Ryan Pov's
Al despertar miré un techo blanco, estaba recostado. Por un segundo pense que estaba en el hospital pero no habían máquinas a mi alrededor.
- ¿Donde estoy?- Me pregunté.
Me levanté de aquella cama y comencé a recorrer la habitación. Al acercarme a un ventanal miré un río a una distancia muy corta además de varios árboles frutales. Se veía muy hermoso.
Me sente junto al ventanal para contemplar la vista y pensar que había pasado. Lo último que recordaba era estar en una camilla de hospital y hablar con mi pequeña Elizabeth ¿Acaso había sobrevivido y ahora me encontraba en un lugar diferente? ¿Donde estaba mi familia? Moría de ganas de darle un abrazo a Elizabeth.
- ¿Ryan?- Escuché una voz desde afuera de la habitación.
Me resultaba muy familiar aquella voz sin embargo no podía distinguir de quien se trataba.
- ¿Sí? ¿Quién eres? ¿Qué estoy haciendo aquí?- Pregunté.
- Ryan...La puerta se abrió y cuando mire de quién se trataba me quedé boquiabierto. No podía creerlo.
- Ryan...- Volvió a decir mirándome a los ojos.
- Elisa- Susurré.Ella corrió hacia mí y nos abrazamos fuertemente.
- Elisa, Elisa- Dije mientras la abrazaba y las lágrimas salían de mis ojos.
- Mi amor... Ryan, te extrañe mucho- Dijo ella.No quería soltarla, no de nuevo.
- Yo también te extrañe mi amor- Respondí.
No sabía que más decir, me sentía muy confundido, pero pese a todo estaba rebosante de alegría porque estaba con el amor de mi vida.
- Pareciera que estuve una eternidad sin ti- Dijo Elisa.
- ¿En dónde estamos?- Le pregunté al separarme de su abrazo- ¿Esto es el cielo o es infierno?
- Ni uno ni otro- Ella rió.
- ¿Es un sueño?- Pregunté.
- No Ryan, no es un sueño, está es la realidad y ahora podremos pasar nuestra vida juntos- Sonrió.
- Nunca deje de amarte Elisa, nunca fue posible para mí olvidarte, te recordé cada día y cada noche deseando que estuvieras conmigo a mi lado.
- Ahora estamos juntos Ryan.En la habitación había un espejo, me observé y después la miré a ella.
- ¿Aún me amas?- Pregunté.
- Claro, nunca he dejado de amarte.
- Ya no soy el guapo y joven Ryan, he envejecido- Dije.
- Pero la persona que eres en el interior, esa no ha cambiado para nada, sigues siendo ese chico del cual me enamoré perdidamente- Respondió.
- Tu no haz cambiado nada.Contemple su rostro, se miraba igual a la última vez que la ví. Sus ojos verdes seguían viéndose igual, su nariz era perfecta al igual que sus labios y su cabello el cual caía como cascada en su espalda.
- Tengo que presentarte a alguien- Elisa sonrió y me tomo de la mano.
Salimos de aquella pequeña casa y cruzamos el río pasando un pequeño puente de madera. Al cruzar mire una hermosa casa de madera. Elisa tocó y al poco tiempo un señor salió a recibirnos.
- Ryan, te presento a mi papá, Erick.
- Así que tú eres Ryan, mi hija me ha contado muchas cosas positivas de ti- Sonrió.
- Señor Montiel, es un gusto conocerlo.
- El gusto es mío, gracias por cuidar a Elisa el tiempo que no estuve para ella- Me abrazo.Tuvimos una charla muy agradable mientras que Elisa nunca dejaba de tomarme la mano. No queríamos separarnos ni un minuto.
Al llegar la noche regresamos a la pequeña casa de Elisa y nos recostamos juntos. Era perfecto estar a su lado.
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La que sueña con Beethoven
Teen FictionEsta es la historia de Elisa, una chica que sueña con tocar el piano y que habla con Ludwing Van Beethoven, quien lleva más de dos siglos muerto. La música clásica es su pasión, pero hay varios obstáculos para ella. Tras la muerte de su padre y el a...