Al día siguiente, el tema más comentado fue el de las clases de Aparición que se impartirían en el colegio para los alumnos. El cartel que las anunciaba había aparecido en el tablón de anuncios de la sala común, y desde entonces nadie podía dejar de hablar sobre ello. Era el único tema de conversación durante el desayuno. En Slytherin, todos los alumnos de sexto curso que cumplían años antes del 31 de agosto de habían apuntado, incluída Alice, dado que resultaría sospechoso que supiese aparecerse sin haber recibido clases.
—¡Imagínatelo! —decía Daphne—. Podremos viajar en segundos. ¡Es genial!
—¿Y no es peligroso? —preguntó Astoria, no muy convencida—. ¿Y si os equivocáis? He oído casos de personas que han perdido un brazo por ello.
—No ocurrirá nada —la tranquilizó Alice—. Ethan lo logró a la primera, y yo tardé veinte minutos en aprender. Una vez que lo haces, es sencillo hacerlo más veces.
Las hermanas la miraron con sorpresa, porque si se había aparecido sin el permiso, había hecho algo ilegal, y tanto ella como su tutor podían ser castigados.
—Alice, ¿eres consciente de que si te descubre el Ministerio...?
—Tranquilas; sabemos lo que hacemos.
—¿Cómo es tu relación con Ethan ahora? —se interesó Daphne—. Ya sabes, ahora que el Señor Tenebroso ha vuelto, supongo que su hijo habrá cambiado...
Era cierto que Ethan había cambiado. Su relación seguía igual, pero él se mostraba más autoritario con el resto de las personas, y había asumido a la perfección su posición como heredero de su padre. Los Malfoy ya no le trataban como al chico al que habían cuidado desde los cinco años, y él tampoco les veía como su familia, sino como simples mortifagos.
—Cierto —intervino Malfoy, quien había escuchado la pregunta—. El hijo del Señor Tenebroso es un digno heredero de su padre; ambos se parecen no solo físicamente, sino también en carácter. Ethan Riddle ya no es el mismo mago que conocimos.
—Puede que no le conocieses tan bien —apuntó su prima—. Es cierto que es ahora más autoritario y que da miedo cuando se enfada, pero hemos pasado demasiados años juntos, y continuamos manteniendo la relación.
—Lo cual no deberías hacer. Es impulsivo y egoísta. No le importará utilizarte para conseguir lo que desee.
—No me importa lo que digas de él, Draco; no le conoces.
—Puede que lo que decía mi padre fuese verdad... ¿tenéis una relación?
Alice, furiosa, se levantó, al mismo tiempo que varios platos volaban hacia Malfoy, quien esquivó por los pelos casi todos, aunque acabó manchado de comida. Ambos primos captaron de inmediato la atención de todos, tanto alumnos como profesores.
—Espero que recuerdes también lo que le sucedió a tu padre cuando lo insinuó.
Draco recordaba a la perfección las maldiciones cruciatus recibidas por su padre. Había tenido que muriese o perdiese la cabeza, pero Alice había logrado detener la situación a tiempo. De no ser por ella, la historia habría sido muy diferente.
—Malfoy, retira ahora mismo lo que has dicho —ordenó Theodore, mirando con seriedad a su amigo.
Todos vieron cómo la varita de Nott apuntaba directamente al rubio. Alice, que continuaba de pie, miraba con sorpresa a su novio. No había esperado una reacción semejante por su parte, aunque le había gustado que la defendiese de aquella manera.
—No te atreverás —dijo Draco.
—¿Quieres probar? Acabas de insinuar algo horrible acerca de mi novia...
Theodore parecía muy seguro de lo que hacía. Era mejor mago que Malfoy, por lo que apenas le costaría desarmarle y vencer. Ni siquiera parecía importarle que algún profesor pudiese estar observándole. No podía pensar en nada más que en las palabras del rubio.
—¡Nott! ¡Malfoy!
La voz de Snape, jefe de la casa, les hizo detenerse, aunque ninguno de los implicados temía un posible castigo. De hecho, apenas temían ya a los profesores, a diferencia de lo que sucedía durante sus primeros años en el castigo.
—¿Qué ha ocurrido? —preguntó el profesor, quien sospechaba que Black tenía algo que ver con aquello. Aquella bruja siempre andaba metida en todo los que ocurría a su alrededor.
—Lo que ocurre, señor, es que Malfoy dice que mi novia tiene una relación con Riddle —respondió Nott, sin poder contenerse—. Me limito a defenderla.
El hombre miró por un breve instante a Alice, y después al rubio. Malfoy bufó, molesto. No deseaba que ningún profesor se entrometiese en sus asuntos, pero Theodore no estaba dispuesto a dejar pasar algo semejante. Si bien Draco era su amigo, no le había gustado su comportamiento para con Alice.
—Tal vez el señor Malfoy debería a aprender a no hablar de más... será castigado. Vendrá a las seis de la tarde a mi despacho.
—Pero... —comenzó a protestar el rubio.
—Y en cuanto a la señorita Black, espero que, señor Malfoy, le pida disculpas.
Dicho aquello, dio media vuelta y se alejó de nuevo. Theodore guardó su varita para burlarse del nuevo castigo del rubio, quien estaba de un evidente mal humor.
—Puede que comiences tú también una relación... con Snape —comentó—. Una cita en su despacho es un buen comienzo...
Todos rieron excepto Astoria y Parkinson. La menor de las hermanas Greengrass decía sentir un poco de lástima por Draco, y Pansy no deseaba que el chico al que quería recibiese un castigo por culpa de una bruja como Alice.
Alice no volvió a mirar a su primo ni a hablar con él, ni tampoco lo hizo Nott. El rubio no dijo nada, pero parecía un tanto arrepentido por lo que había dicho. Al fin y al cabo, había preguntado si su prima tenía una relación con Riddle a pesar de que salía con Nott. Estaba estropeando la relación con la única prima que le caía bien, y todo por una tontería.
—Alice —la llamó cuando ella se levantaba de la mesa.
—Adiós, Malfoy —le respondió ella, antes de salir junto a su novio, Zabini y las hermanas Greengrass.
El rubio quedó solo con Crabbe y Goyle, mirando el lugar por el que Alice se había marchado. Había cometido una estupidez al decirle aquello. Recordaba a la perfección lo que le había sucedido a su padre, lo mucho que Ethan se había enfadado, y no quería ser objeto de su rabia. Debería pedir perdón a su prima.
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Los herederos de Voldemort ✔️
FanfictionTras la desaparición de Voldemort, todo el mundo mágico teme que su hijo, su heredero, siga sus pasos y se convierta en un mago oscuro con el mismo poder que su padre. Sin embargo nadie conoce a la pequeña Alice, protegida y ocultada por su hermano...