Mi cumpleaños llegó demasiado rápido, es de mañana y aún no sé qué es lo que voy a hacer, es lunes así que por ahora iré a la escuela.
Al llegar a la escuela en lo único que pensaba era en verla, su mamá no la deja salir de su casa y tampoco me deja ir ahí, sólo la podía verla en la en la escuela.
Su mamá intentando que a Renata le dejen de gustar las niñas y la mete a una escuela de niñas, no entiendo su lógica, supongo que creyó que era una escuela súper religiosa y la iban a "arreglar".
Qué estupidez.
Es una escuela de mente cerrada pero no "arreglan" a nadie porque creen que todas las que estamos ahí somos perfectas, nos tienen como robots ahí adentro, de hecho, creo que nunca han considerado esa posibilidad, que hayan mujeres a las que les gustan las mujeres dentro de esas paredes, seguramente están orgullosas de formar a un montón de niñas heterosexuales.
La esperé, la esperé y la esperé pero no llegó, su silla a lado de la mía se quedó vacía todo el día.
Por primera vez en la vida sentí lo que era que se "te rompa el corazón", es horrible.
Todo el día estuve con esa sensación de quererte aventar de un puente porque sientes que ya no te queda otra cosa más que hacer en la vida así que estuve cada segundo tratado de no mostrar ninguna expresión en mi cara, no quiero que vean las ganas de matarme que tengo, con una sonrisa ya todo el mundo piensa que estás perfectamente bien así que así estuve todo el día, queriéndome morir por dentro pero con una sonrisa radiante.
Dramática, como siempre.
Al llegar a casa me quedé parada en la calle mirando en dirección a la casa de Renata, sólo para ver si estaba ahí como la otra vez, esperando a que yo regresara, viendo por lo ventana pero no, ella no estaba ahí, no había nadie en la ventana, la cortina estaba cerrada, tampoco estaba el auto de su mamá (como era usual), tenía un mal presentimiento.
Elisa se había quedado atrás de mí esperándome, aunque la verdad es que no parecía que tuviese mucha prisa por entrar a la casa, tenía su celular en la mano, no le presté mucha atención ya que es lo normal, parece que se le quedó pegado a la mano.
Abrí la puerta y un montón de confeti me cayó encima, luego alguien vino a abrazarme, al oler su perfume fui la más feliz del mundo, era ella, estaba aquí, abrazándome y me había llenado de confeti.
-Te quiero -me susurró al oído, sentí como las mariposas en mi estómago cobraron vida de nuevo.
Me dijo "te quiero".
Una tercera persona se unió al abrazo, era Antonio, me estaba abrazando la pierna, solté a Renata un momento, me agaché a su altura y él se lanzó hacia mí tirándome al suelo, sentí el frío del suelo en mis piernas, la falda de la escuela se me había alzado un poco, no presté atención a eso.
Antonio se comenzó a reír y eventualmente yo también, su risa es muy contagiosa. Renata se arrodilló a mi lado y me dio un beso en mi frente.
-¡No! -se quejó Antonio empujándola, Renata no de movió ni un centímetro.
-¿Por qué no?- contestó ella.
Ya van a empezar.
-Yo la quiero más.
Mi hermana se unió con nosotros en el piso, ella se sentó detrás de mí con sus piernas a cada lado de mi cuerpo, sus brazos me rodearon del cuello y recargó su cabeza del lado izquierdo. Antonio la miró, atento a cada uno de sus movimientos, Renata le dedicó una pequeña sonrisa victoriosa.
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No cambiaría ninguna cosa ✔️
RomanceUno no elige de quién se enamora pero sí elige la forma en la que ama.