Era temprano, y al seguir caminando ya había perdido de vista a Matteo, él se quedó sentado en la banca, seguramente pensando en el equipo de los Jam & Losers, tal vez viendo como me alejaba cada vez más y más de él.
Tenía entrenamiento de los Red Sharks en la tarde, tenía que ir a la pista y posiblemente encontrarme a todo el equipo Jam & Loser y a... Matteo, por qué ya no es suficiente estármelo encontrando cada dos por tres en absolutamente todos los lugares a donde yo vaya.
Tenía un poco más de tiempo antes de de ir al entrenamiento, así que fui a mi casa a comer algo antes de ir y tal vez poner algo más cómodo para entrenar, ya que lo que traía solo era para patinar y nada más, terminando todo esto, me dirigí a la pista, para encontrarme allá con mi equipo y poder empezar los entrenamientos, habían hecho pruebas para entrar y la verdad no me dieron ganas de ir a verlas, Ámbar y yo preferimos no ir y hacer otras cosas antes de que empiecen los entrenamientos, así que si pudieron entender, hoy conoceré a mi nuevo equipo, lo único que espero es que no sean tan insoportables como los Jam & Losers, por qué soy capaz de irme por más que ame el patín.
Llegué al lugar y me fui directo a la pista ya que traía mis patines puestos y ahí estaba Juliana con lo que parecían ser los dos nuevos patinadores había uno que no conocía y al otro lo pude reconocer de inmediato, era Ramiro ¿Se salió del equipo de los Jam & Losers? Solamente espero que no sea como ellos y pro eso se vino a este equipo, que obviamente es mucho mejor que esos Losers.
Me acerqué a donde estaba Juliana con ellos dos, para poder conocer al otro patinador que no estaba nada mal, por cierto.
—Hola— dije sin una pizca de entusiasmo en mi cuando llegue a donde Juliana.
—Emilia, que bueno que llegas, chicos ella esa Emilia— dijo Juliana presentándome con los nuevos patinadores.
—Él es Ramiro— dijo señalando al ex Jam & Loser.
—Y él... Es Benicio— dijo Juliana señalando al otro chico, hice una sobrina un poco fingida en el rostro para no empezar mal.
—¿Y Ámbar?— preguntó Juliana mientras me miraba.
—Está en camino, no deber tardar— respondí a su pregunta.
Llegó Ámbar y Juliana le dijo que ellos serían parte del equipo, pero no los presentó, por qué ya se conocían todos, aquí soy yo la completa extraña.
Acabó el entrenamiento y me fui a la cafetería a tomar algo, estaba muy cansada.
—¡Oye!— Le hablé a un chico de los que trabajaban en la cafetería.
—¿Me puedes traer un jugo de naranja?— Le dije y cuando me di cuenta, era de los Jam & Losers, era... ¿Simón, se llamaba?
—Si... claro— dijo viéndome un poco extraño, de hecho todos los Jam & Losers me ven así, a mí y a todo el equipo, pero en especial a mi, por lo de Matteo.
Me habían traído mi jugo de naranja, estaba equis y en eso iba llegando la pareja del año, los tortolitos, que asco, eran Luna y Matteo, ni se ven tan felices juntos, bueno, solo Luna.
Los estaba viendo llegar y creo que Matteo no pudo pasar por alto mí presencia, en cuanto llegaron, me miró con esos ojos color café que enamoran, que poco sabía disimular, si no supiera lo que le pasa a Matteo, se me haría hasta raro me que mirara de esa forma.Estaba tan cansada del entrenamiento como para devolverme a mi casa en ese momento, solo me quedaba la opción de quedarme un rato más. Ámbar salió de los Lockers y se sentó junto conmigo.
—Pedro, ¿Me puedes traer un exprimido de naranja? ¡No! Mejor uno de toronja— dijo Ámbar en cuanto vio a un chico de los que trabajan aquí pasar.
—Recién voy saliendo de los Lockers y te veo a ti sentada viendo a alguien, volteo y era Matteo que no te quitaba la mirada de encima y con Luna por un lado, que descarados son, se puede disimular— dijo Ámbar burlándose de lo que acababa de pasar, solamente pude reaccionar de una manera: fingiendo que no pasó nada.
—¿Qué? No, ya te estás imaginando cosas que no son, Ámbar— le dijo tratando de convencerla que no pasó, pero iba a ser imposible, ella tenía razón, no disimulamos ni un poco, como si no conociéramos la palabra "Disimular".
—¡Ay Emilia, por favor! Sigue haciéndote la que no sabe de que estoy hablando— dijo Ámbar, sabiendo exactamente lo que estaba diciendo ella.
—Ya, ¿Qué pasa entre tú y Matteo?— ella estaba segura de que algo pasaba, no sé cómo lo hace, solo nos ha visto un par de veces juntos y una de ellas solo fue viéndonos.
—Nada, nada que ver— seguí insistiendo como que si la iba a convencer de que no pasaba absolutamente nada.
—Emi, está más claro que el agua qué pasa algo entre ustedes dos— Ámbar siguió insistiendo, no había más remedio, pero no iba a contar todo.
—Bueno, solo unas miradas por aquí y otras por allá, nada más, solo somos amigos o algo así— dije, soy pésima mintiendo.
—Emilia, eres pésima mintiendo— dijo Ámbar, Dios mío, parece que esta mujer lee mis pensamientos.
—Algún día me voy a enterar de que esta pasando— volvió a hablar Ámbar cuando vio que no respondí, le dio un último sorbo a su jugo y se fue, yo estaba sin palabras, últimamente me está pasando muy seguido quedarme sin nada que decir, ya no sé qué está pasando conmigo.
Me puse mis patines y antes de que cualquiera pudiera detenerme me fui a mi casa, no tenía cabeza en ese momento para poder mantener una conversación con alguien.
Llegué a mi casa y solo pude hacer una cosa, acostarme en mi cama y pensar: que está pasando en mi vida y por qué no entiendo nada de lo qué pasa últimamente.
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¿Cuándo pasó esto? |Emitteo| •Terminada•
FanfictionHola, soy Emilia. Esta es una historia de... ¿Amor? ¿Puede ser esto amor? Claro, pero... amor prohibido, o solamente miedo a amar a alguien incorrecto, ¿incorrecto alguien? ¿O lo que los demás puedan decir de ti? Por el simple hecho de querer estar...