Capítulo 55

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- ¿Mamá?
- Sí, hija... No puedo creer lo hermosa que estas- Era la primera vez que la escuchaba decir eso.
- Tú también mamá, te ves preciosa- Dije.
- Tu abuela me ha contado que estás por casarte, me da mucho gusto, créeme.
- ¡Oh! Gracias mamá, mi boda es en dos semanas, puedes venir con tu novio si quieres.
- Gracias Elisa, pero ya no tengo novio, he terminado con Rubén... Parece que se aburrió de mí y decidió irse con alguien más joven- Soltó una lágrima- He vuelto porque quiero estar contigo y tu abuela, ser esa familia que tanto querías antes.
- Eso suena fantástico, mamá- Sonreí.
- Elisa, perdóname por todo el daño que te cause.
- Claro mamá, te perdono- La abrace- Te extrañe tanto, te he necesitado demasiado.
- Yo también hija, cometí un error y espero poder remendarlo- Me dio un beso en la mejilla- Cuéntame como es mi yerno.
- Se llama Erick...
- Como tú padre...
- Sí, igual que mi padre, es todo un caballero, él siempre ha sido lindo conmigo y me ha ayudado en todos los momentos difíciles y me ha abierto las puertas a nuevas experiencias, gracias a él soy quien soy- Le expliqué.
- Si, eres muy exitosa he escuchado mucho de ti.
- También yo he escuchado mucho de ti, eres una gran modelo y tienes tu línea de ropa- Dije.
- Sí, bueno al terminar con Rubén eso acabo, mis contratos fueron cancelados y también mi línea de ropa, pero no importa. Cuéntame, ¿Tu novio es tan rico como dice la abuela?- Preguntó.
- Sí, es muy rico, heredó todas las escuelas de su padre y también muchas casas- Respondí.
- Así que es un buen partido, gracias por esa información. Tengo que ir al medico, solo pasaba a saludarte, te  quiero hija- Dijo simplemente y se retiró.

Me sentía un poco extraña con la llegada de mi madre, pero me hacía feliz sentirla cerca de mi y más aún al ver que ella había cambiado, por primera vez en la vida escuché un halago de parte de ella, eso me causaba gran satisfacción.

Y aunque mi alma rebosaba de felicidad, aún había una parte de mi que se sentía culpable.

- No seas cobarde- Escuché una voz.

Decidí salir a caminar sin rumbo fijo hasta que llegue al cementerio, me hacía bien estar allí, cerca de mi padre.

- Papá, solo aquí siento paz interior porque te siento cerca- Dije sin escuchar una respuesta- Hoy mamá regreso a casa, su vida ya no es como antes, ya no tiene novio pero sigue igual de hermosa como siempre, puedo comprender porque te enamoraste de ella, aunque los años han pasado sigue siendo una belleza capaz de hacer voltear a cualquier hombre, por cierto hoy me dijo que yo era hermosa ¿Puedes creerlo? Nunca antes ella me había dicho algo así y me siento tan feliz- Expresé pero siguió sin contestar- ¿Papá? ¿Estás enojado? ¿Por qué no me respondes?- Pregunté con lágrimas en los ojos.

"Elisa ¿Cómo quieres que te responda alguien que está muerto?"

Mi mente me hizo recapacitar, realmente nunca había hablado con mi padre, solo conmigo misma. Eso me hizo sentir triste, el único consuelo que tenía era con él y Ludwig pero ambos están muertos, ambos solo estaban en mi mente. Y entonces caí en mi realidad, no tenía a nadie de mi lado.

Volví a casa, era muy noche sin embargo mi abuela me recibió con gusto.

- Hola, mi niña- Me abrazo- Quiero felicitarte porque al fin tú y tu madre hicieron las pases.
- Gracias abuela, me siento tan feliz por eso.
-Al fin las piezas se han acomodado, tú y tu madre están unidas, te casaras y serás muy feliz, todo ha valido la pena ¿No lo crees?- Preguntó.
- Sí, abuela- Sonreí falsamente.
- Tu madre me llamo para decirme que volverá más tarde, parece que se encontró con alguien, estará viviendo aquí con nosotros hasta que su situacion económica mejore- Hizo una pausa- Hablando de eso... Quería decirte algo Elisa.
- Claro, dime.
- Bien, tú eres mi heredera prácticamente todo lo que tengo pasara a ser tuyo cuando muera.
- Sí abuela y es un honor que me hayas tomado en cuenta- Respondí.
- Sin embargo ahora que tu madre regreso creo que he cambiado de opinión- Expresó- No te engañes, tu madre ya no es tan joven, no seguirá modelando y sin la ayuda de su antiguo novio no saldrá adelante tan fácil así que quería hacerte saber que cambiaré mi testamento, la mitad de mis bienes y acciones serán para ella y la otra mitad para ti- Me explicó- Ya estoy vieja, mi niña, no sé cuánto tiempo me quedé aún con ustedes así que quiero ayudar a tu madre aún cuando yo ya no viva, espero que sepa manejar mis negocios y hacer más grande mi fortuna, para que después pase a ser tuya por completo.
- Respeto lo que quieres hacer abuela y me parece justo que sea así- Respondí.
- Me alegra que me entiendas, mi pequeña.

La que sueña con BeethovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora