La idea del amor.
Durante toda nuestra vida nos enseñaron sobre el amor, en cómo tenía que ser, en que algún día conocerías a una persona que hiciera que valiera la pena vivir los días malos, una persona que te haga sonreír cuando esté la tormenta, una persona en la que tienes que confiar, una persona que se convertirá en cada latido de tu corazón, cada latido será dedicado a esa persona y un montón de cosas cursis y rosas para nada realistas.
Porque todo es una "idea" del amor, no es la realidad.
En las películas siempre hay un chico y una chica que a pesar de todo están destinados a estar juntos y son la razón de la felicidad del uno y del otro, pase lo que pase van a terminar juntos, no importa el daño que se hagan el uno al otro mientras de haga en nombre del amor, siempre se perdonan y viven felices para siempre.
Tonterías.
En fin, a lo largo de mi vida estuve esperando a la "persona", o más bien a "el indicado", porque claro, siendo mujer debo de pensar en que el amor de mi vida será un hombre.
Él sería esa persona que me mantuviera despierta por las noches, mi "príncipe azul", así es como les dicen en los cuentos ¿no? Creé una imagen en mi cabeza del "hombre perfecto" pero nunca lo encontré, no era lo que yo quería yo no lo sabía hasta que una princesa se cruzó en mi vida.
Sí, una princesa.
Esta es mi historia de amor, tal vez no sea la más épica y memorable, aquí no hay lágrimas precisamente de felicidad, aquí no podías gritar "te amo" y que no te importara que las demás personas escucharan, aquí importó quien escuchara esas palabras que detienen el tiempo. Tampoco es una historia en la que el mejor beso se hubiera dado en medio de la pista de baile cuando una balada sonaba, no, está historia no es del todo feliz pero es mi historia de amor.
No eliges la persona de la que te enamoras pero si eliges la forma en la que amas.
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No cambiaría ninguna cosa ✔️
RomanceUno no elige de quién se enamora pero sí elige la forma en la que ama.