Había despertado muy alegre. Mi pancita cada vez crecía más y más, en algún momento pensé que que reventaría.
Comencé a arreglarme frente al espejo. Pero de repente, en vez de traer una pijama, llevaba puesto un hermoso vestido de olanes amarillos, mi cabello recogido en un laborioso peinado y tenía a Ludwig Van Beethoven a mi lado.
- ¿Ludwig?- Pregunté.
- Qué hermosa te ves Elisa- Me beso la mano.
- Tu siempre haz estado a mi lado, no sé cómo agradecer tu compañía.
- Estar contigo es el mayor de los placeres que hay, lo disfruto mucho así que no necesito una recompensa- Respondió.
- La vida cambia tanto en tan poco tiempo.
- Lo sé Elisa, pronto tendremos a la pequeña Elizabeth con nosotros y todos la amaran, será la adoración de muchos y alguien que será tan buena como su madre- Dijo.
- ¿Eso crees?- Pregunté.
- Eso es lo que pasará Elisa, confía en mi. Ahora ¿Podría está bella dama concederme esta pieza?De pronto ya no estábamos en mi habitación, sino en un gran salón y había una orquesta frente a nosotros tocando un hermoso vals. Tome la mano de Ludwig y comenzamos a bailar al ritmo de la música.
- Te voy a extrañar mucho- Dijo Ludwig.
- ¿Por qué lo dices?- Pregunté.
- No es momento de que lo sepas- Respondió y de repente todo desapareció.Ahora todo era normal y me encontraba frente al espejo sin nadie a mi lado.
Después de aquella escena, baje a desayunar. Rebeca e Isabel ayudaban a preparar unos ricos hot cakes de avena.
- Buenos días ¿Cómo están chicas?- Pregunté.
- Estamos muy bien- Respondio Rebeca.
- Así es ¿Tú cómo amaneciste? ¿Cómo está la pequeña Elizabeth?- Preguntó Isabel.
- Estamos bien, muy felices por estar con ustedes, mi familia- Sonreí.Me dirigí al jardín y vi a Leila jugando con Kim. Ambas estaban muy felices, la infancia sin duda es la mejor etapa de un ser humano.
- ¿Estás feliz?- Preguntó mi hermano.
- Bastante, es lindo convivir como la familia que somos- Respondí.
- Lo sé, es mejor que compensemos el tiempo que no estuvimos juntos- Dijo.
- Tienes razón, pero... Cómo desearía que nuestro padre estuviera aquí con nosotros, él era el mejor hombre del mundo.
- Eso no será posible, pero al menos lo llevas en el corazón y él te acompaña en todo lo que haces hermanita. Y ahora que me hablas tanto de nuestro padre, comienzo a quererlo mucho también y a tenerlo en mi corazón igual que tú, lo menos que podemos hacer por él es amarlo, recordarlo y ser buenas personas, él estaría orgulloso de nosotros- Sonrió.
- Eso es cierto Efraín ¿Desde cuándo eres un hombre tan sabio?- Pregunté.
- Desde que conocí a la abuela- Respondió.
- Ojalá la hubieras conocido en sus mejores años, era una mujer encantadora- Dije.
- Créeme que desearía con todo mi corazón que nunca me hubieran robado y poder conocer a nuestro padre, convivir con mamá, verte nacer y crecer, cuidarte y protegerte de todo. Al igual que conocer a la abuela y disfrutarla... Ojalá pudieramos regresar el tiempo en impedir muchas cosas- Expreso.
- Ojalá- Sonreí.Mi madre salió al jardín y nos abrazo a mi hermano y a mí.
- Mis niños hermosos ¿Cómo están?- Preguntó.
- Muy bien, estábamos hablando sobre la familia- Respondió Efraín.
- Recuerdo cuando me embarace de ti, Efraín- Comenzó a decir- Cuando tu padre y yo nos enteramos, realmente estábamos ilusionados, sin embargo éramos demasiado pobres, apenas nos habíamos casado, rentabamos un diminuto departamento y solo teníamos una cama, una estufa y una mesa así que nos preocupamos mucho porque no sabíamos si podríamos darte lo que necesitabas, tu padre abrió su propio negocio, tenía una panadería y con eso empezamos a comprar las cosas que necesitabas, aunque no pudimos juntar para el parto así que le pedimos ayuda a tu abuela y ella amablemente nos apoyo aunque no estaba de acuerdo con que estuviera con tu padre- Nos contó mi mamá.
- ¡Qué historia!- Expresamos.
- Cuando me enteré de que estaba embarazada de Elisa, fue distinto, había pasado un tiempo de que había perdido a Efraín y estaba en una profunda depresión, sin embargo cuando supimos que estaba embarazada, me alegré mucho pero a la vez tenía miedo de que me pasará lo mismo. La razón por la cual tu cuna, tu carreola y tu primera ropa fuera azul, era porqué usamos lo que le habíamos comprado a tu hermano contigo- Confesó- Tu padre trabajo mucho y antes de que nacieras ya estábamos mudandonos a nuestra propia casa, la casa en la que vivíamos fue el resultado de mucho esfuerzo y sacrificio. Cuando naciste me emocioné mucho, tú padre te amo desde el primer momento y te consentía en todo lo que podía- Dijo.
- Eso se los agradezco tanto- Respondí.
- A veces él y yo no nos comprábamos ropa, para poder comprarte algún juguete o incluso para comprar lo que necesitabas para tu escuela, eso comenzó a desesperarme un poco. Sin embargo ahora que lo veo desde otra perspectiva, siento que todos los sacrificios valieron la pena- Dijo.
- ¿Y por qué papá nunca extendió su negocio de panadería? Podrían haber vivido mejor- Preguntó Efraín.
- Porqué él no tenía educación financiera, no sabía cómo hacer crecer sus negocios, eran tiempos distino- Respondió mi mamá.
- Sea como sea, mi padre era el mejor hombre del mundo- Sonreí.
- Así es Elisa, tu padre era el mejor del mundo.
- ¿Y como era tu papá contigo?- Preguntó Efraín.
- Es cierto, nunca nos haz contado sobre cómo era el abuelo contigo.
- Bueno, él era un hombre muy ocupado pero siempre que podía nos llevaba de viaje, él le daba mucha importancia a la educación y al trabajo, pero realmente no tengo muchos recuerdos de él ya que murió cuando yo aún era una niña- Respondió.Cada historia es diferente.
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La que sueña con Beethoven
Teen FictionEsta es la historia de Elisa, una chica que sueña con tocar el piano y que habla con Ludwing Van Beethoven, quien lleva más de dos siglos muerto. La música clásica es su pasión, pero hay varios obstáculos para ella. Tras la muerte de su padre y el a...