La que sueña con Beethoven

Capitulo 22

De camino a la escuela solo iba pensando en lo extraño que fue mi sueño.

- Hola Elisa- Me saludo Rebeca.
- Hola ¿Cómo estás?- Pregunté.
- Estoy bien ¿Tu estás bien? Dijo mi hermano que te encontró a noche caminando sola.
- Estoy bien, solo que me entretuve por ahi- Respondí.
- No deberías estar sola en la noche, es peligroso.
- Lo sé, no volverá a suceder. Ayer mi abuela también me regaño por eso- Dije.
- ¿Tu abuela vive con ustedes?- Preguntó.
- ¿Como?
- Si, bueno ayer dijiste que tus papás son dueños de una empresa y pensé que solo vivías con ellos.
- No, también vivo con mi abuela. Ella me cuida mientras mis padres trabajan- Mentí.
- A mí me gustaría tener a mi abuela conmigo. Ella vive muy lejos de aquí.
- ¿En donde vive?- Pregunté curiosa.
- En Alemania.
- Alemania es demasiado lejos...
- Lo sé, por eso no la veo muy seguido. Solo una vez al año vamos a visitarla.
- ¡Qué triste! Antes también vivía en otro lugar y casi no veía a mi abuela, pero es lindo estar con ella.
- Que lindo, bueno tenemos que ir a clases.

Las clases transcurrieron con normalidad hasta que el profesor nos hizo trabajar en equipo para una tarea de historia. Yo quería estar con Rebeca, sin embargo me asignaron con otras alumnas, una llamada María y la otra llamada Melody.

- Bien, ya que seremos equipo de una vez te digo que tendrás que esforzarte mucho porque odio tener una calificación menor a diez. Ahora que lo sabes, ven con nosotras a mi casa después de clases para que comencemos con la tarea- Me dijo María con un tono despectivo hacia mi.
- Sí, está bien.

María, tez blanca, mejillas rozadas, cabello rubio hasta la cadera, labios color carmín. Simplemente una belleza.

Melody, una niña morena oscura, cabello negro rizado, ojos verdes, nariz respingada. Simplemente perfecta.

Al terminar las clases fui a los sanitarios, al pasar por los espejos me mire fijamente y me preguntaba ¿Qué hay de bueno en mi? No soy alta ni delgada, no tengo los rasgos más finos, no soy la más hermosa. Mi seguridad se iba aún más a la basura al ver las niñas que me rodeaban, todas parecían sacadas de comerciales de televisión.

- ¿Qué haces mirándote como tonta? - Pregunto Melody al entrar a los sanitarios.
- Nada ¿Nos vamos ya?
- Sí, te estamos esperando, sígueme.

El chófer nos abrió la  puerta y subimos al lujoso coche. De camino a la casa de María estuve muy incómoda ya que ambas platicaban como buenas amigas, mientras a mi me excluían.

- Bien, por fin llegamos.

Me quedé boquiabierta al mirar la casa de María ¿A caso era un palacio? Nunca había visto nada igual. La casa era de tres niveles, estilo victoriano. Con un enorme jardín y un lago artificial.

- Espero que tus ojos no queden así de abiertos- Dijo María burlándose de mi.
- Quizás nunca había visto una casa así. Si te creías la más rica del colegio es porque nunca habías conocido a María. Sus padres son dueños de los más exclusivos centros comerciales de la ciudad, tienen casas por todo el país e incluso una isla- Explicó Melody.
- No la intimides, pobrecita- Dijo María.

Sería una tarde muy larga.