-Tranquila, y estaré a tu lado en todo momento, yo te diré cuando tienes que hacerlo.
-¿Y después?
-Cerca de ese punto están los plomos de esta planta, los hago saltar y se aparagan las luces de la planta y...
-Espera, espera, tu puedes ver en la oscuridad, pero yo no, me voy a estampar contra algo!
-Ah ¿que no sabes que tu también puedes generar luz?
-¿Cómo? -digo confundida.
-Concentrate, cierra los ojos y solo escucha mi voz.
Hago lo que me dice.
-Luego abre un poco la palma de tu mano y concentra toda tu energía en ella, piensa que se ilumine, que quieres que se ilumine...
Noto como un calor recorre mi cuerpo hasta la palma de la mano, y seguidamente una pequeña luz azulada nace de mi palma, no es muy fuerte pero se puede ver lo que tengo a mi alrededor.
La miro asombrada y veo que la espíritu esta a mi lado sonriendo.
-¿Como sabias que puedo hacer esto?
-Ya te lo explicaré, ahora tienes que descansar las pocas horas que te quedan, y recuerda el plan.
Asiento y la espíritu se desvanece poco a poco.
Miro por última vez la luz y cierro el puño para apagarla.
Respiro hondo he intento descansar.

Los puedo ver.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora