Atracción sin limite ✔️ (Atracción #1)

10

Desperté a la mañana siguiente sola, Evan se había ido mientras dormida pero me encontré una nota suya.

Angel

Siento no estar cuando despiertes pero tuve que irme pronto para evitar a tu padre. Nos vemos esta noche preciosa.

PD: Te espero en la siguiente calle para que no nos vea tu padre.

Evan

Es tan adorable que me lo comería sin pensarlo.

Gracias a ese bonito mensaje me despierto de muy buen humor. Bajo a desayunar con una sonrisa enorme y me encuentro a Mery cocinando y a mi padre con sus papeles del trabajo.

—Buenos días —saludo feliz.

—Alguien esta muy feliz hoy —me dice Mery dejando el desayuno en la mesa.

—Es un buen día —respondo feliz.

—¿Y eso por qué? —pregunta mi padre curioso levantando la vista hacia mí.

—Hace buen día, he dormido genial. Ah, y las gemelas me invitaron a su casa esta noche ¿Puedo ir, papi?

—Esta bien pero no vuelvas tarde —me responde volviendo a sus papeles.

—Gracias, papá —le doy un beso en la mejilla y como mi desayuno tan feliz.

Hoy el día promete. Será la mejor cita que habré tenido en la vida porque será con mi hombre.

Bueno eso de que sea mi hombre aun está por definirse, pero me da igual. Yo estoy muy feliz en mi preciosa burbuja llena de Evans sin camiseta a mi servicio.

Si, increíblemente mi chico...bueno, mi futuro chico porque me encargaré de que así sea, ya me ha dejado ver su musculado cuerpo de cerca. Y cuando sea mi novio pienso tocarlo a diario y también su increíble trasero.

Oh dios, ese trasero es tan sumamente redondito y me pide a gritos que lo golpee.

—Amber cariño, se te cae la baba —me dice Mery riendo.

Me paso la mano por la cara y efectivamente se me está cayendo la baba. Pensar en ese dios me deja tonta. Bueno y, ¿a quien no?

—Estaba pensando en los maravillosos macarrones que harás para la comida —miento lo mejor que sé.

—Claro, claro. Pensabas en la comida —ironiza riendo mientras me guiña un ojo.

—¿Que quieres decir con eso? —pregunto frunciendo el ceño.

—Conozco muy bien esa cara cariño. No olvides que tengo una hija adolescente —suspira con cansancio—. Esa mirada es por un chico.

—¿Y si fuera así?

—Oh cariño, sería maravilloso. Pero primero deberías contárselo a tu padre —me lo pienso un momento y sé que tiene razón que debería contárselo pero el miedo a que le parezca mal me frena—. No es ese chico rubio, verdad?

Me muerdo el labio inferior nerviosa sonriendo como boba antes de decir en bajito:—No.

—¿Entonces quién es? —pregunta emocionada.

Me lo pienso unos segundo, tengo duda de si decírselo o no. Mery siempre me ha guardado secretos que nunca quise que papá supiera pero jamas fueron cosas muy serias.

—No puedo decírtelo —Mery frunce el ceño y yo miro mis manos avergonzada.

—Bueno, mientras me prometas que no te meterás en líos por ese chico todo esta bien.