—¡THEODORE NOTT!
El grito repentino despertó a Alice, quien había reconocido la voz al instante. Supo, antes de abrir los ojos, que vería a la persona a quien menos deseaba ver en aquel momento. Cuando por fin miró en dirección a la puerta, no se sorprendió de ver a su hermano apoyado contra la pared con una mueca de desagrado.
—Ethan —protestó—. Vete de mi habitación.
—Debería irse él, hermanita—replicó el chico señalando al novio de ella.
Nott, que se había despertado también, se encontraba en la cama al lado de Alice. Asintió de inmediato. No se atrevía a desobedecer una orden directa de Riddle, a pesar de ser el hermano de Alice y, por tanto, su cuñado.
La joven se disponía a enfrentarse a Ethan cuando vio aparecer a su padre, quien caminaba con un paso demasiado tranquilo y cuya presencia imponía incluso más de lo habitual. Estaba serio, pero no daba muestras de enfado. Alice no estaba segura de si el hecho de que estuviese allí sería bueno o malo para ella, pues no sabía cómo reaccionaría.
—Ethan, deja de molestar a tu hermana y ve a preparar el equipaje —ordenó.
—Sí, padre.
Ethan no se atrevió a replicar, sino que se limitó a dar media vuelta y salir de la habitación obedeciendo la orden. Ni siquiera él osaba llevarle la contraria al Señor Tenebroso, quien podía imponer un severo castigo incluso a su propio primogénito.
—En cuanto a vosotros dos, espero que os cuidéis —comentó el hombre mirando a la pareja—. Os aseguro que si Alice se llega a quedar embarazada por vuestro descuido, el bebé nacerá sin padre.
Ambos asintieron. Eran conscientes de que aquella amenaza se cumpliría de verdad si se daba la situación. El Señor Tenebroso nunca permitiría vivir a quien dejase a su hija embarazada siendo menor de edad, aunque se tratase de su novio.
—Tendremos cuidado, papá —aseguró la chica—. No debes preocuparte por nosotros.
—Eso espero, Alice. Y ahora, recoge tus cosas. Nos marcharemos en una hora y pasaremos la Navidad en familia, como deseabas. No volverás a ver a Nott hasta que comiencen las clases.
La chica sonrió, emocionada ante la idea de estar por fin a solas con su familia. No había podido conocer bien a su padre, y nunca había tenido la oportunidad de pasar días a solas con Ethan.
Se levantó apresuradamente y comenzó a guardar sus pertenencias en su baúl, mientras que su novio, nervioso, se armaba de valor para hablar. Miró al Señor Tenebroso y suspiró antes hablar.
—Señor, con todos mis respetos, ¿está molesto por lo que hemos hecho? —se atrevió a preguntar, temiendo por la seguridad de Alice al quedar a solas con él si realmente estaba enfadado—. Asumo toda la responsabilidad, he sido yo quien...
—Ha sido decisión de ambos —le interrumpió la bruja, quien había dejado de organizar su baúl al percatarse de lo que su novio se proponía—. Además, no hemos hecho nada malo. Somos lo suficientemente maduros como para tomar nuestras propias decisiones.
El hombre observaba la situación impasible, aunque realmente se encontraba asombrado. Admiraba la valentía de Theodore para enfrentarse a él para trata de proteger a Alice. Sin embargo, debía dejarle claro con quién estaba hablando. Él no era simplemente el padre de su novia, sino que también era el Señor Tenebroso y por tanto debía ser temido y respetado.
—No te recomiendo tomarte tantas confianzas, Theodore —advirtió fríamente—. Si lo que ocurre es que estás preocupado por mi hija, te aseguro que no le sucederá nada. No puedo estar enfadado con ella sabiendo que su hermano hacía lo mismo que vosotros siendo menor.
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Los herederos de Voldemort ✔️
FanfictionTras la desaparición de Voldemort, todo el mundo mágico teme que su hijo, su heredero, siga sus pasos y se convierta en un mago oscuro con el mismo poder que su padre. Sin embargo nadie conoce a la pequeña Alice, protegida y ocultada por su hermano...