-6-

3K 193 8
                                    

Las siguientes noches no pude dormir, me la pasaba dando vueltas en mi cama por horas, estaba realmente confundida, no podía sacar es imagen de mi cabeza, no podía sacar esa sensación, el recuerdo está tan vivo como si hubiese pasado hace un par de segundos.

Esto está mal.

Tengo que alejar todo esto de mi cabeza lo más pronto posible.

No puedo sentir cosas así por ese beso, una cosa era soñar con algo así, pero haberlo hecho.... Eso era muy muy malo.

Yo estaba ebria, ambas lo estábamos, esto no tiene absolutamente nada de relevancia, las chicas se besan con otras chicas en fiestas y no pasa nada, al día siguiente están bien porque era algo que habían hecho mientras estaban borrachas así que yo no tenía que preocuparme por esto, ¿cierto?

No tendría porque estarle dando toda esta importancia, excepto que lo estoy haciendo y no sé por qué lo estoy haciendo, ¿es que esto significa algo más para mí?, espero que no, espero estar haciendo un drama innecesario.

No se supone que esto pase, no por una chica, no por ella, se supone que Cristian tendría que estar haciéndome sentir esto, no ella, él no me había besado, pero el estar con Renata ha sudo más emocionante que el haber bailado con él en una boda.

No me gusta sentirme de esta manera.

-:-

-¿Qué vas a hacer en tu cumpleaños? -le pregunté a Renata.

Ya había pasado una semana desde el beso, había logrado sacarlo de mi cabeza (o algo así, al menos ya no lo pensaba tanto y el recuerdo ya no estaba tan fresco en mi memoria) y por lo visto Renata no se acuerda de absolutamente nada y tampoco se ve muy interesada en querer saber lo que pasó esa noche. Yo decidí no decir nada al respecto, me gusta nuestra relación y no quiero que ese pequeño factor vaya a arruinar esto.

-No lo sé, no me gusta mucho celebrar mi cumpleaños, así que creo que no haré nada.

-A mí tampoco me gusta.

-Tal vez haga un maratón de películas o algo así, sea lo que sea que vaya a hacer estás invitada, será como un día cualquiera.

-Okay.

-Bájate, creo que pesas más que la semana pasada- dijo ella riéndose, la golpeé en el brazo, a ella le gustaba cargarme en su espalda, a mí también me gusta pero me hace sentir como una niña pequeña-.¡Ay!, que salvaje eres -me soltó las piernas y quedé parada, me puse a una lado de ella y continuamos caminando por la calle.

-No lo soy.

-Claro que sí, te la pasas golpeándome.

-Claro que no.

-Claro que sí, me golpeaste cuando te dije que la canción no me había gustado, cuando te dije que le gustabas a Marco, cuando me comí el último chocolate, cuando encontraste tu playera en mi casa, cuando...

-Sí sí, ya entendí, Reny -dije rodando los ojos.

Se me quedó viendo como si fuera a matarme y yo me eché a correr en línea recta.

Le gustaba a Marco, es no me lo esperaba y no entendía por qué él no hablaba conmigo y por qué actuaba tan normal cuando estábamos juntos, tal vez sólo las chicas actuamos extrañas cuando alguien... quiero decir, cuando un chico nos gusta.

-¿Te han dicho que te ves tierna cuando te enojas?

Había dejado de huir, esto de correr no es lo mío.

-No soy tierna y no estoy enojada, estúpida.

Creí que la enojada era ella.

-Claro que sí.

No cambiaría ninguna cosa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora