-19-

1.9K 135 13
                                    

Tal como había predicho, Cristian le inventó una historia a Renata y le mandó la foto que nos tomó aquella vez que nos acostamos, le dijo que había sido hace unos días, le dijo que la había estado engañando con él y que él podría ayudarla a que "se curara", ambas nos enojamos mucho con esto y Renata se enojó conmigo por la foto.

-¡¿Por qué te tomaste una foto con él así?!

Estaba bastante alterada.

-Yo no accedí a tomarme ninguna foto, ni siquiera sé en qué momento fue que se tomó.

Yo traté de sonar calmada, no quería gritar, quería intentar que ella se calmara y que los gritos no llamaran la atención, estamos en el baño de la escuela, no es el lugar apropiado para pelear, ella pareció darse cuenta de esto así que respiró profundamente y bajó su tono de voz.

-¿En serio?

-En serio, fue el peor momento de mi vida ¿por qué iba a querer tener un recuerdo de eso?

-Lo sé, me lo dijiste, pero es que yo... yo...

Se sonrojó y pasó un mechón de su cabello detrás de su oreja, se mordió el labio y soltó un suspiro.

-¿Qué?

Fijó sus ojos en mí.

-Es que yo tuve una novia en Nueva York, ella me engañó así que ahora creo que me puse un poco celosa y no sé por un momento creí que tu habías hecho lo mismo, además él te ha tocado de una forma en la que yo no he podido y él que te haya visto desnuda es tan... ¡ah!, creo que me puse celosa nada más y bueno, tuve algunos sentimientos encontrados con algunos recuerdos no tan agradables.

Sonreí, se ve muy tierna, el que ella sea más alta que yo no quita que se vea de esa manera, es mejor que yo así que es como un bebé para mí, bueno, creo que estoy exagerando con lo último.

Me paré de puntitas y le di un beso en la frente, sonrió, tomó mi cara entre sus manos y me dio un casto beso en los labios, la miré a los ojos.

-¿Ella te engañó?

-Sí pero no quiero hablar de eso, amor, le di demasiado de mí y no vale la pena darle ni un segundo, más ahora porque estoy contigo y no quiero que su recuerdo eche a perder las cosas porque a veces todavía siento deseos de ir a matarla, fue muy horrible.

-Está bien, pero tranquila, yo no te haría eso.

Ella unió mis labios con los suyos, puso sus manos en mi cintura, hundí mis dedos en su cabello para atraerla más a mí.

-¿Qué están haciendo?

Preguntó una voz, ambas nos separamos de golpe, nos fuimos prácticamente a cada extremo del baño, era una maestra la que estaba en la puerta, nos veía a ambas alternadamente, nos veía como si hubiera un cadáver entre nosotras y nos hubiera visto apuñalándolo, sentí como mi cara se llenaba de calor, ella nos había visto, nos haba visto besándonos, eso no está bien.

Ninguna de las dos contestó, yo le quedé mirando mis zapatos y jugando con la Luna del collar que me regaló Renata entre mis dedos.

Creo que todo se acaba de ir al carajo.

-Acompáñenme a la dirección por favor.

Definitivamente todo se acaba de ir al carajo.

Renata y yo nos miramos, ambas sabíamos lo que eso significaba, la maestra no nos estaba viendo de una manera para nada amable, no nos quedó de otra más que acompañarla a la dirección como una persona que ha sido condenada a muerte.

La escuela es conservadora, un poco, hay muchas cosas que tienen base en la religión, no aceptan el divorcio, la homosexualidad la ven como pecado, seguro nos van a dar nuestro pase al infierno, también ven la homosexualidad como una enfermedad o algo así, creen que es por falta de amor, ahora me empiezo a dar cuenta por qué la mamá de Renata eligió esta escuela, había olvidado esos pequeños detalles, por algo yo había pensado que haber descubierto mi sexualidad estaba completamente loca y que estaba en un error enorme, por eso fui a hacer tonterías.

No cambiaría ninguna cosa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora