Atracción sin limite ✔️ (Atracción #1)

30

Como dije mi felicidad no duró mucho. Estaba terminando de vestirme cuando un gran estruendo me hace salir corriendo.

—¡¿Donde esta?! —gritó mi padre entrando como un fiera amenazando a mi Evan.

—Tranquilízate Vincent —Evan levanta las manos para tratar de calmar a mi padre pero no sirve de nada.

—¡No voy a tranquilizarme! —sigue gritando—. Fuiste como un hermano pequeño para mi, ¿y me traicionas de esta manera? Es mi única hija.

—Yo la amo. Jamás le haría daño, me conoces muy bien y sabes la clase de persona que soy —le explicó con calma Evan.

—Sabía la clase de persona que eras —le ruge mi padre—, pero jamás me imaginé que te acercarías de ese modo a mi hija.

Yo seguía escuchando todo desde el piso de arriba y no sabía si intervenir o no. Tenían que solucionar esto entre ellos esta claro que no puedo meterme, pero no puedo dejar que las cosas se salgan de desmadre.

—Lo siento Vincent —dijo Evan con calma—. Mejor que nadie sabes lo que es enamorarse. Nunca quise enamorarme de tu hija pero hago todo por hacerla feliz.

—Amber debería ser feliz con alguien de su edad —gruñó mi padre—. Eres un maldito adulto y ella una menor y no te importó meterla en tu cama.

—Yo jamas hice nada que ella no quisiera.

Mi padre rojo de la ira se lanzó sobre el Evan cayendo los dos en el sofá. Solté un grito y corrí hacia ellos con los ojos nublados de lagrimas.

—¡Papá! —grité horrorizada—. Sueltale por favor.

Tiré de su brazo y por fin lo soltó. Me fijé en el rostro de Evan y tenía un gran golpe en el ojo que se estaba poniendo morado en segundos. Acaricié su ojo con la yema de mis dedos pero mi padre tiró de mi brazo separándome de el.

—¡Te prohibí acercarte a el! —me grita.

—¿Por qué te molesta tanto que quiera estar con Evan?

—Porque el mató a tu madre —gritó fuera de si.

—¿Que? —pregunté con la voz rota y un nudo en la garganta.

—Tu madre no murió al dar a luz Amber, murió en un accidente de coche por culpa de el —señala con asco a Evan.

—Eso... Eso no es verdad —intento defenderle y al mirarle tiene la cabeza agachada y la culpabilidad en su mirada.

Salgo corriendo y me meto en el ascensor justo cuando se estaban cerrando las puertas.

Necesito aclarar mis pensamientos, esto no puede estar pasando. Tiene que haber una explicación pero ahora no puedo pensar con claridad. Me siento en una mesa al fondo en mi cafetería y pido un café.

Me seco las lágrimas, respiro hondo y me tranquilizo. La camarera me trae mi café y le doy pequeños sorbitos disfrutando el sabor que hace relajar a mi cuerpo y calmar mi agitada y confusa mente.

—Amber —Evan aparece delante de mi con miedo a que le rechace o me vaya corriendo—, ¿podemos hablar?

—Quiero saberlo —se sienta enfrente de mi poniendo las manos sobre la mesa—. Cuéntame lo que pasó.

—¿Estas segura? —asiento y el se aclara la garganta—. Fue una semana después de darte a luz, en nuestro ultimo año de universidad. Yo había discutido con mi padre y me fui de fiesta a una fraternidad. Me pasé de copas y los únicos que se preocuparon por mi fueron tus padres. Los llamé y tu madre vino a buscarme, yo iba en el asiento trasero medio inconsciente cuando a tu madre se le cruzó un conductor borracho. El coche acabó en una cuneta, cuando salí saqué a tu madre y llamé a la ambulancia pero... ya era tarde.

Mis mejillas están llena de lagrimas y los ojos de Evan rojos. Agarro su mano con fuerza.

—No fue culpa tuya —intento animarle—. Tu no sabias que iba a pasar.

—Si lo fue, si tu madre no hubiese venido a buscarme jamas habría pasado.

—Que no fue culpa tuya —el nudo en mi garganta se hace mas grande.

—No intentes defenderme Amber, yo tengo la culpa. Te privé de una vida con tu madre.

—Deja de culparte Evan —me levanto y me siento a su lado—. Aunque mi madre no este aquí físicamente, no hay día en el que no la sienta cerca, cuidándome allí donde este. Para mi siempre estará aquí —agarro el corazón de oro que Evan me regaló cuando empezamos a salir.

—Deberías odiarme. Tu padre siempre lo ha echo, cuando desperté en el hospital el estaba allí contigo en brazos reprochándome que había asesinado al amor de su vida y a la madre de su única hija.

—Nunca podría odiarte. Por eso nunca nos conocimos hasta ahora verdad? Por eso mi padre me mandaba a mi a llevarte los papeles  —afirmo y el asiente—. No me importa, yo te amo.

—Y yo a ti —me da un beso amargo por las lagrimas pero sigue siendo cálido y suave—. Por eso siempre he echo lo imposible por hacerte feliz, era la única forma que sentía de compensar a tu madre.

—Espera, entonces mi padre me mintió. Todos estos años he creído que yo tenia la culpa de que mi madre muriera, y nunca me dijo nada.

—¿Porque dices eso?¿Porque ibas a tener tu la culpa?

—Creía que había muerto por darme a luz. ¿Entonces nunca murió el día de mi cumpleaños?   —me paso las manos por la cara limpiando las lagrimas.

—No sabía que te había dicho eso. Lo siento Angel.

—Deja de pedir disculpas. Mi padre es el que me ha mentido, no tu.

Me acerco a el para besarle cuando mi padre irrumpe dentro del local tirando de mi para separarme de Evan.

—Sabía que estaríais aquí. Te dije que te alejaras de mi hija —me agarra del brazo con fuerza sacándome del local llamando la atención de todo el mundo.

—Eres un mentiroso. Evan me lo ha contado —exploto de rabia.

—Sé acabó. Haré lo que sea para mantenerte alejada de el.

—¡Noo! ¡Evan! —grite intentando aferrarme a el, pero mi padre ya me estaba metiendo obligada en el coche.

Lo último que vi a través del cristal del coche fue a mi Evan intentar alcanzar el coche y cayendo de rodillas en medio de la acera llorando desconsolado.

¿FIN?

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¡Hola mis guapísimos lectores!

Lo prometido es deuda, espero que os haya gustado mucho esta novela. 

Si gusta y es muy apoyada creo que subiré una segunda temporada. Me ha gustado este final trágico y abierto no me odies por no darles un final feliz.

Os estaré leyendo preciosidades.

¡Os amo <3!