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Sus ojos azules no se apartan de los mios en ningún momento. La enfermera se marcha dejándonos solos.

—¿Como sabias que estaba aqui?

—Tu padre ha salido corriendo de una reunión cuando le llamaron —me explica.

—¿Y por qué has venido? 

—Necesitaba verte —la respiración se me corta y el corazón me late a mil por hora en busca de ayuda. Camina lentamente hasta llegar a mi lado:—Necesitaba saber que estabas bien, Angel.

Las mariposillas vuelan nerviosas por mi estómago haciéndome cosquillas, mis manos sudan y siento el cuerpo entero temblar.

—Tu padre llegará en un rato asique debería irme —mi corazón se pone triste por el echo de que se aleje—, pero antes quiero darte esto.

Busca dentro de su chaqueta y saca una bonita rosa roja.

La acerco a mi nariz y aspiro el aroma cerrando los ojos, huele muy bien. Quiero agradecerle cuando el ya esta a punto de salir.

—Evan —lo llamo saltando de mi cama olvidando mi rodilla, con el me siento mucho mejor, incluso se me ha pasado el dolor de cabeza.

¿Había dicho que no sentía dolor? Es la mentira mas grande que he dicho en mi vida. Mi rodilla me dio un fuerte dolor que me hizo soltar un pequeño gritito y casi caerme, si no fuera por los brazos de Evan que me sujetaron y me estabilizaron a tiempo habría besado el suelo.

Sus manos me sujetan con fuerza de las caderas y nuestras caras quedaron muy cerca. Podía oler su maravilloso after shave que tanto me atrae. Todo a nuestro alrededor desaparece y solo estamos el y yo. Ya no puedo contenerme más lo deseo tanto.

Arriesgándome rozo sus labios con los míos y me incita a seguir el echo de que no se aparte. Sus labios hacen contacto con los míos y me besa con delicadeza. Sus manos me pegan más a el y mis brazos rodean su cuello tirando mas hacia a mi. Hubiese disfrutado mas de eso beso si Evan no lo hubiese roto de forma brusca separandose de mi como si tuviera la lepra. Me sujeto a la camilla para no caerme y lo veo caminar por la habitación alejándose de mi.

—Joder, ¿que mierda acabo de hacer? —se lleva las manos a la cabeza muy sorprendido—. ¡Te he besado! —exclama pasándose la mano por la cara frustrado.

—Yo lo empezé —me mira sorprendido—, queria besarte y no me arrepiento.

—Pero esta mal.

—¿Por qué? —pregunto confundida, fue maravilloso.

Nuestra conexión es tan real que puedes tocarla. Yo lo sentí y el también tuvo que sentirlo.

—¡Porque eres una niña! —grita con miedo.

—¡No lo soy! —grito molesta cruzándome de brazos.

—Eres menor. Podría ser tu padre —insiste—. ¡Peor, eres la hija de mi amigo!

Evan camina de un lado al otro sin parar con la mano en la nuca. No entiendo porque se pone así, fue un beso increíble. La conexión entre nosotros no sola la pude sentir yo, esa electricidad que recorría mi piel. Se que el tambien la sintió. Y ahora mismo que este tan nervioso y se arrepienta me parte el corazón.

—Me moría por besarte, ¿acaso tu no? —pregunto temerosa con el corazón desesperado.

—Eso no tiene que ver. Esto está mal —repite frustrado—. Eres mas joven que yo y la hija de mi amigo.

—No soy tan pequeña y no me importa que seas amigo de mi padre —me sincero—. Siento una atracción muy fuerte hacia ti.

—Amber no —niega madiciendo—. Esto no puede ser.

—¿Por qué no? Me atraes y se que tu también porque me besaste de la misma forma que yo —suspiro dando un paso hacia el cojeando—. Y se siente tan bien —doy otro paso hasta llegar a el y le doy un rápido beso. 

—Amber —dice con tristeza poniendo su mano en mis mejillas.

Agarro su mano contra mi cara cerrando los ojos disfrutando de su tacto.

—Me da igual lo que digas, me gustas y yo a ti y no puedes cambiarlo. No puedo resistirlo mas —le aseguro conectando sus ojos con los mios—. La pregunta es si tu estas dispuesto.

—No lo sé —dice apartandose de mi—. Necesito pensar.

Y se marcha dejandome allí sola con el corazón dolido por su reacción. Cuando imaginaba este momento creí que sería mucho mas bonito, que me diría que siente lo mismo que yo y que quiere intentarlo conmigo.

El doctor llegó con mis muletas y despues de practicar un rato me acostumbré a ellas.

Lo siguientes días se me hicieron un infierno por culpa de no poder moverme por culpa de mi magullada rodilla. Mi padre me llevaba y me traia del instituto ayudándome a llegar a clase. La peor parte era quedarme encerrada en casa, mi padre era un paranoico y no quería que hiciera esfuerzo, casi incluso quería ayudarme a ducharme. Y por culpa de su locura ya no dejaba que Kassian me llevara en su moto nunca mas. Por eso ya no volví a salir con el en estos días, por suerte las gemelas si venían a visitarme y hacerme compañía cuando mi padre no estaba. Lo mas horrible de esta horrible semana es no saber nada de Evan, lo que significa que ha tomado su decisión o eso creo. Y si es lo que pienso, deberé respetarla.

Cuando llega el viernes por fin me permiten quitarme la rodillera y volver a la normalidad. En cuanto salgo del medico doy saltos de alegría. Mi padre me lleva a mis últimas horas de clase, pero cuando se marcha no entro a clase. Me la salto y camino por las calles hasta estar delante del edificio que tanto conozco.

Entro decidida con el corazón en un puño y los nervios a flor de piel. Solo espero salir intacta después de esto.


 Solo espero salir intacta después de esto

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Atracción sin limite ✔️ (Atracción #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora