Cinco años después.
El amor de adolescentes siempre termina, siempre es algo temporal, no es algo que dure para toda la vida a menos que encuentres a tu alma gemela o al amor de tu vida, sólo así puede existir una posibilidad de que el amor siga ahí.
Elena nunca dejó de amar a Renata y Renata trató de encontrar a alguien con quien sustituir a Elena pero no encontró a nadie, ninguna pudo remplazar el amor que sentían una por la otra con otra persona, ambas se complementaban perfectamente y al separarse un pedazo de ellas también se fue.
Habían tenido la oportunidad de amar a alguien más en más de una ocasión, pero sólo fueron intentos fugaces.
Ambas se arreglaban para la boda.
La boda de Marco, Renata se ponía un vestido azul y Elena uno color vino.
Marco tenía todo planeado, había organizado las cosas para que ninguna supiera que la otra iba a ir a la boda, a Renata le dijo que Elena tenía que estudiar la universidad, que no tenía tiempo de ir (pero la verdad es que Elena no iba ni siquiera a la universidad, se la había pasado viajando por cada rincón del mundo), a Elena le dijo que se habían peleado, que no se hablaban y por lo tanto no la había invitado a su boda.
Será una sorpresa para ambas.
Marco y Elena nunca perdieron el contacto, se veían a menudo pues él se había quedado en México, hablaban de Renata, de chicas, de películas y de las cosas que querían hacer en su vida, se hicieron los mejores amigos.
La mamá de Renata y Marco nunca cambió.
Ya casi era la hora de empezar la ceremonia, ambas se subieron a sus respectivos autos y fueron al lugar donde harían la ceremonia a la cual sólo asistirían alrededor de cien personas, sólo familiares y amigos cercanos, algunos de sus amigos cercanos tenían pareja así que el número de invitados aumentó.
Los corazones de ambas latían rápidamente, como si supieran lo que iba a pasar, como si sus corazones estuvieran ansiosos de tocarse otra vez.
El lugar estaba decorado con rosas de color rojo y adornos de color dorado.
Cuando llegaron ambas se dirigían al frente del lugar, Elena jugaba con una pulsera que tenía en el brazo derecho y Renata jugaba con su vestido, ambas alzaron la mirada al mismo tiempo, sus ojos se conectaron y aparecieron fuegos artificiales en ellos, se acercaron lentamente una a la otra sin poder creer que estaban ahí, a centímetros.
Renata volvía a ser rubia y Elena había aprendido a manejar los tacones altos.
Ambas se abrazaron y se quedaron ahí, sintiendo de nuevo la protección que se les había quitado, sintiéndose completas de nuevo y sintiendo un corazón que late al mismo ritmo que el suyo.
Renata no aguantó más y tomó la cara de Elena entre sus manos para unir sus labios, al unirlos ambas se hicieron una promesa.
Se prometieron ya no volver a separarse de nuevo.
Fin
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No cambiaría ninguna cosa ✔️
RomanceUno no elige de quién se enamora pero sí elige la forma en la que ama.