CAP.24 Escuchar

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Narra Matteo
Salí de la zona de la cafetería en busca de Emilia, estaba un poco preocupado pues no sabía si mi búsqueda era en vano o no.
Si Emilia iba a estar todavía en el Roller o no.
No estaba consciente de la expresión que llevaba por fuera hasta que me preguntaron.

—¿Qué te pasa?— dijo Luna cuando casi chocamos, pues yo no iba viendo por dónde caminaba y hacia dónde.

—¿Qué me pasa de que?— pregunté te al no saber a lo que se refería.

—Pues vete en un espejo, pareces desesperado o preocupado, Matteo te fuiste de la nada y te encuentro dando vueltas por todo el Roller sin sentido— dijo Luna preocupada y confundida, pues era cierto, no parecía normal mi comportamiento.

—No, no me pasa nada— dije mientras buscaba abrirme paso para seguir buscando a Emilia.

—¿A quien buscas?— dijo Luna confundida cuando vio que movía la cabeza en busca de alguien a todo al rededor nuestro.

—A nadie— dije regresando la mirada a Luna para que no sospechara nada.
Pero tal vez mi rostro me delataba, pues era muy obvio.

—La buscas a ella ¿No es así?— dijo Luna bajando el tono de voz, pero no parecía molesta.
Creo que no solo terminamos por Emilia, nuestra relación ya no era la misma, las cosas estaban diferente entre nosotros, Emilia fue la gota de agua que derramó el vaso simplemente.

—¿Qué? No, no la busco a ella— dije, soy pésimo fingiendo, de nada me servía mentir, si de todos modos me iban a atrapar en la mentira.

—No sabes mentir, ¿Es o no es Emilia a la que buscas?— dijo Luna cruzando los brazos, pero no había otra opción, me había atrapado en la jugada.

—Si es ella— dije bajando la mirada junto con el tono de voz, no quería hacer sentir mal a Luna.
Pero Luna se empezó a reír ¿Tenía algo en la cara? ¿O por qué se ríe?

—¿Tengo algo en la cara? O a qué se debe tu risita— dije confundido al no saber de qué se reía Luna.

—¡Ay! Matteo ¿Así de perdido te trae Emilia no es así?— dijo Luna riéndose aún más, ni si quiera parecía que habíamos terminado hace unos días.
En serio Luna había tenido un cambio muy repentino de actitud.

—¿Qué? ¿Por qué lo dices?— dije aún más confundido de lo que ya estaba, de verdad ya no entendía nada.

—Es que no piensas, Matteo, ya casi es hora del entrenamiento de los Red Sharks, obviamente Emilia va a estar ahí, no puede faltar— dijo Luna más sería, esto si que era extraño.

Pero era cierto ¿En que estabas pensando Matteo? Hoy hay entrenamiento y yo la estuve buscando por todo el lugar menso en la pista.

Narra Emilia
Después de mi conversación con Ámbar y de huirle a Matteo, decidí irme de una vez a la pista. Ahí estuve un rato hasta que mi equipo fue llegando uno a uno para comenzar el entrenamiento.

Llegó Ámbar de última, vino directo hacia mi cuando me vio. Parecía feliz cuando venía hacia conmigo.

—Vamos a entrenar— dijo Ámbar ya más cerca de mi.
Así que me levanté y mi equipo y yo comenzamos a entrenar.

Terminando el entrenamiento yo estaba dispuesta a irme de inmediato a mi casa, pues no tenía nada que hacer y así me evitaba encuentros no deseados.
Ya saliendo de la pista escuché que alguien gritó mi nombre.

—¡Emilia!— gritó Ámbar y no quien tal vez quería que me hablara.
Volteé de inmediatamente y me fui patinando hacia dónde Ámbar estaba.
No salimos de la pista para hablar, así que solo estábamos dando vueltas en círculos por toda la pista sin ninguna dirección.

—¿Qué pasa?— pregunté cuando llegué a dónde estaba Ámbar. Seguimos dando vueltas por la pista.

—Hoy es tu día— dijo Ámbar feliz con una sonrisa un tanto sospechosa.

—¿Por qué?— pregunté, pero Ámbar solo sonreía más hasta que quito la mirada de mi y la fijo en lo que pudiera estar detrás de mi.

—¿Qué ves?— pregunté cuando Ámbar  no respondió y no dejaba de mirar atrás mío.

—Velo tu misma— dijo Ámbar señalando con la mano hacia atrás mientras yo ni giraba para ver qué había detrás mío.

Ún escalofrío recorrió mi cuerpo de pies a cabeza cuando vi a Matteo parado detrás mío, estaba sorprendida con Ámbar, ella literalmente quería que estuviera con Matteo cuando hace tiempo me dijo que las cosas eran imposibles entre nosotros dos.

—¿Qué haces aquí?— pregunté a la defensiva cuando vi a Matteo, no tenía ni el más mínimo interés en hablar con él.

—Vine a hablar contigo— dijo Matteo, se escuchaba un poco triste, tal vez por qué yo no quería hablare con él.

—No, gracias— dije mientras me preparaba para tomar impulso con los patines e irme patinando de la pista.

—No te vayas, por favor— dijo Matteo, actuado rápidamente cuando yo ya me iba, pero logró detenerme tomándome de la muñeca para regresarme a donde estaba parada.

No dije nada, solo me le quede viendo seriamente, pues no quería quedarme ahí a escuchar lo que tenía que decir.

—No vayas a cometer el error de muchas personas, cuando una relación termina— dijo Matteo aún tomándome de la mano, él no me soltaba y yo tampoco quería soltarlo.

—Nosotros no tenemos ningún tipo de relación— dije de inmediato cuando dijo «Una relación» Nosotros no teníamos más en especial.

—Emilia, no cometas el error de no escucharme, ese es el problema— dijo Matteo muy sincero, pues era cierto, yo parecía una niña tonta, que se deja llevar por malos entendidos, literalmente parecía Luna.

—¿Emilia?— dijo Matteo cuando vio que me quede pensativa sin responder.

—Perdón, tienes razón, tenemos que hablar, pero en serio, ahora no me siento lista— dije esperando ser comprendida por Matteo, que me dejara pensar bien que era lo que estaba pasando.

—Está bien, voy a esperar hasta que aclares la mente— dijo Matteo muy comprensivo, pero es que yo no podía hablar con el humor que tengo ahora mismo.

—Muchas gracias— dije con una sonrisa apareciendo en mi rostro y apretando un poco más mi mano, ya que seguían juntas.
Nos quedamos vendo un rato hasta que regresé a la realidad y solté su mano, ambos sonreímos y salí de la pista.

A pesar de lo comprensivo y amable que se había portado, todavía no sabía qué hacer, lo que más me preocupaba de estar juntos era que encontrara a alguien más que le pusiera el mundo de cabeza.
Por qué así fue como engañó a Luna conmigo, estaba muy confundida.

Al salir de la pista fui a los lockers tratando de pasar desapercibida para no tener que empezar una conversación con alguien, ya me quería ir a casa, a relajarme, donde pudiera estar sola, para pensar claramente.

¿Cuándo pasó esto? |Emitteo| •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora