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Esta mañana hablando con las gemelas K, para asegurarme de si le contaron algo sobre Evan a alguien pero como esperaba no hablaron con Kassian desde hace semanas y jamas mencionaron que mi novio es Evan. Y cada vez que intento hablar con el, sale huyendo de clase como alma que lleva el diablo sin darme la oportunidad de decir ni Hola.

A la hora de la salida veo a mi chico apoyado en su coche esperándome con una sonrisa pero lo que me llama la atención es que no lleva su habitual traje. Me voy a acercar a el cuando nota la mirada de Kassian sobre mi, intento acercarme a el pero se pone el casco y arranca toda velocidad en su moto.

Me acerco a Evan que me mira con el ceño fruncido

—¿Que ocurre amor?

—Kassian no ha querido hablar conmigo —miro la carretera por la que ha desaparecido Kassian y luego centro mi vista en Evan—. ¿Por qué no llevas traje?

—Porque no vamos al trabajo. Nos vamos el fin de semana a una casa que me ha prestado un amigo en Staten Island, ya me he encargado de tu padre.

—¿Que le has dicho?

—Que nos vamos de viaje de negocios. Mery me ha echo el favor de guardarte ropa en la mochila —me abre la puerta y me da un azote en el culo al entrar—. Sube preciosa

El viaje en coche dura como dos horas y me quedo dormida la mayor parte del tiempo. Alguien sacude mi hombro y cuando abro los ojos me encuentro a Evan mirándome divertido.

—Ya llegamos preciosa.

Salgo del coche y me encuentro una bonita casa veraniega con colores arena y azules a primera linea de playa, de dos pisos con un bonito jardín delantero con porche.

—Me encanta, podemos mudarnos aquí.

—Te daría todo Angel —me abrazo por detrás y me sentí tan feliz.

Entramos en la casa y estaba muy ordenada de estilo abierto uniendo cocina, salón y comedor, y afuera había un porche con jacuzzi.

El tiempo se había nublado pero seguía haciendo calor, así que me puse un bikini bajo unos pantalones y blusa, cogimos una manta y nos tumbamos en la arena.

Evan no dejaba de hacerme cosquillas y yo reía sin parar, paseamos por la orilla de la mano. Era una tarde maravillosa, salté sobre se espalda cuando no miraba y caímos a la arena, se puso sobre mi y ve estaba besando cuando una ola nos empapó. Tenía unas vistas magnificas de mi precioso novio desde ahí, tenía la camiseta mojada pegándose al cuerpo. Me mordí el labio nerviosa, obligandole a levantarse lo arrastré a dentro.

Nada mas entrar lo empujé le saqué la camiseta, salté a sus brazos y me pegó contra la pared y me besó con hambre y ganas. Con habilidad me sacó la camiseta, desabrochó mis pantalones y me llevó escaleras arriba.

Me dejó en el suelo y me bajó lo pantalones y luego los suyos quedando en ropa interior. Me pegó contra la pared y me dio la vuelta. Agarro mis caderas desde atrás y sus dedos se metieron en el elástico de mis braguitas bajándolas hasta quitármelas, se quitó calzoncillos y se acercó para entrar en mi.

—Evan... —dije asustada.

—¿Confías en mi? —asentí , el se inclinó buscando mi entrada con su miembro y entró con cuidado. 

Cerré los ojos al una sensación extraña y siguió entrando en mi. Era extraño e incomodo hacerlo en esta postura pero cuando salió lentamente y volvió a entrar sentí grandes oleadas de placer. Con las manos apoyadas en la pared y las de Evan sobre mi cuerpo tocando cada centímetro de mi piel y nuestras caderas moviéndose una contra la otra, era un placer diferente pero me gustaba. Entraba en mi en embestidas deliciosas. Sus manos agarraban mi cintura y de vez en cuando me daba azotes fuertes que incrementaban el placer.

Terminamos casi a la vez, dejo caer mi cabeza contra la pared con el corazón y la respiración a mil.

—Espero que tengan buen servicio de limpieza.

Al mirar al suelo puedo ver una mancha blanca. Me río a carcajada y me voy al baño le hago un gesto con el dedo para me que me siga y entramos los dos a la ducha.

¿Conocéis ese momento donde te das cuenta que la persona con la que estas es con la que quieres pasar el resto de tu vida? ¿Ese preciso momento en que sabes que puedes confiar plenamente en esa persona, que jamas te abandonará y siempre estará a tu lado?

Pues ahora mismo ese preciso momento. Bajo la lluvia artificial, abrazados sintiendo su cuerpo pegado al mio tan suave y caliente. Sus manos sobre mis caderas pegando a el y sus labios acariciando mi piel.

—Te amo Evan, quiero estar contigo el resto de mi vida.

Sus ojos me miran con ternura, deseo y adoración. Me aparta el pelo mojado del rostro y me besa tiernamente.

—Te amo Angel y voy a estar a tu lado hasta que tu me eches de tu lado.

Lo mejor de salir del agua es volver a meterse otra vez, esta vez en el jacuzzi pero ahora con bañador. Mi novio está tan de buen humor que ha cogido vino y dos copas.

—Tu padre me mataría si te viera ahora.

—Mi padre te mataría pero por otras razones. Me duele el trasero de tantos azotes —Evan se ríe a carcajadas tirando de mi hasta sentarme en sus piernas—. Te encanta sentarme en tus piernas.

—Mas bien me encanta estar entre las tuyas, estar lo mas cerca posible de ti es mi lugar favorito.

Estos momentos así con el son mis favoritos y ojalá no se terminaran nunca. Y no me voy a cansar de decir que amo pasar tiempo con mi chico, aunque implique escondernos y mentir.

Estaba dormida profundamente cuando algo debajo mía no dejaba de moverse.

—Angel despierta —oiga la voz de mi novio moverme pero no abrí los ojos y apreté mas lo que estaba abrazando—. Angel déjame levantarme.

Abrí lo ojos con molestia y miré debajo mía. Estaba sobre el cuerpo de Evan con las piernas a cada lado de el, la cabeza apoyada en su pecho y las manos rodando su cuello.

—Estoy a gusto —escondí mi cabeza en el hueco de su cuello aspirando su aroma a hombre—. Déjame dormir

—Necesito ir al baño Angel. Sale de encima.

—Ño —dije de forma amortiguada en su cuello.

—Amber —me advirtió, cuando me llama por mi nombre malo. Sentí un azote en el culo y casi suelto un grito. Por fastidiarle un poco por el azote le doy mordisquitos en el cuello—. Muy bien iré contigo.

Se levantó conmigo enganchada a el como un monito. No sería capaz de ir al baño conmigo pegada a el, verdad? Cuando estaba a punto de cruzar la puerta del baño me bajé de su cuerpo y corrí de vuelta a la cama.

Oí la cadena del váter y Evan volvió a junto mía.

—Angel no te duermas tenemos que recoger las cosas. Vamos princesa hay que disfrutar el ultimo día de estar solos en la playa.

Sus brazos me sacaron de la cama para obligarme a vestirme e ir a playa y disfrutar el día juntos.




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Atracción sin limite ✔️ (Atracción #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora