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Caminaba por el pasillo hacia la siguiente clase cuando me encontré de frente con Kassian. Quise rodearle pero el me frenó.

—Amber. No puedes evitarme de por vida.

No sabía que decir. Desde que me besó antes de ayer en la puerta de casa no había vuelto a hablar con el. Todo era incómodo y a la vez le odiaba ya que por su culpa había tenido una pequeña pelea con Evan.

—Tenemos que hablar del beso.

Su insistencia me está poniendo nerviosa y no me queda otra que dejarle claro que amo a mi novio, y entre el y yo no puede pasar nada.

—Kass, te tengo mucho aprecio. Eres un gran amigo para mi pero yo no siento lo mismo que tu —su rostro se contrae y el brillo en sus ojos se apaga, no puedo sentirme mas culpable—. Lo siento. Amo a mi novio, pero eres un amigo muy importante para mi y no quiero perderte.

Kassian asiente y me atrevo a darle un pequeño abrazo. Mi rubio amigo se marcha con la cabeza baja y me parece que no puedo sentirme peor en este momento.

Me siento con las gemelas para charlar en lo que llega el profesor.

Antes de salir me libro de mi novio diciéndole que tengo que ir a unos recados de chicas y como siempre me permitió ir al trabajo sola. Llego a la joyería y la encargada tan simpática busca mi encargo y lo envuelve con un bonito papel guardándolo en una bolsa.

Me despido con un gracias y me encamino tan feliz a ver a mi hombre, no sin antes pasar a por unos cafés.

Como siempre subo a su despacho y está distraído escribiendo en su portátil. Me acerco hasta el y le doy un beso en la mejilla dejando la bolsa sobre el escritorio delante de el.

—¿Que es esto? —pregunta frunciendo el ceño.

—Ábrelo y verás —digo juguetona sentándome enfrente.

Saca el paquete de la bolsa y con cuidado rompe el papel. Levanta la tapa y se queda alucinado.

—Estas de broma —afirma—. ¿Porque lo has echo?

—Es mi regalo de navidad —digo encogiéndome de hombros.

—Esto es carísimo —dice mirando el bonito rolex de plata que le he comprado.

—Por mi chico vale la pena —repito sus palabras sonriendo satisfecha—. ¿No te gusta?

— Claro que me gusta. Pero esto es demasiado.

—Se siente. Y me temo que no podrás devolverlo, lo he mandado a grabar —sonrió inocente—. Dale la vuelta.

Me obedece y lee en voz alta.

Siempre tuya
Amber

Y debajo hay un pequeño dibujito de unas alitas de ángel.

Se quita el reloj que lleva ahora mismo y se pone el que yo le regalé.

—Ven aquí —me ordena y yo obedezco. Me sienta en sus piernas rodeándome con su brazo:—¿Te he dicho ya lo mucho que me encantas? —niego en broma—. Me encantas.

Paso mis brazos por su cuello y lo beso con ganas.

—Te hace muy sexy —digo mirando como brilla en su brazo.

—Tu si que eres sexy —acaricio su mandíbula con la yema de mis dedos, está tan suave—. Por cierto, tengo algo para ti.

—¿Para mi? —pregunto con ilusión.

Abre el cajón de su escritorio y saca algo cuadrado de color dorado.

—¿Una tarjeta? —pregunto confusa jugando con ella.

Atracción sin limite ✔️ (Atracción #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora