Lil Pump, mi vecino(?) [TERMINADA]

capíтυlo veιnтιυno

Mandy en multimedia

Narra Lil Pump

Estaba acabando de ver Iron Man, la peli que estaba viendo con Ari, que se encontraba apoyada en mi pecho. Me encanta cuando hace eso y puedo acariciar su cabeza y abrazarla, nunca había experimentado algo así con una chica, y verdaderamente es algo que me gusta.

Se separó un poco de mí para poder hablar.

- Gazzy... - la miré.

- ¿Sí? - pregunté preocupado, ya que parecía demasiado seria.

Se mordió el labio inferior mientras comenzaba a jugar con su anillo, como si estuviera nerviosa.

- ¿Pasa algo, Ari? Me puedes contar lo que sea y lo sabes - me acomodé en el sofá de manera que podía verla mejor.

- Sí, bueno, quizá sea una tontería pero... - la intriga por lo que iba a decir me comía por dentro.

- Pero... - repetí, para que continuara lo que estaba diciendo.

- Me apetecen alitas de pollo otra vez - dijo al fin. ¿Qué? ¿Tanto bombo para eso? A ver, digo, tener hambre y querer alitas también es importante pero me esperaba algo más, aunque solté una risa de alivio al saber que no era nada malo.

- ¿Cómo tienes hambre si acabas de desayunar palomitas? - se encogió de hombros con cara de niña buena y la besé.

- Bueno, bajaré a pedirlo en recepción - frunció el ceño.

- No, ya voy yo - se levantó enérgicamente del sofá y salió por la puerta.

Me pareció raro la forma en que lo dijo, como si no quisiera que yo bajase a recepción por algún motivo.

Pasaron segundos hasta que oí tres toques en la puerta de la habitación. Me levanté para abrir y me encontré con Mandy. ¿Qué hace aquí?

No llevaba su uniforme. Iba con una camiseta rosa con escotazo, unos vaqueros ajustados y unos tacones altos de color negro, aparte de llevar demasiado maquillaje y el pelo suelto y ondulado.

- Hola - saludé un poco confundido y ella rió por lo bajo.

Me apartó de la puerta como si nada para entrar en la habitación. ¿Qué mierda...?

Cerré la puerta y me giré para ver a dónde iba. Estaba de pie, observando el dormitorio, hasta que se giró para acercarse a mí.

- He venido aquí por una específica razón - me echó una mirada pícara, que incluso me llegó a agradar.

- ¿A qué te refieres? - se acercó más a mí. Olía a fresas, era un olor irresistible, del que me sentía... ¿atraído? No sé lo que estaba pasando, pero cuando me di cuenta, ella rodeaba mi cuello con sus brazos y, finalmente, me besó.

No me quité. Tampoco es que le siguiera el beso, simplemente me dejé, pero entonces la puerta se abrió de golpe y, al mirar quién era...

- No... - susurré. La había cagado pero bien. Era Ari. Estaba allí en la puerta, con una bandeja de alitas en las manos y una cara en estado de shock.

- Vete a la mierda, no te quiero volver a ver nunca más, Justin tenía razón sobre ti - gritó tirando las alitas al suelo y saliendo de allí.

- No, espera - intenté seguirla pero Mandy me agarró del brazo.

- Quédate aquí, no merece la pena - la miré con desprecio y me solté de su agarre sin decirle nada, no quería perder más tiempo con esa zorra.

Cuando salí al pasillo vi a Ari en el ascensor, las puertas se estaban cerrando y solo pude verla secándose las lágrimas que recorrían su rostro, mientras me miraba con una mirada triste pero a la vez llena de furia.

Me sacó el dedo medio y las puertas se terminaron de cerrar. Me llevé las manos a la cabeza. No podía creer lo que acababa de pasar. Soy bien gilipollas.

Estuve analizando lo que había dicho. ¿Quién coño es Justin y por qué supuestamente tenía razón sobre mí?

Tengo que solucionar esta mierda como sea. No puedo perderla, y menos por esta puta mierda. No me lo perdonaría jamás.