Especial (2da y última carta)

9 4 0
                                    

<¿Te acuerdas de aquella primera carta? Espero que sí. Dicha carta contenía cosas verdaderamente ciertas a pesar de ser corta nunca pensé que llegaría tan lejos escribiendo eso para el chico que me gustaba. Y no me arrepiento de haberla escrito. No me arrepiento de nada de lo que pasó entre nosotros, lo juro. Y quiero terminar esto tal como lo empecé.

Quiero que sepas que, el deseo que siempre me mantuvo presa ahora se ha esfumado, ya no creo ser capaz de sentir lo mismo, me abrí completamente ante ti y al parecer eso no te importó en lo absoluto. Solía gustarme tu imponencia al tocarme, al besarme, y al mantenerme entretenida retorciéndome del completo placer que me proporcionabas. Pero ahora todas esas emociones se han ido.

Te quiero de vuelta, como no, pero no sé si como antes. Y me duele ignorarte, pero más me duele que no te importa que lo haga. Porque así eres. Y no te culpo, suelo ser así, y no dejaré que veas mi lado débil, mi lado preocupado. Ese al que todo le duele.

Me entregué por completo a ti, dándote lo mejor de mí, dándote mi cariño y mi afecto. Sacando a relucir un lado de mí el cual desconocía. En mi mente tú eras mi chico perfecto, sentía que ambos encajábamos a la perfección. Y no. No era así. Eras solo tú quién jugaba conmigo. Quisiera saber el por qué.

Mi mirada ya no suele encontrarse con la tuya, y sigo deseándote pero me temo que ya no podemos hacer nada. Juro que cambiaré, por ti, por ella; pero más por mí. Porque sé que me hace falta, y solo así lograré entender en que nadie se puede confiar del todo. Que estúpida fui al creer que todo entre nosotros era perfecto.

Te llevaste una gran parte de mí, la cuidaste por unos momentos y luego la destrozaste en cuestión de segundos. Espero y logres ser feliz aún sabiendo que, en vez de haberme dicho la verdad y aclarar tus extrañas intenciones conmigo preferiste ocultarlo jugando con mis fuertes sentimientos hacia ti.

Lo que yo sentía por ti era amor, y la palabra amor se expresa por sí sola. Eso explica muchas cosas, cada vez que mi mirada se fijaba en ti, mi corazón saltaba de la alegría, así de bien me sentía con solo verte. Y lamento no haberte dicho ni la mitad de las cosas de las que hubiese querido decirte. Sabes que no soy muy expresiva.

Si te diste cuenta, aquella cadena de plata que me regalaste el día de mi cumpleaños también está en el sobre. En algún momento pensé que al haberme dado eso en serio comenzabas a quererme, pero ya veo que me equivoqué.

A estas alturas ya no sé ni qué pensar. Me conoces más que nadie, sabes como soy yo realmente, conoces cada parte de mi cuerpo a la perfección, te lo he dicho todo sobre mí. Y tú hiciste lo mismo conmigo. No sé porqué hiciste que todo acabara entre nosotros de esa forma. Aquí es donde la frase "hasta las personas más inesperadas a veces logran sorprenderte" encaja perfectamente. Y no tenías ni la más mínima idea de lo que yo sentía mientras jugabas conmigo.

Yo si te quería, aún lo hago. Y lástima que no lo supiste apreciar. Habríamos llegado lejos si no fuese por tus absurdas necesidades. Nunca olvidaré lo nuestro>.

(...)

Aquí termina todo entre nuestros protagonistas. Terminó tal como empezó, con una carta. La chica terminó totalmente destrozada al saber que él solo la utilizó como entretenimiento. Él no sintió culpa solo hasta después de leer esto, y ahí se dio cuenta de que con sus acciones logró quebraralguien verdaderamente frágil.

Luego de eso, él quiso volver a hablarle para pedirle sus más sinceras disculpas, pero ella solo lo ignoró. Al parecer ella logró cumplir con su palabra. Se olvidó de él.

I looked for you for sex Donde viven las historias. Descúbrelo ahora