I looked for you for sex

Capítulo 18

Despertamos justo antes de que sus padres llegaran a casa, seguíamos recostados en la cama completamente desnudos.

— ¿Podemos hacerlo otra vez? — pregunté mientras le acariciaba el cabello, el cual estaba realmente mojado debido al sudor.

Sonrió, me abrazó y por último asintió.

(...)

Nos vestimos rápidamente y fuimos a mi casa, se despidió de mí y luego se marchó.

Al llegar en seguida me metí a la ducha, recordando cada momento recién sucedido, me sentía muy rara. <<De acuerdo, no es tan malo. Solo acabas de perder la virginidad con tan solo dieciséis años, además, él es solo un año mayor que tú>> me dije. Sin siquiera mirar la hora que era fui directo a mi habitación para dormir, estaba realmente cansada. Y para completar, al día siguiente tenía que ir a clases.

(...)

A la mañana siguiente me tocó ir al colegio aunque no quería. Me dolía todo el cuerpo. Y más mi parte baja, creo que hasta me estaba costando un poco caminar y no sabía si era normal. Mamá me había estado preguntando el por qué caminaba de esa forma, le dije que me había caído.

Al llegar al colegio noté que él no había llegado, por lo general llega temprano. Pero esa vez llegó después de mí. Mi "mejor amiga" también me había preguntado por qué caminaba "como un pingüino", y le dije lo mismo que a mi mamá.

Antes del almuerzo, quise caminar un poco. Ya que hasta me costaba sentarme. Y me lo encontré. Iba tan relajado, como siempre. Me miró unos segundos y luego me dio un pequeño abrazo. Aún abrazándome me susurró al oído:

— Pensé que había sido delicado, cariño...

Lo miré algo molesta y luego dije:

— Aún así me la he pasado bien.
— No tengo dudas de eso...

Se apartó de mí y luego me sujetó de la mano para caminar conmigo por el colegio.

(...)

Con el pasar de las semanas el dolor había ido desapareciendo y ya podía caminar normal de vuelta. Ya casi estábamos a punto de salir de vacaciones de final de año; solo nos quedaba un último año en el colegio para ir a la universidad. Y solo debíamos ir para cumplir asistencia.

Estaba sentada en la biblioteca cuando de repente mi "mejor amiga" se dirige a mí en completo estado de seriedad.

— Debo hablar contigo... — dijo. 

— De acuerdo, ¿sobre? — le respondí.
— Se supone que soy tu mejor amiga. Debes confiar en mí así como yo en ti. Y ya ni te tomas la molestia en contarme lo que te ocurre.
— ¿Qué quieres que te cuente? — puse mi mirada de incredulidad.
— ¿Qué ha pasado con él?

<<Otra vez no...>> pensé.

— Nada, solo nos llevamos muy bien. Eso es todo — le dije.

Ella entrecerró los ojos por unos instantes, y luego detrás de ella apareció él con una amplia sonrisa, en las manos llevaba un vaso de café y una bolsa de donuts.

— Toma esto cielo, te hará bien algo de dulce... — lo miré a él y luego a mi "mejor amiga" la cual tenía cara de asombro. Nos miró a ambos un par de veces y luego dijo:

— ¿Ustedes...?
— Mm, no — dijimos ambos al unísono.

Él se acercó a mi oído y susurró:

— Hablamos a la hora de salida...

Asentí y luego se marchó. Mi "mejor amiga" estaba sonrojada. Quise darle una cachetada para que reaccionara.

— De acuerdo, debo contarte algo. He conseguido novio. Y estuve pensando en si podríamos hacer una especie de cita doble.
— ¿Qué? — dije algo atónita.
— Iremos a acampar. Podemos ir a la montaña que está al otro lado de la ciudad. Oí que es buen lugar para acampar — me respondió. 

— No es por el lugar, hablo de... La cita "doble".
— Ah si, puedes llevar a tu nuevo noviecito — añadió exaltada. 

— No es mi novio, pero lo llevaré para no estar de sobra contigo y tu, espera... ¿Desde cuándo tienes novio? — le pregunté.
— Hace unas semanas, siento no habértelo dicho...

Me crucé de brazos y la miré frunciendo el ceño.

— Anda... será divertido. Mira que ya estamos entrando en temporada de vacaciones — comenzó a reír.

Le di un pequeño empujón y dije:

— De acuerdo, aunque no sé con qué fin iremos a "acampar". Pero está bien.