Narra Hugo
Estoy enfrente de la casa del primer ángel, la fachada es de color azul turquesa, y de los balcones del segundo piso cae algunas tiras de plantas con flores de color violeta, la vuelvo a mirar, desprende mucha elegancia.
Dudo tan solo un momento en tocar a la puerta, estoy nervioso, en muy pocas ocasiones he tenido el honor de ver a un ángel, escasean mucho por esta zona y no suelen salir a la calle.
Respiro hondo y toco el timbre.
De repente escucho una voz que proviene del interior de la casa.
-Ya voy!
Abre la puerta un chico de unos 30 años, alto, esbelto, pelirrojo y con los ojos color café, viste con unos vaqueros y una camisa de color blanco por dentro del pantalón y las mangas por los codos.
Me mira de arriba abajo y se fija en mi espada, vuelve a mirarme de arriba abajo pero no dice nada.
-Que-queria preguntarle algo -tartamudeo nervioso.
-Adelante.
Estaba serio y parecía no agradarle mi presencia.
-Me podrías ayudar? Es un asunto muy importante-El ángel me mira como si ya se lo hubieran preguntado miles de veces.
-De que se trata?-Dice con poco entusiasmo.
Miro hacia arriba y hacia abajo para asegurarme de que no hubiera nadie por la calle.
-Mejor entra -Me dice apartándose de la puerta para cederme el paso.
Ya dentro, miro con curiosidad y atención, me hace un gesto para que le siga y nos dirigimos hasta lo que parece ser un despacho.
Hay un montón de estanterías llenas de libros y hasta pergaminos.
El ángel se sienta en el sillón de cuero negro del escritorio y me hace un gesto para que me siente en la silla de enfrente.
-Bueno, de que se trata?
-Veras para que lo entienda tengo que empezar desde el principio y es una historia un poco larga -Respiro hondo y me acomodo en la silla color azul - Mi amiga Esther, es especial, es decir, ve espíritus -El ángel levanta una ceja y cruza sus brazos sobre el escritorio - y aparte puede... tiene... mmm ella es capaz de abrir y cerrar la dimensión donde están miles de demonios encerrados.
La cara del ángel se desfigura, parece no poder creerselo, y una sonrisa de alegría se ilumina en su rostros dejando ver por primera vez su resplandor.
-Entonces, aun hay esperanzas para los ángeles -se levanta de un salto - tengo que decírselo al consejo Angelical, ellos tienen que saber de su existencia...
-Espera, hay algo más que debes saber -El ángel me mira - ella esta en problemas, creo que la tiene secuestrada el mismísimo Satán...
El ángel me mira horrorizado.
-Seguro que ese mal nacido la quiere para que deje libre a los miles de millones de demonios que están atrapados en la otra dimensión.
-Exacto, por eso necesito tu ayuda, yo solo no puedo encontrarala...
-Nosotros solos no podemos hacer mucho... -se rasca la barbilla- necesitamos mas ángeles dispuestos a ayudar.
-El señor que me a ayudado a encontrarte me a dado dos direcciones mas, podemos ir y ver si nos ayudan.
-Vale, cojo un par de cosas y nos vamos.
Narra EstherSentada en la cama miro fijamente la puerta... mis ojos se llenan de lágrimas, me levantó de un salto, voy hacia la puerta y empiezo a pegar golpes.
-Dejarme salir cabrones! -grito con todas mis fuerzas mientras corren lágrimas entre mis mejillas.
Nadie contesta, apoyo la espalda en la puerta y me dejo caer hacia abajo hasta que me quedo sentada en el suelo envuelta como un ovillo.
De repente escucho pasos que vienen hacia la habitación, me levanto y corro hasta sentarme en la cama.
Abren la puerta despacio, y detrás de ella se encuentra Satán con una sonrisa de oreja a oreja.
ESTÁS LEYENDO
Los puedo ver.
ParanormalNunca habéis pensado, aunque solo fuese por un día, poder ver "fantasmas"? Bueno, yo los puedo ver todos los días, a todas horas y en cualquier lugar y no es muy agradable. Desde hace unas cuantas semanas no solo puedo ver "fantasmas" si no algo más...