Alice se obligó a sí misma a dejar de preocuparse por lo que pudiese suceder fuera del colegio y a centrarse en su vida en Hogwarts. Se relajó notablemente, y dedicó su tiempo libre al completo a estar junto a los gemelos, junto a sus compañeros y a pasar tiempo a solas con su novio.
Lo único que logró molestarla fue una publicación en la revista El Quisquilloso, revista de escasa credibilidad en el mundo mágico. Al parecer, Harry Potter había hecho una entrevista contando toda la verdad acerca de Voldemort y había sido publicada.
—¿Qué ocurre? —preguntó Alice a Harry, acercándose a su mesa durante el desayuno.
El chico tenía un ejemplar de la revista sobre la mesa, y tanto él como sus amigos abrían cartas que le habían llegado, probablemente personas que habían leído el artículo.
—¿Has leído El Quisquilloso? —le preguntó Harry con emoción—. En Hogsmeade hice una entrevista sobre lo que pasó en junio, y ha sido publicada. Hay magos que no me creen, pero otros creen en mí y en el regreso de Voldemort. Esto supone un gran avance.
—Ahora la Orden no estará sola en su lucha —comentó Alice—. Es posible que reciba ayuda, o al menos credibilidad.
—Hablando de la Orden... Sirius me ha contado que has salido. Hay miembros que desconfían de ti por ello.
Alice supo a qué se refería cuando captó la mirada de reproche de Ron, quien no se mostraba contento con su presencia en aquella mesa.
—Veo a qué te refieres —respondió la bruja—. Sin embargo, no me importa. Era la mejor decisión, dado que, si continuaba en la Orden, pondría en peligro a mis seres queridos. Ellos son lo más importante de mi vida, y no les arriesgaré.
Mientras Potter asentía en silencio pero de acuerdo por completo con sus palabras, la profesora Umbridge llegó hasta ellos. Alice ni siquiera la había visto aproximarse, por lo que se sorprendió al escuchar su voz.
—Señorita Black, vuelva a su mesa, por favor —pidió. Como siempre, se comportaba de manera educada con los alumnos de Slytherin.
La alumna asintió y se retiró, mientras escuchaba a sus espaldas cómo la Suma Inquisidora exigía explicaciones a Potter acerca de la entrevista. No le sorprendió ver, por tanto, poco después, un nuevo decreto de enseñanza que impedía a los estudiantes la posesión de la revista El Quisquilloso. Y, aunque tenerla estuviese prohibido y no se veía ninguna revista por el castillo, todos los alumnos parecían haber leído el artículo de alguna manera. Muchos de ellos habían cambiado de opinión y habían decidido creer a Harry Potter.
—Maldito Potter —repetía Draco una y otra vez. Sin embargo, al no poder admitir haber leído la revista, debía conformarse con lanzarle miradas despectivas cada vez que le veía.
—Primo, ¿no piensas dejar algún día tu absurda rivalidad con él? —le preguntó Alice, exasperada.
—¿Absurda? Es un traidor a la sangre, hijo de una sangre sucia, y derrotó al Señor Tenebroso. ¿Acaso estás de su lado?
Ella negó con la cabeza. Comprendía que muchos miembros de Slytherin detestasen a Harry Potter, pero su primo mantenía con él una relación de enemistad que, a su parecer, resultaba incluso infantil. Se culpaban mutuamente de todo lo que sucedía, y no se soportaban.
—Por supuesto que no estoy de su lado, Draco, y lo sabes bien. Pero parecéis críos.
Y dicho aquello, dejó solo a su primo, quien se dirigió hacia Crabbe, Goyle y Theodore para continuar desahogándose y criticando al Gryffindor.
Lo único que pareció alegrar a Draco fue el espectáculo del vestíbulo, en el que, por supuesto, estaba implicada la profesora Umbridge. También se encontraban allí la profesora McGonagall, con semblante serio, y la profesora Trelawney, a quien Alice no tenía gran aprecio por considerar que sus clases no eran más que una pérdida de tiempo. De hecho, había dejado de estudiar Adivinación por ello. Su aspecto desordenado y los dos baúles que estaban a sus pies dieron una idea a Alice de lo que estaba ocurriendo.
ESTÁS LEYENDO
Los herederos de Voldemort ✔️
FanfictieTras la desaparición de Voldemort, todo el mundo mágico teme que su hijo, su heredero, siga sus pasos y se convierta en un mago oscuro con el mismo poder que su padre. Sin embargo nadie conoce a la pequeña Alice, protegida y ocultada por su hermano...