CAP.22 Cuando fuimos nada

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—¡Matteo!— dijo Luna hablándome cuando pasó Emilia y me quedé parado, cuando todos bailaban a mi alrededor.

—¿Qué?— dije cuando ya no entendía que estaba pasando, por qué todos se había quedado parados.

—¿Qué pasó contigo?— dijo Luna un poco celosa pues ella también vio pasar a Emilia y pudo ver mi reacción en primera fila.

—N-nada, nada, hay que seguir con él entrenamiento— dije un poco nervioso al ver que todos se habían detenido por mi distracción.

— Bueno va, hay que continuar— dijo Simón cuando vio cómo nos pusimos Luna y yo al ver a Emilia pasar, que literalmente es la causante de todos los problemas entre nosotros.
Seguimos ensayando, al principio un poco incómodos los tres, lo cual se nos pasó cuando seguimos con buena actitud.

Narra Emilia
Iba camino al entrenamiento y tomé la misma ruta de siempre, mi ruta incluía un parque del cerca de la pista, en el que no sabía que entrenaban ahí los Jam&Losers por qué se habían quedado sin pista.

Al pasar no pude evitarlo, al primero que vi fue a Matteo, pero hice como que no vi a ninguno de ellos, no quería pensar en todo lo que estábamos pasando. Así que continúe mi camino hacia la pista, todavía faltaba media hora para el entrenamiento, pero quedé en encontrarme con Ámbar antes de entrenar.

Llegué a la pista y me fui directo a la zona de la cafetería, Ámbar ya estaba ahí, sentada viendo el celular.

—Hola— dije cuando llegué donde Ámbar.

—¡Ay! Hola Emi, que bueno que ya llegaste— dijo Ámbar muy contenta, esto no era normal, estaba muy feliz, muchísimo más de lo normal.

—¿Por qué tan contenta?— dije sorprendida entre risas, no podía con la curiosidad de saber por qué esta mujer se veía tan feliz.

—Ven siéntate, es lo que te tengo que contar— dijo Ámbar aún con su sonrisa en el rostro.

—Bueno pues cuéntame— dije riéndome, mientras me sentaba, pues la curiosidad me invadía.

—Me gusta alguien— dijo rápidamente Ámbar poniéndose un poco más seria.

—Wow, wow ¿Qué?— dije asombrada, ¿Era cierto? ¿A Ámbar Smith le gustaba alguien? Pero aún más raro, ella parecía emocionada por eso, realmente parecía estar enamorada.

—Pues como escuchaste, me gusta alguien— repitió ya que yo ni si quiera me lo podía creer.

—¿Eres tu Ámbar?— pregunté todavía en shock mientras me reía.

—Si soy yo— dijo Ámbar entre risas, esto casi nunca pasaba entre nosotras y nos mataba de la risa.

—A ver, a ver, pero aquí lo importante es ¿Quién?— dije sonriendo pues ya quería saber.
Ámbar solo se empezó a reír, esto ya hasta parecía una broma.

—Bueno, es... Simón— dijo Ámbar expresándose únicamente con los ojos, solo espera a una respuesta pero yo no tenía ninguna, estaba sorprendida por qué en primera, Ámbar estaba enamorada y en segunda por qué estaba enamorada de Simón.

—Estamos en las mismas, amiga mía— dije dándole unas palmaditas en el hombro pues estábamos en la misma situación, nos gustaba alguien del equipo contrario.
Solo había una diferencia, yo ya estaba dispuesta a dejarlo atrás.

—¿Por qué nos gusta alguien del equipo contrario?— dijo Ámbar sabiendo perfectamente a lo que me refería.

—Si— dije un poco desanimada pues estaba pensando en toda esta situación.

—Si, llevó mucho tiempo pensándolo, no creo esto lleve a nada bueno— dijo Ámbar y si tenía razón un claro ejemplo estaba frente a ella.

—El ejemplo viviente está frente a ti, lo intenté pero solo terminé mal, tú tienes una ventaja, está soltero— dije desanimada, pero feliz por Ámbar, tal vez las cosas si irían bien para ella, más por qué Simón es una muy buena persona.

—Tienes razón, pero ¿Piensas quedarte así?— preguntó Ámbar, cuantas veces me he hecho esa pregunta y no me he podido dar una respuesta, al igual que no podía dársela a Ámbar.

—No sé, no tengo ni idea— dije frustrada por qué no sabía qué hacer.
Por un lado quería a Matteo cerca mío y por otro lo quería lo más lejos de mi posible.
Parecía una batalla que nunca acabaría.

—Emilia, si en verdad lo quieres debes luchar por él, sí, te hizo sentir horrible, pero tú no sabes si fue con intención ¿Has hablado con él después de lo qué pasó?— dijo Ámbar, vaya, parece que cada que hablo con mis amigos de esto hacen que me surjan más preguntas.

—No, no lo he visto— dije desanimada, al sentir como más preguntas sin respuesta venían a mi.

—Pues deberías hablar con él Emilia, tómalo como una batalla que perdiste, pero tú eres fuerte y tu no vas a perder la guerra— dijo Ámbar sonriendo, segura de que yo podría superar esto.

—Pero Ámbar— dije tratando de reprochar, ya que yo no quería hablar con Matteo.

—Pero nada Emilia, habla con él y después de eso decide todo lo que quieras, yo quiero que seas feliz, Emi— dijo Ámbar, interrumpiéndome, haciendo que ambas sonriéramos.

—Lo pensaré— dije para que Ámbar quedara contenta.

¿Hablar con Matteo, cuando ni siquiera lo puedo ver? Hace que todas mis emociones choquen unas con otras.
Sentía que si dejaba pasar tiempo solamente lo recordaría con menos dolor, pero si no dejaba pasar tiempo solo recordaría todo lo que ha pasado recientemente.

Si, parezco dramática al ponerme así cuando realmente no fuimos nada, pero nosotros fuimos eso que nunca se admite pero jamás se olvida, tal vez nosotros fuimos demasiado pero ni así alcanzó para ser algo.
Por querer sé todo, se nos escapó la realidad y aunque nunca lo gritamos al mundo, el amor se notaba a kilómetros.
Todas esas miradas, esos abrazos, esos besos, que parecían significar todo, todas las noches en el que uno pensaba en el otro, las esperanzas que teníamos de estar juntos ¿Podría todo eso revivir?

¿Cómo continuar algo que nunca comenzó?

¿Cuándo pasó esto? |Emitteo| •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora