Mi madre se veía hermosa, tenía puesto un vestido rojo de encaje y unos tacones azules que la hacían ver preciosa. Quería correr a abrazarla pero me contuve al ver que me miraba con desprecio.
- ¿Qué haces aquí, hija? ¿Ya vas a regresar? - Pregunto mi abuela.
- No mamá, no voy a regresar, yo solo vine por unas cosas que había olvidado pero ya estoy apunto de irme.
- Quédate a cenar hija, no te vayas tan rapido- Le pidió mi abuela.
- No mamá, en serio que tengo que irme- Respondio- Veo que le compraste ropa a Elisa, qué bueno que tú si le das la vida que Erick no pudo darnos a nosotras.
- Aunque le de la mejor vida a tu hija, aún así le faltas tú. Vuelve, ella te necesita ¡Es tu hija! ¡Es tu sangre!
- Mamá, a mi no me importa es niña horrenda, créeme que ahora sí estoy disfrutando de mi vida y no tengo tiempo para una distracción así, ahora sí me voy mamá, que tengas linda noche.Mi madre agarro su bolsa y se dirigió a la puerta, sin embargo se detuvo antes de salir.
- Elisa, recuerda "Aunque la mona se vista de seda, moda se queda"- Se rió y se fue.
Mi corazón se partió en mil pedazos y me eché a llorar.
- Mamá, yo te necesito- Dije sin que ella me escuchará porque ya se había ido.
- Elisa- Dijo mi abuela con su voz entre cortada.
- ¿Por qué no me quiere? Yo la amo, es mi madre...- Pregunté mientras lloraba a mares.
- No llores pequeña, veras que un día ella se arrepentirá de todo el daño que te ha causado, mientras tanto tú debes ser muy fuerte- Me abrazo.
- Lo estoy intentando abuela pero no sabes lo que se siente- Dije.
- Sí lo sé, Elisa. Cuando yo tenía tu edad mis padres eran muy pobres, decían que nunca debí de haber nacido porque era mujer y ellos querían tener únicamente varones para que trabajarán y los sacaran de pobres. Mi madre al tenerme ya no pudo volver a embarazarse así que descargaron toda su furia conmigo. Nunca supe lo que era un abrazo, un beso o unas palabras de ánimo de parte de ellos, incluso me daban solo una vez al día de comer, decían que tenía que mantenerme delgada para ser hermosa y que alguien rico se fijara en mí. Con el tiempo entre a trabajar en varios lugares hasta que llegue a una cafetería exclusiva y ahí fue donde conocí a tu abuelo. El todas las mañanas iba a tomar un café para poder verme y conversar, aunque al principio no nos entendíamos bien ya que no hablaba bien el idioma. Él y yo tuvimos varias citas a escondidas hasta que un día mis padres se enteraron y me dijeron que tenía que casarme con él porque era un extranjero con mucho dinero y nos sacaría de pobres, sin embargo él se fue del país a los pocos días, por lo tanto mis padres se enojaron muchísimo y me golpearon horriblemente, después me sacaron de la casa y viví un tiempo con la dueña de la cafetería. Tiempo después tu abuelo regreso y aunque sus padres se opusieron porque yo era de otro país y pobre, el me pidió que me casará con él. Recuerdo cuando fuimos a avisarle a mis padres, ellos creían que él se iría de nuevo y que me abandonaría, no aprobaron nuestra relación y casi me golpean. Antes de salir de mi casa les dije: "Olvidense de que algún día tuvieron una hija" y desde ahí nunca volví a verlos.
La historia de mi abuela me impacto profundamente.
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La que sueña con Beethoven
Teen FictionEsta es la historia de Elisa, una chica que sueña con tocar el piano y que habla con Ludwing Van Beethoven, quien lleva más de dos siglos muerto. La música clásica es su pasión, pero hay varios obstáculos para ella. Tras la muerte de su padre y el a...