Lil Pump, mi vecino(?) [TERMINADA]

capíтυlo cυaтro

- Te juro que te mato - seguidamente de decir aquellas palabras me subí a mi ventana, con intenciones de saltar a la suya, pero había una distancia considerable y tenía miedo a caerme y quedarme parapléjica por su culpa.

Cerré los ojos, respiré hondo y lo pensé de nuevo, pero al abrir los ojos y verlo ahí riéndose en mi cara, no me pude controlar y salté.

No llegué del todo, casi me caigo, pero me conseguí agarrar al alféizar de la ventana.

Tenía miedo y grité. Oía como se reía incluso más fuerte. ¿En serio?

- ¡Ayúdame! Por favor - grité. Aquel idiota que se encontraba dentro se asomó a la ventana y me miró.

Por su mirada, creía que me iba a dejar ahí, pero río levemente y me agarró las manos.

Me impulsé con los pies en la pared y conseguí entrar por la ventana, todavía con mis manos agarradas a las suyas.

Cuando mis pies tocaron el suelo, estaba dispuesta a soltarle las manos, pero él me empujó contra su cuerpo.

Por su culpa, nos quedamos muy cerca. Tanto que podía notar su respiración chocar contra la mía. Deseaba besarlo, pero le olía el aliento a marihuana así que lo empujé.

- ¿Eres subnormal o qué te pasa? Inútil - estaba enfurecida, por lo de antes.

- De nada por salvarte la vida, yo también te quiero - dijo riéndose mientras se tiraba en la que supongo que era su cama.

- Déjate de tonterías y dame mi dibujo, te lo pido por favor.

- ¿Para qué quieres este dibujo feo y viejo? - sacó el dibujo de su bolsillo y se puso a analizarlo.

- Mira, a ti no te importa el por qué lo quiero, sólo dámelo - respondí cortante, a lo que él sonrió, como si disfrutara haciéndome sufrir.

- Me gustaría quedármelo de recuerdo de ti - guiñó su ojo derecho mientras se mordía el labio inferior.

- Puaj, qué asco - rodé los ojos y suspiré.

- ¿Para qué quieres un recuerdo de mí? No estoy muerta, además, vivo en frente tuya - añadí.

- Tengo un concierto en Nueva York y me voy unos días - suspiró.

- Bueno, pero no te puedo dar mi dibujo, pídeme lo que quieras, pero el dibujo no - dije seriamente.

- Está bien, solo te pediré una cosa fácil - me miró de arriba a abajo, y miedo me daba su respuesta.

- ¿Qué cosa? - respondí con intriga.

- Un beso.