Una familia contigo.

Está es nuestra vida.

Narra Kakashi.

Si ayer fue un día difícil, por ver al emo vengador de nuevo, hoy fue peor. 

Sakura se mudó conmigo ayer por la tarde, hoy en la mañana preparamos el desayuno y todo normal, hasta que llegó un Anbu.

Tenía órdenes de ver al Hokage, fuí y para males. Me dio una misión S, tenía planes de llevar a Sakura a ver nuestro nuevo hogar y se arruinó todo.

Traté de dar una excusa y no funcionó.

Fuí con ella, mi esposa.

Hola, Sakura... Cariño. - fue lo que dije al verla comer una cubeta de helado de limón, no me respondió. Solo me dió su sonrisa como saludo.

Tengo misión, parto en dos días. - solté, se quedó muda - Hice lo posible para decir que no. Pero la Quinta así lo decidió. Me iré dos meses. - Seguía sin contestar. - creó qué podemos ir al ultrasonido antes, quiero ver a mi hijo antes de partir.

Sonrió con melancolía en sus ojos. - Así es nuestra vida.

Volveré antes, lo prometo. - caminé con ella para abrazarla.

Prométeme qué regresaras vivo, Kakashi, sí mueres. Juró que te revivió sólo para volver a matarte. - Me abrazo, cómo sí supiera que no regresaría.

Regresaré antes, estaré contigo en el parto y en su vida. No dejaré qué esté bebé crezca sin un padre, yo sé que es difícil crecer sin una familia. - le besé su frente. - regresaré para casarnos.

Decidí llevarla a cenar después de esa pequeña charla, íbamos caminando por la aldea, nos seguían viendo con curiosidad, desprecio, asombro, caminábamos de la mano, juntos, aclarado cualquier rumor, despejando dudas, es mi esposa y la presumía como tal.

Llegamos al restaurante y cenamos, cuándo volvíamos, llegó otro Anbu, me dió el pergamino y se fue.

¿Qué es? - Me preguntó.

Lo abrí y leí - Me tengo que ir, me necesitan ahora, la misión de adelanto. Sakura, debo ir a vestirme. - Caminamos, mejor dicho, corrimos hasta el departamento, me cambié y salí.

Anbu, siempre sabía que pertenecías ahí. Vuelve, qué te estaré esperando. - me dió un beso y salí de ahí.

Estaba en la entrada de Konoha, invoque a Pakkun.

Jefe - me saludó.

No sé sí regrese vivo, pero tu y todos los Nikken eran la única familia qué tenía, dile a los demás qué se queden con Sakura. Tu última misión, sí es qué la quieres, es que cuides de ellos, protegelos. - Mis compañeros me esperaban.

Jefe, debe de volver, ella lo espera cómo siempre...

Pakkun, ésa es tu misión. - Grité - ahora vete y cuídala. - me dí la vuelta y emprendí mi camino, algo en mi corazón decía que no iba a volver a ver a Sakura, ni a mis Nikken.

Senpai - Susurró un Anbu.

Somos ninjas, nosotros no tenemos sentimientos, sí nuestro deber es morir para que otros vivan, así debe ser. - No volví a hablar con ellos hasta llegar al objetivo.