Hogwarts había cambiado. Snape era el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, como siempre había deseado, y el profesor Slughorn enseñaba Pociones, como había hecho en tiempos de Tom Riddle.
Lo primero que Alice hizo al llegar al colegio y tras el banquete de bienvenida fue dirigirse al despacho del director. No tuvo que decir la contraseña, pues encontró a Dumbledore saliendo. El hombre se detuvo ante ella, y fue el momento en el que Alice se dio cuenta de que una de sus manos estaba ennegrecida y tenía realmente mal aspecto. Él la ocultó de inmediato en el bolsillo de su túnica.
—¿Desea algo, señorita Black?
—Sí. Quería hablar con usted porque deseo presentarme a los exámenes de ÉXTASIS este curso. Sé que se realizan en séptimo, pero considero que estoy preparada para realizarlos este año.
El hombre la miró con curiosidad desde detrás de sus gafas de media luna. Sin duda aquella joven era especial, y sabía más que muchos alumnos de séptimo. No tendría ningún problema para aprobar aquellas pruebas. Incluso sería algo sencillo para ella.
—Hablaré con tus profesores para que puedas realizar los exámenes de ÉXTASIS —accedió—. Estoy de acuerdo, creo que tienes capacidad de sobra para aprobar con buena nota.
—Gracias, señor —respondió la joven antes de marcharse y dejar que Dumbledore siguiese su camino.
Aquel curso, las asignaturas comenzando resultando aburridas para Alice. Combinaba clases de sexto y séptimo, pero en ninguna de ellas aprendía nada nuevo. En las clases de último curso, además, no tenía amigos, por lo que se aburría aún más de lo habitual.
Draco se situaba a su lado cada vez que la veía sola, y Daphne Greengrass se había convertido en cuestión de días en una buena amiga. Astoria también lo era, pero al ser un año menor, no podían compartir tantas horas. Por su parte, Theodore y Blaise se habían vuelto inseparables. El primero no hablaba con Alice, pero la miraba de vez en cuando desde la distancia, siempre esperando que ella le dedicase una mirada o incluso se acercase a él. Nunca ocurría.
El momento que Nott esperaba llegó cuando Alice se dirigía a su primera clase de Pociones del curso, con el profesor Slughorn. Iba tan deprisa que estuvo a punto de chocar con Nott, y lo habría hecho si él no la hubiese detenido sujetándola por el hombro.
—Ten más cuidado... —comenzó a decir ella antes de subir la vista y ver con quién había chocado—. Lo siento.
No lamentaba el incidente realmente. Lamentaba todo lo ocurrido, durante los últimos meses. Lamentaba haberse marchado sin dar ninguna explicación y haber terminado su relación con él sin siquiera hablar. No estaba actuando correctamente.
Trató de seguir caminando, pero él no se apartó de su camino, por lo que Alice suspiró y esperó a que le dijese lo que desease.
—¿No crees que me debes una explicación? —preguntó él—. Comprendo que no quieras salir conmigo, pero no me has dado ningún motivo. Y además, parece que no quieres seguir manteniendo ningún tipo de contacto, ni siquiera de amistad.
Alice no sabía qué decirle. No podía explicarle que trataba de protegerlo, porque él exigiría que se le tomase en cuenta en aquella decisión. Pero ella no quería ponerle en peligro por su culpa, pues no soportaría perderle. Pero no podía explicárselo de aquella manera.
—Theodore, ahora mismo no me siento capaz de tener una relación —mintió—. Lo siento... tengo demasiadas cosas en la cabeza. Podemos ser amigos, si es lo que quieres...
El mago asintió. Al menos tendría la oportunidad de seguir al lado de ella, aunque no fuese como su novio. Sin embargo, había algo en sus palabras que no encajaba, como si no fuesen completamente ciertas. Aunque tal vez fuese solamente su imaginación, que le estuviese jugando una mala pasada debido a su deseo de seguir con Alice.
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Los herederos de Voldemort ✔️
FanfictionTras la desaparición de Voldemort, todo el mundo mágico teme que su hijo, su heredero, siga sus pasos y se convierta en un mago oscuro con el mismo poder que su padre. Sin embargo nadie conoce a la pequeña Alice, protegida y ocultada por su hermano...