Después del maravilloso fin de semana con Evan dedicándonos a dormir y darnos placer del bueno, el lunes fue un fastidio muy grande. En cuanto sonó el despertador quería asesinar a alguien y fue aun peor dormir en mi cama y despertarme sin mi novio al lado despertándome con besos y el desayuno en la cama.
Esta semana tenia pinta de ser muy larga. En unos días cumpliría tres meses con Evan y no sabía que regalarle. Y por mucho que pensase y pensase no tenía nada.
Les pedí consejo a mis amigas pero Kassian se sentaba a nuestro lado sin hablar y las gemelas K no tenían remedio. Katie seguí insistiendo con la tarta y Kayle le parecía buena idea si la sorpresa del pastel era yo desnuda sobre la cama de mi novio.
Esto era bastante cansado, porque por mucho que me guste acostarme con Evan no voy a dedicarme a meterme en su cama cuando no sepa que regalarle.
Necesitaba una buena idea pero no tenia nada.
—Señorita Donovan —el profesor de química me sacó de mis pensamientos—, límpiese la baba y preste atención.
Las gemelas se rieron por lo bajo de mi ridículo mientras me limpiaba la baba, ellas sabían muy bien que pasaba por mi cabeza cuando salivaba de mas.
Mi querido novio hoy tenía una reunión así que compré unos cafés y unos pastelitos y se los lleve al despacho. Al sentarme en su mesa me encontré el portátil abierto con el email abierto, había varios correos sin abrir de una dirección con el nombre de una mujer y su mismo apellido.
Abrí curiosa uno, se trataba de su madre. Le había escrito porque el no le contestaba las llamadas y quería hablar con el. Copie la dirección en mi móvil , ya tenia el regalo perfecto para mi chico, solo espero que no se enfade.
—Amber —la grave voz de Evan me hizo sobresaltar y cerrar el portátil de golpe—, ¿estabas cotilleando mi ordenador?
Negué con la cabeza asustada y me levanté alejándome de el con miedo por su cara seria.
—Amber ven aquí.
Cuando me llamaba Amber nunca era nada bueno y esa sonrisa diabólica me daba un mas miedo. Quise correr fuera del despacho pero había cerrado la puerta con llave, maldita tecnología.
—Amber —dijo a modo de advertencia acercándose como un depredador a punto de comerse a la gacela, y no me gusta ser la gacela.
Me agarro con sus brazos por detrás y me atrajo hacia el llevándome hasta la silla, se sentó y me colocó boca abajo en sus rodillas como a una niña cuando le van a dar azotes.
Un segundo. No será capaz de... Y sentí su mano impactar contra mis nalgas. Solté un grito de la impresión y luego otro cuando le siguió otro golpe. Su mano acarició mi culo levantando mi falda y apartando mis braguitas, sus dedos se movieron acercándose a mi intimidad.
Sus dedos frotaban mis labios haciéndome gemir, pero se apartó dejándome con las ganas de mas y me dio otro azote.
—¿Vas a volver a cotillear mis cosas? —dijo con una sonrisa malvada tocándome e introduciendo un dedo en mi.
—No-o —dije entre cortada gimiendo.
—¿Vas a volver a ser una chica mala? —dijo malvado sacando el dedo y dándome otro azote.
—No-oo —frotó despacio metiendo otro dedo notando el orgasmo formarse y estaba punto de tocar las estrellas cuando sacó los dedos de mi y me dio otro azote.
Me puso en pie de un movimiento sentándome en su escritorio. Me abrió las piernas que me temblaban y se metió entre ellas desabrochándose el cinturón y bajándose los pantalones y los calzoncillo un poco dejando a la vista su enorme erección.
La introdujo en mi de una fuerte embestida haciéndome sentir el cielo.
—Grita todo lo que quieras preciosa, nadie podrá oír.
Su voz agitada y grave me ponía la piel de gallina. Sentía el orgasmo formarse otra vez cada vez mas cerca.
—Evan por favor —gemí apoyando mis manos detrás para sostenerme. Sus movimientos fueron mas rápidos y gemí cuando llegué, Evan se movió un poco mas y su corrida me llenó entera.
—No sabes las ganas que tenia de estrenar esta escritorio contigo —dijo con la voz cansada sentándose en la silla.
Yo seguía sentada con las piernas abiertas incapaz de recuperar la respiración. Acercó la silla hasta mi y besó mi rodilla.
—Hueles muy bien —se burló rozando la humedad en mi.
—Te odio —murmuré cansada.
Evan se rió y unió sus labios con los míos. Me bajé de la mesa subiendo mis braguitas y colocándome bien la falda.
—Puedes irte a casa a descansar —me guió un ojo y yo le saqué la lengua.
—Eres el peor novio.
—Si te encantó —me agarró de la caderas pegándome a el—. No podré olvidar esos gemidos en la vida.
Le tomo la palabra y me voy a casa a descansar. Llego y me encuentro a mi padre sentado en el sofá.
—Hola cariño —me saluda dándome un abrazo—. Hueles a hombre.
Llevo un trozo de mi ropa a mi nariz y tiene razón el exquisito olor a Evan se ha impregnado en mi.
—Oh..eh..seguramente sea culpa de Kassian —intento excusarme.
Huyo a la seguridad de mi habitación tirándome en mi cómoda cama. Miro el número de teléfono guardado en mi móvil dudando su debería o no llamar.
Me armo de valor y pulso el verde, perdóname Evan.
—¿Diga? —contesta una voz femenina. Me quedo muda sin decir nada:— ¿Diga? —insiste otra vez.
—Hola —digo por fin—. ¿Es... usted la madre de Evan Michaelson?
—Si, ¿quien llama?
—Emm... —me muerdo las uñas incómoda—. Soy la novia de su hijo —ahora es la mujer la que se queda callada—. Me gustaría que vinieran usted y su marido a ver a Evan, sería un placer conocerles en persona.
—Oh querida, ¿Evan quiere vernos? —puedo oír como su voz se atasca en su garganta y sé que va a llorar.
—En realidad no lo sabe, quería que fuera una sorpresa.
—No creo que sea buena idea —dice insegura.
—Conozco bien a su hijo y sé que al principio le parecerá mal, pero no se puede dar la espalda a la familia para siempre —insistí—. Ademas si se enfada con alguien será conmigo.
—Esta bien cariño, cogeremos un vuelo y estaremos allí mañana por la tarde.
—Genial, nos veremos mañana. Por cierto soy Amber Donovan.
—Gracias por todo lo que haces por mi hijo Amber.
—Lo hago porque amo a su hijo —me sincero.
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Atracción sin limite ✔️ (Atracción #1)
De TodoGuapo, joven, soltero con perfectos abdominales y penetrantes ojos azules. ¿Quien puede resistirse a eso? Uno de los mejores socios de mi padre y mi mayor pesadilla. Con ese perfecto y musculosos cuerpo se cuela en mi sueño y me hace sentir todo y...