13

7K 388 32
                                    

—¿Papá que haces aquí? —pregunto confusa levantándome de golpe.

—Eso deberia preguntarte yo. ¿No estabas en la biblioteca? —dice entrando y cerrando la puerta.

Mierda me había pillado y no tengo ninguna excusa para librarme de esta. Por suerte Evan acude a mi rescate.

—Yo...yo...la encontré saliendo de la biblioteca y me ofrecí a llevarla pero necesitaba algo del despacho.

Como adoro a mi novio, es tan listo. Mi padre parece convencido y por fin puedo respirar de nuevo.

—Y ahora Amber es mi nueva asistente —añade mi hombre sonriendo y posicionándose a mi lado, yo solo asiento dándole apoyo.

—¿Y eso? —pregunta mi padre.

—Me gustaría aprender lo que es el trabajo —respondo yo esta vez—. Siempre me dices que hay que saber lo que es el trabajo duro

—¿Y porque no me lo pediste a mi? —pregunta mi padre.

—No es bueno juntar el trabajo con la familia —me excuso.

—Como quieras cielo —dice dándome un beso en la cabeza—. Trátala bien pero métele caña si se porta mal —bromea mirando a Evan.

—Por supuesto que lo haré —dice sonriendo como un diablillo mirándome fijamente.

—Bueno venía a hablar de unos asuntos de trabajo —dice mi padre. 

—Claro, siéntate —dice Evan volviendo a su silla—. Amber porque no vas a por unos cafés —me sonríe sacando dinero de su cartera entregándomelo.

—No trates a mi hija de camarera —dice mi padre muy serio y Evan y yo tragamos grueso.

—Eh.. yo...yo...—tartamudea mi pobre novio.

—Estaba bromeando —dice mi padre riendo—. Para eso están los asistentes. Ya sabes como me gusta el café cariño —añade dirigiéndose a mi. 

Asiento sonriendo y me acerco a la puerta. Antes de salir le doy una mirada cómplice a mi pobre novio que esta sudando nervioso, le lanzo un besito al que el me responde con una sonrisa y salgo del despacho.

Voy a mi cafetería favorita y pido los tres cafés para llevar. Al volver a la empresa me encuentro a la rubia de bote junto a Magaret en la recepción, la pobre mujer sulfura escuchando la irritante voz de Stephanie. Camino con superioridad hasta ellas.

—¿Como estas Margi? —al verme mi super amiga sonríe alegre.

—Ahora mejor Am —le sonrío de vuelta sintiendo la mirada de la perra sobre mi.

—¿Vas a ver a Evan? —me pregunta Margi.

Antes de que pueda responder la rubia se me adelanta:— Esta reunido con un hombre muy importante.

—Lo sé querida, ese hombre es mi padre —sonrío triunfal—. Y como su nueva asistente lo sé todo.

—¿Su nueva asistente? —pregunta Margaret sorprendida y yo asiento—. Oh que alegría mi niña, te veré todos los días.

—Te adoro, Margi, pero solo será por las tardes —digo riendo—. Si me disculpáis tengo que volver para que el jefe no se enfade —digo dirigiéndome al ascensor—, ¿pero que digo? El jamás se enfada conmigo —sigo mi camino escuchando la risa de Margi y como la rubia de bote gruñe molesta.

Entro al despacho sin llamar y mi padre y Evan están junto a la puerta extrechandose la mano.

—Nos vemos en otro momento Evan —dice despidiéndose—. Y tu no vuelvas tarde, cariño.

Atracción sin limite ✔️ (Atracción #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora