Capítulo 24

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Después de comer, María ordenó al chófer que me llevará a casa. Le conté todo lo que pasó a mi abuela y me dijo que hablaría conmigo cuando llegara de mi clase de piano.

Al llegar a la clase me sentí feliz, era un sueño para mi estar ahí.

- Bien, Elisa he elegido una partitura especialmente para ti, sé que eres una alumna muy aplicada y que tienes muchísimo talento- El profesor me dio la partitura Clair de Lune.
Me sentí halagada pero intimidada.
- Gracias- Dije insegura.
- Tu puedes lograrlo, estoy seguro- Me ánimo- Ve al piano y empieza a practicar, yo te ayudaré en lo que no puedas.
- Sí, profesor.
La partitura se miraba hermosa, era una obra de arte en papel y en el piano. El principio de la canción no me dio ningún problema, sin embargo las partes posteriores fueron lo contrario aunque el profesor muy amablemente me ayudó y constantemente me repetía que era muy buena tocando el piano.
Al final de la clase pude tocar la mitad de la canción, algo que me hacía sentir lograda y satisfecha.

De regreso a casa, me topé nuevamente a Ryan, él estaba en sus amigos jugando con su patineta.

- Deberías hacerle caso, Ryan... Esa chica es demasiado hermosa- Dijo uno de sus amigos.
- Lo que tiene de hermosa, lo tiene de hostigosa. Me desagrada profundamente- Respondió.
- Quizás tengas razón, pero para un rato está bien ¿No?
- No, ni para el rato está bien. De hecho ayer iba pasando una amiga de mi hermana y la use de pretexto para irme, incluso le regalé lo que ella me dio.

Pase junto a ellos y uno de sus amigos se estrelló contra mí.

- ¿Estás bien?- Me preguntó.
- Creo que sí.

Me ayudó a levantarme mientras Ryan estaba riéndose a carcajadas.

- Tú eres la amiga torpe de mi hermana ¿No? Deberías tener más cuidado tontuela.

Mi corazón se rompió en mil pedazos y me fui corriendo a mi casa.

Al llegar, mi abuela me estaba esperando junto a una exquisita taza de café.

- Elisa, me dejó muy preocupada lo que me comentaste en la mañana.
- No deberías preocuparte.
- Solo te diré que nunca debes sentirte menos que las demás, siempre debes estar orgullosa de lo que eres.
- Estoy orgullosa- Sonreí.
- Y sobre el dinero, bien, está demás decirte que todos los que asisten a ese colegio tienen dinero. Solo mantente al margen, aún no sabes mucho de la vida.
- Entonces ¿Debo quedarme callada? ¿No puedo expresar lo que pienso acerca del tema?
- No es apropiado, mira... Tu caso es diferente. Tu padre te dio una vida humilde, él te enseño que lo más valioso es la familia y pasar tiempo con ella. Sin embargo, nadie piensa así aquí. Al fin y al cabo el dinero es muy importante porque con el puedes comprar lo que quieras, viajar en ir al doctor cuando lo necesites. Sin el no puedes asistir a los mejores colegios, ni pagar clases de piano ¿Ves lo importante que es? Así que cuando seas grande, no seas como tu madre. No busques a alguien pobre, por favor.

Sus palabras me ofendieron inmensamente así que solo asentí y me fui corriendo a mi habitación.

La que sueña con BeethovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora