Abrí mis ojos, me senté en mi cama, me pasé las manos por mi cabello y tomé mi celular, eran las 3:21, de la mañana, demonios, no puede ser.
-Tienes que intentar dormir Elena -me ordené a mí misma.
Me había podido dormir a las doce de la noche y de ahí sólo me había permitido dormir tres horas, mi cabeza sigue dando vueltas, parece que voy a seguir así por días, gracias Renata por robarme el sueño.
Ella se había ido hace un día, yo fingía con todo el mundo que estaba bien que nada de lo ocurrido había pasado (hasta yo comenzaba a dudar si realmente había pasado), Antonio era muy feliz porque ahora dedicaba todo mi tiempo a él, con mi mamá y mi hermana todo seguía igual, al parecer ninguna de había dado cuenta de que sentía como sin la mitad de mi corazón se hubiera ido.
La extrañaba mucho, me había acostumbrado a ella, me había encariñado con ella, nunca me había pasado esto.
Me llegó un mensaje, miré la pantalla emocionada, pero no, no era ella.
Tamara: "¿Por qué no viniste a la pijamada?"
Ella suele hacer una pijamada en su casa unos días antes de Navidad, usualmente comemos mucho, vemos películas navideñas, hablamos, hacemos un intercambio entre nosotras... esas cosas, es divertido, pero este año me la iba a pasar pensando en Renata y no iba a disfrutar el estar allí, mi humor melancólico podría arruinar el ambiente, no quiero arruinarle nada a nadie.
Elena: "Estoy enferma"
Tamara: ":( "
Elena: "Lo siento, tenía ganas de ir"
Eso no era del todo mentira, me gusta ir, hace unos días sí que tenía ganas, pero la vida es muy volátil.
Tamara: "¿Qué haces despierta a esta hora?"
Elena: "Me siento mal, no puedo dormir"
Tamara: "Nos veremos en la escuela, entonces. Feliz Navidad, Elena, espero que te sientas mejor pronto"
Elena: "Gracias. Feliz Navidad"
Apagué mi celular y lo dejé a un lado, me quedé mirando el techo, Renata no me ha hablado, ni siquiera me ha mandado un mensaje, es un viaje como de cuatro horas, ¿por qué tarda tanto?
Intenté llamar a Renta en la tarde, pero su celular estaba fuera de servicio, la llamé tres veces y después me rendí a ver que no contestaba.
No sabemos absolutamente nada de la otra, eso me está matando un poco, pero tampoco sé qué decirle, no sé cómo empezar a hablarle, algo que era tan cotidiano se ha vuelto algo muy extraño, totalmente desconocido para mí, esta situación es muy extraña.
-¿Por qué tu guitarra no tiene una cuerda?
Giré mi cabeza hacia la puerta en donde estaba Antonio, casi me mata de un infarto, me asustó, porque seamos sinceras, cuando escuchamos algo a las tres de la mañana lo primero en lo que pensamos es en fantasmas o en un asesino con un hacha em ves de a un pequeño ser un una pijama de Buzz Lightyear.
-¿Cuánto tiempo llevas ahí, enano?
Se acercó a mi cama y se metió conmigo ahí, me abrazó, le comencé a acariciar el cabello, la primera vez que hizo esto lo sentí como una gran invasión a mi espacio personal, pero ahora sólo me da mucha ternura.
-Tuve una pesadilla -su voz se quebró mientras decía esto, eso hizo que se me encogiera el corazón, está a punto de llorar, odio cuando llora, lo escuché soltar un sollozo.
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No cambiaría ninguna cosa ✔️
RomanceUno no elige de quién se enamora pero sí elige la forma en la que ama.