Capítulo 19

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Después de haber hablado con mi "mejor amiga" sobre la "cita doble" que se supone que "haríamos" el fin de semana me sentí como una completa idiota por haber aceptado a su invitación, pues últimamente mi relación con ella no había sido la mejor. Debía invitar a alguien para llevar a dicha cita para no estar allí de sobra con ella y su nuevo novio.

Sé que ella me sugirió llevarlo a él, y pensé en que no era mala idea. Pero luego pensé en que tal vez no quisiera ir a una montaña llena de campistas hippies, calor y mosquitos.

<<¿Qué no había otro lugar mejor?>>

Mi lema en las últimas semanas era "probar con algo distinto de vez en cuando no era malo" pero aquí no aplicaba de ninguna forma. O eso era lo que al menos pensaba.

Ahora solo debía pensar en qué le diría a aquel chico para poder invitarlo. <<¡Hola! Sabes... mi "mejor amiga" quiere tener una doble cita; ella, su novio y tú y yo. ¿Qué dices?>> y sin mencionar el lugar. Sin duda esa forma de invitarlo no era la correcta.

La opción de invitarlo específicamente a él no me resultaba tentadora. No después de todo lo que habíamos hecho semanas antes... no sé si me sentiría muy cómoda estando a su lado después de eso.

Aún me encontraba dentro del tedioso colegio... esperando ansiosamente la hora de salida. Y no, no era para invitarlo, era para irme de ese lugar... Pero de todos modos debía hacerlo.

Sentí un gran alivio al escuchar el timbre que anunciaba la hora de salida. Guardé mis cosas, tomé mi bolso y rápidamente me dirigí a la puerta de entrada del colegio.

Me quedé unos minutos esperando a que él saliera, ya que, como me había susurrado al oído, quería hablar conmigo a dicha hora.

<<Será mejor que salga ahora o me daré la vuelta y me marcharé...>>

Mientra veía como todos los estudiantes se retiraban del colegio con cierto entusiasmo noté como el clima no era el de siempre, podía comenzar a llover en cualquier momento. Y empezaba a hacer frío. Un frío de locura. Yo no llevaba ni suéter, ni un paraguas con el cual pudiera protegerme del aguacero.

Y de inmediato él se acercó corriendo, estaba agitado. Sus cabellos le caían por la frente. Y sostenía su linda y usual sonrisa.

 Lamento haberte hecho esperar...

Dicho esto me abrazó.

— Descuida — inhalé un poco de aire —, debo hablar contigo.
 Bien... ¿sobre? — dijo esto arqueando un poco las cejas.

Los nervios estaban jugando en mi contra justo en este momento.

<<Maldita sea...>> pensé.

— M-más bien quiero que vayas conmigo a un lugar... — noté como la expresión en su rostro se suavizaba un poco — ¿Irías conmigo a acampar?
 Pensé que era algo más serio, digo, por tu expresión...

Alcancé a esbozar una sonrisa, la verdad era que estaba muy nerviosa. Una parte de mí quería que él fuera conmigo, pero la otra me decía que no era muy buena idea.

 Y en todo caso, será todo un placer... — se acercó a mi rostro dándome un beso en la mejilla.

Y le sonreí, pensé que diría que no. Pero al parecer no fue así. De pronto gotas de agua muy fría comenzaron a caer del cielo. Pues si, tal como había dicho, iba a llover. Él miró al cielo un tanto intrigado. Y comenzó a quitarse el suéter negro que llevaba puesto. Luego de tenerlo fuera de sí me lo tendió.

— Oh, no. No tienes por qué... — dije.
 Tómalo por favor, no quiero que te enfermes... Nos vemos luego, debo irme. Y creo que también...

Y tomé el suéter, del cual emanaba el olor de su dulce perfume. Olía como talco de bebé. Olía a él. Realmente maravilloso. Me guiñó el ojo y luego se marchó.

Pasé el suéter sobre mi cabeza, y se sintió como uno de sus abrazos, protectores, placenteros y delicados. Su suéter era realmente grande, e incluso me cubría más abajo de las caderas.

<<¿Este es el mismo suéter que vi en mi sueño?>> y supe que era cierto. En mi sueño sentía que había visto dicho suéter antes. Al pensar en eso un escalofrío recorrió mi cuerpo de pies a cabeza. Y de inmediato un pensamiento invadió mi mente. <<Estuve tratando de sacarlo de mi vida durante todo este tiempo, y en vez de eso, se ha ido involucrando más en ella...>>

I looked for you for sex Donde viven las historias. Descúbrelo ahora